Capitulo 6

44 1 0
                                    

Harry se volvió y con gesto protector situó a _________ detrás de él, mientras observaba el cañón de la ametralladora, que en ese momento los apuntaba.
—Creo que es evidente lo que está pasando —indicó con la voz más firme que pudo emplear—. Buscábamos un lugar donde pudiéramos disfrutar juntos de intimidad.
—Esta zona es restringida —repitió el guarda.
—No vi ningún letrero —Harry se encogió de hombros.
—Vio una puerta.
—No estaba cerrada.
El guarda lo miró, sin dejar de apuntarlo. Probablemente creía que mentía. Pero quizá no hubiera manera de demostrarlo, ya que la cerradura estaba abierta en ese momento.
—Se detuvieron en el complejo de oficinas.
— ¿Qué complejo? —inquirió Harry con inocencia.
—Los tengo grabados, inspeccionando la oficina —afirmó el guarda.
Eso confirmó las sospechas de _________ de que la vigilancia era total.
Harry rió.
—Su oficina me importa un bledo. Buscábamos una cama, no una fotocopiadora.
—Podrá contárselo al señor Duarte.
— ¡Me encantará hacerlo! —espetó Harry, imitando la beligerancia del otro.
—Pues no hay mejor momento que el presente —una voz familiar entró en la conversación—. Pueden bajar las armas. No queremos que nadie salga herido aquí —Duarte los observó con interés—. ¿Otra vez haciendo travesuras? —preguntó.
Harry se encogió de hombros.
—Solo seguía mis inclinaciones naturales. Cuando llegamos a la villa, estaba preparado para disfrutar de un rato con mi novia.
— ¿Novia? —Duarte enarcó una ceja.
—Tenemos una relación muy íntima. Es el motivo por el que vinimos aquí. Sus cámaras me dejaron frío. Esta noche pensé que lo mejor era escabullirse a un sitio en el que no nos molestaran.
—Usted y yo tenemos una cita de negocios a las diez.
—No hay problema. El placer antes que los negocios.
—Quizá hagamos negocios antes que el placer —replicó Duarte—. Como ya estamos todos reunidos, ¿por qué no empezamos?
Harry había planeado aparecer sin _________. En ese momento no le quedó más opción que ella lo siguiera mientras Duarte los conducía al interior del complejo.
Llegaron ante otra puerta, que el señor de la casa abrió.
Avanzaron por un pasillo hasta lo que parecía ser un amplio vestíbulo. De hecho, había una puerta que daba la impresión de llevar al exterior. Enfrente había un salón con sofás mullidos, el suelo cubierto por una alfombra oriental y una pared llena de equipo electrónico.
—Siéntense —Duarte indicó uno de los sofás.
Fue más una orden que una invitación. Harry tomó la mano de _________ y se sentaron.
Duarte eligió un asiento en el extremo de la mesita de centro con un panel de control incorporado. Cuando apretó una serie de botones, una imagen cobró vida frente a ellos en una pantalla de cuarenta y cinco pulgadas. Mostraba un dormitorio vacío.
Pero Harry sabía que no estaría vacío mucho tiempo. Se vio a _________ y a sí mismo entrar en escena, alzar la cabeza un momento, luego tomarla en brazos y comenzar a besarla.
Intentó analizar la imagen con objetividad. ¿El hombre que había en el centro de la imagen comprendía que estaban a punto de ser descubiertos? ¿Por eso había tomado en brazos a su compañera?
Al menos daba la impresión de disfrutar. A pesar de las circunstancias, sintió que el cuerpo se le contraía mientras observaba a la pareja en la pantalla.
A su lado, _________ emitió un sonido ahogado a medida que la escena se acaloraba. Por suerte, su cuerpo ocultaba casi toda la actividad, pero era evidente lo que hacía. Y dónde había fijado ella la mano. Al final, hubo una visión de los pechos cremosos y coronados con coral antes de que él le subiera el vestido.
Seguía la escena con los guardas, pero Duarte apagó el vídeo.
_________ estaba conmocionada. Jamás en la vida la habían sorprendido en una situación tan comprometida.
—Una cinta muy interesante, ¿no creen? —inquirió Duarte, dirigiéndose a Harry.
Pero ella sabía que también vigilaba su reacción. En silencio, bajó la vista a los zapatos.
—Si le gustan ese tipo de cosas —respondió Harry.
— ¿No le agrada mirarse entregado a una actividad íntima? Puede ser muy estimulante. Aunque creo que ya lo sabe.
Harry carraspeó pero no dijo nada.
—Haré que le entreguen la cinta en su villa. Un regalo de Isla Orquídea.
—Es demasiado amable —manifestó Harry.
Duarte cruzó hasta el bar y le entregó a Harry una cerveza. Luego, sirvió una copa de vino para _________. Los estudió con atención.
—Si querían un recorrido de la casa, habría bastado con que lo solicitaran —comentó con afabilidad.
_________ intentó evaluar esa declaración, y supo que Harry hacía lo mismo.
—No queríamos un recorrido. Queríamos estar solos —informó él.
—Tendrán que esperar —indicó Duarte, mirándola de un modo que le puso la piel de gallina—.Y estoy seguro de que ella vale la espera. Pero en este momento, ¿por qué no me cuenta de qué manera podemos ayudarnos mutuamente?
Harry bebió un sorbo de cerveza y dejó la botella.
—Todos los años me envían desde Sudamérica varias toneladas de coca. A veces, las patrullas de la DEA hacen imposible que reciba mis cargamentos en el continente. Para mi sería una gran ventaja disponer de un punto de descarga no demasiado lejos de Estados Unidos, donde pudiera anclar un barco durante unos días hasta que fuera seguro ir a Florida. Esperaba que usted pudiera proporcionar ese lugar.

Compañeros de TrabajoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora