CAPITULO 1 narra Blanca
Mañana es el concierto. Hoy ya están aquí, en Madrid. Hablo de mis ídolos, de One Direction. Camila y yo tenemos entradas para pista. Intentamos convencer a nuestros padres para que nos dejaran acampar, pero claro, ellos no nos entienden y no nos dejaron. Al final nos vamos a quedar atrás, horror.
Estamos en mi cuarto, son las nueve de la mañana. Estamos haciendo una pancarta para ir al hotel a verles. Ha habido rumores de que se alojan en el Palace Hotel, pero es mentira, ellos están en el Eurostars Madrid Tower. Lo sé porque una amiga al pasar por ahí vio su autobús aparcado allí y me lo dijo, así que vamos al Eurostars.
-¿Ponemos algo más en la pancarta?-me pregunta Camila. Yo miro la pancarta, volviendo a la realidad. Hemos puesto One Direction en grande, en el centro hay un corazón con la bandera de Inglaterra en colores de Irlanda, y está bordeado de sus nombres.
-Podemos poner nombres de canciones-propongo yo, tras un rato-.Está un poco vacía.
Camila se pone manos a la obra, mientras yo me acerco a mi armario. Miro los pósters, que cubren todo menos la cama, las ventanas, el techo y el suelo, claro.
Abro el armario y empiezo a sacar ropa.
-¿Qué te parece si me pongo esta?-le pregunto a Camila, enseñándole una camiseta azul ligera, con una foto de ellos y sus nombres en negro. Deja un hombro al descubierto. Me gusta mucho esta camiseta.
Ella me mira, sin saber muy bien de qué hablo y luego parece entender, porque asiente.
-Te queda muy bien, siempre te lo digo-me dice-. ¿Y qué me pongo yo?
Vuelvo a abrir el armario y saco una camiseta con el fondo de la bandera de Irlanda y una foto de los chicos en un porche. Sé que esta camiseta le encanta a mi amiga. Cuando la ve, se levanta un salto y me la quita de las manos.
-Ya veo que te parece bien ponerte esa-comento, divertida.
-Entonces, ¿me la dejas?
-Claro, tonta.
-Voy a cambiarme-anuncia, y se va al baño contiguo a mi cuarto.
Yo sigo con la pancarta. Termino de poner los nombres de las canciones. Sigue algo vacía. Me acerco a mi escritorio y abro un cajón lleno de fotos de One Direction que no me caben en el cuarto y saco un par. También cojo un pegamento y las pego en la pancarta.
En ese momento llega Camila. Tengo que admitir que la camiseta le queda muy bien.
-He añadido unas fotos a la pancarta-murmuro, mirando una de ellas, que tengo que volver a pegar mejor.
Hago una seña a mi amiga para que vea cómo ha quedado y voy a cambiarme.
Cuando vuelvo abro de nuevo el armario, esta vez buscando pantalones. Saco unos vaqueros verdes cortos y se los lanzo a Camila. Le caen en la cabeza y pega un respingo. Luego le enseño unos vaqueros negros y otros azules. Camila me mira.
-¿Cuáles?
Se lo piensa un rato y finalmente dice:
-Los negros creo yo que mejor.
Se levanta y enrolla la pancarta. Yo recojo una mochila en la que llevamos bocadillos y agua y me la pongo a la espalda. Reviso que tengo las llaves y el metrobús en el bolsillo y salimos de casa.
Hace calor, para ser las nueve y media. No hay mucha gente en la calle. Andamos hasta la boca del metro Prosperidad y entramos. Llegamos al andén y vemos que hay que esperar ocho minutos. Estoy empezando a estresarme.
-Tenemos que verles-digo, y ella me mira, arqueando una ceja. Llevo toda la semana repitiendo lo mismo.
El tren llega, haciendo tanto ruido que nos tenemos que tapar los oídos. Subimos al vagón, que está casi vacío y tomamos asiento. Nos queda un largo trayecto en metro hasta República Argentina y luego hay que andar un rato. No podemos esperar. Salimos del metro y son las diez menos cuarto.
Miramos a nuestro alrededor, para orientarnos. Ahí está la primera torre. Es demasiado alta para mi gusto, tengo la sensación de que se nos va a caer encima.
Llegamos al Eurostars Madrid Tower. Yo creo que se me va a salir el corazón por la boca. Me pregunto si Camila estará igual de emocionada y nerviosa.
No hay mucha gente. Respiro, aliviada, no son muchos los que se han enterado de que están aquí. Nos abrimos paso entre la gente. Hay guardias en la puerta, por dentro. De no ser así yo me colaría. Me pregunto si Harry, Louis, Liam, Niall y Zayn saldrán para ver la ciudad o algo así. Aunque me vean, aunque hable con ellos, nunca estaremos juntos. Nunca sabrán que existo. Pero me rebelo ante esa idea. Nunca dejes de perseguir tus sueños, ¿no es eso lo que dicen todos?
Saco un bote de crema solar y me pongo en la cara y los hombros, con desgana. Odio la crema solar. ¿Por qué tendré que quemarme a la mínima radiación?
Camila mira fijamente la puerta, tiesa. Yo me estreso por momentos. Necesito verles, necesito verles...
De repente un grupo de chicas empieza a chillar y mi corazón da un vuelco. Miro a todas partes, pero no hay nadie. Falsa alarma, supongo. Las falsas alarmas son lo peor.
La puerta se mueve y pegamos un chillido, sin poderlo evitar. Pero del hotel sale un hombre que parece sacado directamente de una película americana. De traje y gafas negras, como los de “Men in Black”.
Le miro, con antipatía, aunque sé que no tiene la culpa de nada. Él sólo ha salido del hotel. Pero me había hecho ilusiones de que saliera Harry, o Zayn, o cualquiera de ellos. Pero no. Creo que esta espera va a ser larga.
Llevamos aquí una hora ya. Estamos sentadas, y no dejamos de mirar a la puerta. Estoy temblando por los nervios. Camila se muerde las uñas. Al final se comerá sus dedos. Los inconvenientes de ser una adolescente fan...
-¿Cuándo salen?-me pregunta.
<<Como si pudiera saberlo>> pienso. Ojalá lo pudiera saber.
-Saldrán para visitar la ciudad, o para saludarnos-le digo a Camila, deseando estar en lo cierto.
-Llevas diciendo eso todo el día-protesta mi amiga, nerviosa.
Y es verdad. Llevo todo el día diciendo eso, porque es lo que suelen hacer los famosos cuándo van de gira, ¿no? Entierro la cara entre las manos, tratando de controlar mis nervios, que no hacen más que crecer. Imposible, lo sé, pero necesito intentarlo o me va a dar un infarto... y no me apetece.
Se me ocurre mirar arriba, a las ventanas del hotel. Primeo no hay nada, pero luego, a punto de bajar la vista, veo, o creo ver, una mano, un cigarrillo...Una cara con la que sueño. Grito, nunca he gritado así, y me levanto de un salto. Me ha salido del alma...
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Summer Love
FanfictionCamila y Blanca, dos alocadas fans de One Direction, la boy-band más famosa del mundo, se preparan para el concierto de sus ídolos. Como buenas fans, deciden ir a probar suerte a verles al hotel donde se alojan en Madrid. La suerte resulta sonreírle...