Capítulo 1

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"Pocas veces existen sensaciones que provocan resultados tan placenteros. Ese momento de verte fue realmente deslumbrante, podría asegurar que ese día mi mirada demostraba más allá de querer solamente una amistad contigo, pedía más allá de lo que podía tener, era más allá se lo que podía sentir. Lo era todo."

Recordar esta historia me provoca una gran revuelta de emociones, me hace sentir una tormenta marina de sentimientos. Noto un gran vacío en mí, desde aquel instante.

Fue un viernes por la tarde, de un julio 8, y nos dirigíamos camino a Arlington. Habría un concierto esa noche, estaba un poco lejos y teníamos que preparar las cosas al llegar. Mis Familiares y amigos irían a cantar algunas letras de sus canciones, yo solamente iría a verlos. Yo también iba a ir a cantar, aunque yo no cantaba tanto, era más gritar que cantar, pero lo hacía al tratarse de Jehová.

Llegamos, después de un largo camino de ir escuchando música y platicar ligeras historias sobre nuestra vida. Una vez que nos bajamos de la Van y preparamos los instrumentos, únicamente quedaba esperar a que fuera hora de comenzar con el concierto. Todo iba tranquilo, hasta que una chica llega a sentarse en la misma hilera que yo, a solamente dos personas hacia mi izquierda.

—Es una chica muy linda —pensé.

No estaba acostumbrado a referirme así sobre una mujer, y no digo que no piense que una mujer es linda, porque una mujer es hermosa por el hecho de ser mujer; pero no lo pensaba de una forma singular y directa. Ahí estaba ella, sentada, esperando a que diera inicio el concierto. Y ahí estaba yo, con la mirada puesta en ella. No sabía qué pensar, no me había sentido así en ningún momento anterior. Ella volteó hacia mí, e imaginé que sintió mi mirada, porque eso pasa, ¿no? Quise voltear a otra parte lo más apresurado que pude. Al voltear tiré el celular por accidente.

—Oh Yahweh[1], justo ahora —dije, en voz alta.

—¿Pasa algo? —me preguntó mi primo Isaac.

—Sí, no, digo, no pasa nada —titubeé notoriamente.

—¿Estás seguro? —continuó cuestionando.

—No, sí —dije mientras levantaba el celular.

Volteé de nuevo hacia ella solamente para verificar que no me miraba comportándome de semejante forma. Estaba equivocado, sí me miraba. Reía suavemente mientras tapaba su boca para disimular un poco su risa. ¿Cómo podía verse tan hermosa con solamente sonreír? No tenía idea de qué pensar, por lo que bajé la mirada, claro, apenado por el suceso. Procuré tomar seriedad a la situación.

—Derick, ¿no vas a pasar hoy? —me preguntó Janneth.

—Oh, sí, ¿ya es hora? —cuestioné.

—Estamos a un minuto.

—Ya lo noto, dame un momento.

No iba a hacer algo relevante al tema. Únicamente ocurría que tenía la costumbre de pasar al frente con los demás, ya que éramos los que hacíamos más movimiento en el lugar. Ya saben, cantar, saltar, gritar, hacer nuestro ambiente.

Pasé el concierto muy concentrado en lo que fui a hacer. Escuchar algunos de mis cantantes cristianos preferidos, era algo a lo que iba para gozarme en plenitud. Pasó un tiempo largo para el concierto. El concierto dio por terminado, y proseguimos a las últimas cosas: los juegos, las dinámicas. Todos estaban enfocados ahora en la diversión. Pero yo tenía otros asuntos en mente.

¿Quién es ella? —pregunté a Janneth.

—¿Te gusta? —sospechó.

—Solamente tengo curiosidad de saber quién es.

—Yo sé que te gusta.

—No es eso, es que tengo curiosidad de saberlo, no la había visto antes por aquí.

—Acepta que te gusta, es notable, en ningún momento estás negando que te guste, das vueltas al asunto y eso es obvio. Tú no eres así con las chicas.

—Jann, únicamente necesitas responder a mi pregunta, por favor.

—Ay, niño, se llama Jennifer.

—Oh, interesante.

—Lo suponía —exclamó.

—¿Qué cosa? —cuestioné.

—¡Marisse! —gritó Janneth.

—¿Qué harás? —pregunté.

—¿Qué pasa Jannie? —respondió Marisse.

—A Derick le gusta la chica equivocada —mencionó Janneth.

—¿La chica qué? —reaccioné.

—¿Y qué le diré a Karen? —preguntó Marisse.

—¿Decir de qué? —cuestioné.

—Tendrá que esperar, recuerda que vamos a salir de Mesquite al amanecer, y además es una historia muy larga para contarla ahora, debemos hacer los preparativos —comentó Janneth.

—¿Pueden resumirme la historia? —sugerí.

—Ahora no, Derick; te lo contaremos todo cuando volvamos —aclaró Janneth.

—¿Jennifer qué? —pregunté.

—Jennifer Lianne —respondió Marisse.

—Lindo nombre —exclamé.

—Si supieras —comentó Janneth.

—La Familia Lianne es un lío —agregó Marisse.

—¿Por qué? —pregunté.

—No querrás saber —aclaró Janneth.

—No mereces soportar todo eso por ella, hay mejores —dijo Marisse.

—Espera, ¡¿le dijiste eso a Derick?! —reclamó Janneth—. Por Dios, Marisse.

—¿Qué pasa? ¿Por qué? —cuestionó Marisse.

—No debiste, Marisse —comentó Janneth.

—¡Derick! —gritó Isaac al fondo—, ¡ven acá!

—¿De dónde es ella? —pregunté seriamente.

—Ella es de Mesquite —respondió Marisse.

—Entiendo —comenté.

—¡Derick! ¡Anda! —siguió Isaac.

—Ya voy para allá, Isaac —respondí—. Gracias, chicas.

—No hay de qué —exclamaron.

Me retiré con muchas dudas en mente, sobre todo ante el comentario sobre la Familia Lianne. No sabía qué pensar ni podía enfocarme en breve a lo sucedido. Solamente proseguí a asistir con Isaac.

—¿Qué sucede, Isaac? —cuestioné.

—Preguntó mi tío Aaron que si queríamos quedarnos con Clark, en su casa —avisó.

—¿En serio? ¿Cuándo?

—Este fin de semana, de hoy hasta el lunes.

—Claro que sí.

—Está bien, terminando las dinámicas iremos a cenar y después a su casa.

—De acuerdo.

Todo era excelente, me había caído como anillo al dedo, mi tío Aaron era de Mesquite. No pensaba en nada más que en averiguar cuál era la casa de esa chica. Y así fue hasta terminar las dinámicas.

—Derick, es hora, vamos con tío Aaron —comentó Isaac.

—Está bien, vayamos —respondí.

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[1] Yahweh: Uno de los nombres de Dios. Transliteración del tetragrámaton (cuatro letras) «YHWH» y su pronunciación conjetural Yahweh, Yah y Yavé así como la aceptación de Iehová, Jehowah o Jehová.

¿Quién es ella?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora