.:|Cuatro|:.

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Acostada en su cama se encontraba (Tn) con la mirada perdida en el techo y una sola pregunta en su mente.

«¿Era una cita?»

Dos días, apenas dos días habían pasado desde que Nathaniel la invitó a salir y el día acordado había llegado. La interrogante le atormentaba, era una simple salida de amigos ¿cierto? Los cumplidos que le había hecho no significaban nada, sólo se trataba de una broma ¿verdad? O quizás una peculiar manera de mejorar su relación para facilitar la actuación.

—Todo menos una cita —dijo para sí misma.

Harta de no poder tranquilizarse, se levantó de la cama y decidió alistarse para ir al instituto, quizás caminar le ayudaría y es bueno llegar temprano de vez en cuando a la escuela.


Nathaniel caminaba con la mirada gacha, pensando en su nueva amiga y compañera en el escenario, la había invitado a salir sin pensar. (Tn) tenía un efecto único en él, uno que jamás había tenido otra chica, lo hacía sonrojar cual tomate y de una otra forma terminaba diciendo las cosas que pensaba pero que jamás tuvo el valor de decir, o al menos eso creía.

Su ensimismamiento acabó cuando tropezó con algo y casi cae al suelo, al incorporarse se topó con el primer escalón que lleva a la entrada del instituto. Por increíble que parezca llegó al instituto sin ser atropellado y se dirigía al aula.

—¿Estás bien? —Le dijo una voz a sus espaldas.

—¿Eh? Sí, estoy bien Adrien —contestó amablemente.

—Menos mal, ¿tan atontado te trae (Tn)? —cuestionó el rubio usando un tono de burla.

—¿Qué? —El joven de cabello rojo no entendía las palabras del modelo.

—No te hagas —dijo comenzando a caminar, Nathaniel lo siguió—. Hay algo entre ustedes dos, algo amoroso y no hablo de la obra

—¿De qué hablas? —preguntó confundido—. Sólo somos amigos y ni siquiera nos hablábamos antes de todo el lío de la obra —explicó hablando muy rápido, de nuevo.

—¿Entonces por qué estás rojo? —dijo son una sonrisa burlona, Nathaniel instintivamente se llevó las manos a las mejillas sintiendo el calor de éstas—. Así que te gusta (Tn).

—N-No —contestó.

—Sí y no me harás cambiar de opinión así que hay que ahorrarnos la discusión —comentó Adrien con una sonrisa triunfante.

Nathaniel iba a protestar, pero no tenía argumentos así que prefirió callar lo que hizo reír a su compañero.

Ambos muchachos continuaron su camino en silencio hasta el salón, su primera materia era ciencias.


Faltando una hora para salir todos se preparaban para el ensayo del día, la maestra Bustier se mostraba muy accesible con sus alumnos por lo que permitía actuar con el libreto en mano mientras se comprometieran a saberse sus diálogos de memoria al menos dos días antes de la puesta en escena.

Con (Tn) y Nathaniel se notó más su condescendencia pues les permitió saltar la escena del beso durante los ensayos, pero en la presentación no habría excepciones.

—(Tn) —La llamó el chico de ojos turquesas.

—¿Si? —dijo con una dulce sonrisa, una sonrisa que puso nervioso al pelirrojo.

—¿Está bien s-si paso por ti a las cinco? —preguntó con un ligero sonrojo en su rostro.

—Me parece perfecto, Nathaniel. —Volvió a sonreír.

—¡Empecemos a ensayar! Chicos, a sus posiciones —gritó la maestra llamando la atención de todos.

Inmediatamente todos tomaron su lugar tal como lo indicó la profesora para dar inicio al ensayo. Entre más rápido acaben más temprano podrían retirarse.


Vistiendo una camisa de cuadros aqua y pantalón casual, un sonrojado Nathaniel tocó el timbre esperando pacientemente que abrieran la puerta.

Al poco tiempo la puerta se abrió permitiendo ver a una muchacha con una blusa blanca acompañada de un chaleco azul marino y una falda del mismo color, un conjunto muy mono que combinó con tacones bajos también azules.

—H-Hola Nath —saludó con una sonrisa.

—Hola (Tn) —respondió nervioso—. Te ves muy... Muy linda

—Gracias —Las mejillas de la castaña adquirieron un leve tono carmesí.

(Tn) salió de su casa cerrando la puerta tras de ella y comenzaron a caminar mientras platicaban, poco a poco los nervios de ambos se iban para ser reemplazados por un sentimiento muy agradable de confianza y quizás, sólo quizás algo más.

Cuando llegaron al local de malteadas ya sabían los gustos básicos del otro, incluso decidieron adivinar pidiendo la malteada que creían el elegiría.

—Bien, acertaste Kurtzberg, chocolate está bien —dijo (Tn) riendo.

—También acertaste, normalmente elijo de chocolate, pero está vez prefiero de fresa —contestó divertido dándole un sorbo a su malteada.

—Entonces te gustan los cómics —comentó (Tn) a lo que Nathaniel asintió—. Así que... ¿Marvel o DC?

—¿Para qué elegir? Ambas compañías son sumamente buenas a su manera, en vez de elegir una disfruta de las dos —dijo con una gran sonrisa—. Aunque hay que reconocer el hecho de que Marvel tiene más éxito con sus películas y series

—Tienes toda la razón, veamos pregúntame algo —sugirió y bebió un poco de su malteada.

—Cuéntame, ¿por qué te apasiona el piano? —inquirió mirándola a los ojos.

—Amo su melodía, desde niña he querido aprender a tocarlo y aunque ahora solo sé tocar guitarra gracias a mi padre no me rendiré y buscaré un curso —explicó con un brillo en los ojos, la emoción que reflejaba en sus palabras conmovió a Nathaniel, era igual a la que sintió cuando se propuso dibujar algo mejor que simples palitos y bolitas.

Ambos siguieron conversando sobre diversos temas desde HYDRA hasta el ridículo peinado de la profesora Mendeleiev. Pasaron tres horas sin que se sintieran incómodos o invisibles, disfrutaban tanto del ambiente que no se percataron de la hora hasta que obscureció.

Nathaniel se ofreció a llevar a su casa a (Tn) quien dudosa aceptó, ciertamente rogaba al cielo que su padre no llegara temprano o la interrogaría toda la noche cómo si fuera acusada de homicidio.

Afortunadamente cuando llegaron a casa de lajoven aún no llegaba ninguno de sus padres, se despidieron con un beso en lamejilla. Nathaniel esperó a que (Tn) entrara a su hogar y partió rumbo al suyocon una sonrisa de oreja a oreja en su cara.

El Lobo Que Se Enamoró De Caperucita Roja #PGP2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora