Polos Opuestos (Continuación 24)

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Subimos a las habitaciones y empezamos a empaquetar la ropa en nuestras maletas. Estuve en ello hasta las 7 u 8 de la noche por lo que los chicos ya estaban ahí. Mientras intentaba cerrar la puta maleta que iba petada se abrió la puerta dejando ver a mi novio.

Niall: ¿Te ayudo?.

Anabel: Siporfis.- Niall hizo presión en la maleta y la cerró.- Gracias amor.

Niall: De nada.- nos besamos.- Ten.- me dio una cajita pequeña envuelta.

Anabel: ¿A que se debe esto?.- dije levantando una ceja.

Niall: Quería disculparme por mi comportamiento de esta tarde.- agachó la cabeza.

Anabel: Eh, mírame.- le sujeté la barbilla haciendo, así, que me mirase a los ojos.- Olvida eso, ¿si?.

Niall: Lo intentaré. Bueno, ¿piensas abrirlo?.- dijo riendo.

Anabel: Si jajaja.- abrí la cajita. Dentro había un anillo en el que ponía “A & N. Nada podrá separarnos”. Me lo coloqué en el dedo índice y salté a sus brazos.- Gracias, me encanta.

Niall: No las des, te mereces eso y mucha más preciosa.

Anabel: Espera.- cogí el regalo que le había comprado y se lo di.- Toma. Ábrelo.

Niall: ¿Y esto?.- lo abrió.- ¡Me encanta!

Anabel: Lo vi en una tienda y me recordó a ti y a tu gran apetito.

Niall: Eres mala conmigo.- hizo puchero.

Anabel: Lo sé, y me gusta serlo.- abrió la boca de tal forma que un poco más y llega a la china.- Cierra la boca que entran moscas. ¿Piensas quedarte ahí toda la noche?.- dicho esto vino hacia mi para ir a la cocina a cenar con los chicos.- Holi.

Perrie: Por lo que veo estás de mejor humor ¿no?.

Anabel: Zi mami.

Perrie: Payasa.

Anabel: ¡Oye!.- todos rieron.

La cena fue como siempre exceptuando los nervios del viaje. Tendríamos que levantarnos a las 5 de la mañana para coger el avión y poner rumbo al Caribe. ¡Qué pereza!. Hoy en el centro comercial oímos a unas amigas de Isabel diciendo que Luke ya había despertado y que pronto le darían el alta por lo que ahora había que estar más pendiente que nunca. Pero bueno, como nos vamos al Caribe nos olvidaremos por completo del tema de Luke y lo dejaremos para cuando volvamos para empezar el segundo trimestre de instituto. Fui la primera en acabar de cenar junto a Anais. Las dos salimos corriendo para arriba, no sin antes despedirnos de nuestros novios, sin importarnos el peligro que eso conlleva por las escaleras para dormirnos y poder levantarnos pronto, pero estaba claro que no dormiríamos nada. A parte de los nervios que teníamos de por si no se nos había ocurrido otra cosa mejor que tomarnos unos tres vasos de coca-cola por lo que los nervios nos aumentaran al triple. Wajaja podremos ser superman. Se me va. La cafeína me sienta fatal. Pero no pasa nada. Yo soy así y nadie me cambiará. Me puse el pijama y me metí el la cama pero por más vueltas que daba no era capaz de dormirme y para mi mala suerte mi hermano no había dejado a Niall a quedarse a dormir. Dice que no le hace ninguna gracia que durmamos con nuestros novios porque cree que hacemos de todo menos dormir. Pobre, se cree que nosotras somos como las putas con las que se juntaban. Ya eran la una de la madrugada y yo aún sin dormir ni un solo minuto. Como no conseguía dormirme fui a hacerle una visita a mi hermana la cual tampoco estaba dormida. Estuvimos hablando hasta la una y media de la madrugada. El sueño puedo con nosotras y nos quedamos dormidas en su cama.

Todo estaba oscuro. Solo se podía divisar una pequeña luz al final del trayecto. ¿Habría muerto?. Andé hacia dicha luz y pude ver que era una simple lamparita de noche. Encima de la mesita de noche había una pequeña nota en la decía que debía abrir los cajones de la mesita. Abrí el primer cajón el cuál no tenía fondo y por el cual solo se escuchaban que me insultaban diciéndome gorda, puta y cosas por el estilo. Lo cerré rápidamente y abrí el segundo cajón. En él había un montón cuchillas, pequeñas motos llenas de sangre y fotos mías y de Robert rotas. Ya al borde de las lágrimas abrí el tercer y último cajón. Encontré muchas fotos de los chicos, de mis padres, de mi familia...pero en ninguna estaba yo. Debajo de todas las fotos había una notita en la que ponía “Sin ti todo hubiese ido mejor”. ¿Pero que clase de broma era esta?. Cerré con tanta brutalidad el cajón que toda la habitación paso de estar a oscuras a volverse blanca. A lo lejos divisé una sombra negra que se acercaba a mi. Cada vez se acercaba más. Cuando la tenía en frente no pude creer lo que veía. Era el mismo diablo, Lucifer.

Diablo: Anabel, ven, vuelve conmigo.- un momento...esa voz...

Anabel: ¿Luke?

Diablo: Si preciosa ese soy yo.

Anabel: Déjame de una vez. A mi y a toda mi familia.

Diablo: Nunca. Jamás.- me agarró y me intentó llevar con él.

Anabel: ¡Suéltame!. ¡¿Cuándo entenderás que ya no nos interesas?!.- dije soltándome de su agarre.

Diablo: Cuando menos te lo esperes volverás a ser mía.

Anabel: ¡Nunca fui tuya depravado mental!.

Diablo: ¡Claro que lo has sido y lo volverás a ser!.

Anabel: ¡Nunca!.- noté como alguien o algo me zarandeaba.

***: Anabel, ¡Anabel!, es tarde. ¡Despierta!. ¡Perderemos el avión!.- ¿el avión?. Pero si yo estaba en una... Mierda... ha sido una pesadilla.

Anabel: ¿Hmm?.- abrí los ojos lentamente para ver a mi hermano desesperado.- ¿Qué quieres Zayn?

Zayn: ¿Cómo que qué quiero? ¡Qué te levantes de una vez que llevo media hora llamándote y a este paso perderemos el avión!.

Anabel: Exagerado. ¿Qué hora es?.- dije tallándome los ojos.

Zayn: Las cinco y media de la mañana.

Anabel: ¡Mierda!.- me levanté corriendo de la cama.- ¿Por qué cojones no me has llamado antes cabeza de chorlito?.- dije corriendo hacia el aseo para ducharme.

Zayn: ¡Lo he hecho pero no despertabas!

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