Un sueño, parte 1

Son más de las 12 pm y yo no debería de estar en la calle, es oscuro, muy tétrico, hay gente. Camino sin saber como llegar a mi casa aun que se exactamente donde estoy, es mi colonia. Al caminar noto que una esquina atrás de mi siempre esta un hombre, alto, delgado como padeciera algún trastorno alimenticio, muy canoso y exageradamente blanco. Sus ojos, son una hipérbole, nunca me ve, pero están encima mío. No se adonde me acerco, aunque todo el escenario no es nada nuevo. De pronto me toman del antebrazo, mis músculos se paralizan, la misiona no reacciona, nada en mi es receptivo. Pero sus ojos, ahora me ven puedo ver el deseo, de inmediato cierro mis ojos, me jaloneo y corro, entro a una tienda y lloro, pido ayuda, con mi mas profunda y horrible voz, grito. Nadie se percata de mi existir, y aquella bestia entra, a su paso todo se vuelve gris, todos mis miedos se concentran para y provocan algo mejor para el. Esa señora, mas de 30 años, me quiere, quiere conservarme, yo he visto a los demás, tiene una colección, mi mama debe de estar preocupada, ya son las 8, y siento que no es el camino correcto. Al estar en su casa, nada tiene sentido, pues e recordado que yo había entrado a una tienda, con aquel ser, el hombre blanco. La mujer que me a tomado, sin que yo resistiera, ya no parece tan dulce como la recuerdo, ahora sus dientes y ojos toman forma, ahora veo algo oscuro, con un sonrisa un tanto incomoda, su estomago hace sonidos como de un tractor, sus boca produce tantas enzimas que la saliva le escurre por sus prendas y tiene la lengua mas larga que he visto y con muy poco tiempo detrás de estas rejas con tres acompañantes, he observado que debajo de ese vestido, sus pies nunca tocan el suelo.

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