Ella me recuerda a él.

Cap XVIII

Allí estaba, llena de contradicciones caminando hacia el improvisado altar tomada del brazo izquierdo de su padre, oía lo que los presentes rumoreaban a su paso, en su mayoría eran halagos sobre lo bien que lucía la novia que no sonreía y había comenzado a llorar en silencio, "Está tan emocionada." más de uno murmuró, Sergey acariciaba las manos de la pelirroja sin ignorar las gotas saladas que recorrían sus mejillas pensando al igual que el resto que eran por la emoción.. y así, con pasos lentos llegaron hasta el borde del altar donde Vladimir la esperaba con una ancha sonrisa luciendo un traje blanco y negro con un moño, muy elegante; un beso deja Sergey en la mejilla de la pelirroja justo cuando suelta sus manos para entregarla al hombre que ahora velaría por ella y juntos, los novios dan los últimos pasos hasta el altar mientras los padres de Lena se acomodan a la izquierda con Nastya, los de Vlad a la derecha siendo acompañados por Pavel, el sacerdote les regala una tranquilizadora sonrisa llena de paz mientras eleva el micrófono a la altura de sus labios y todos los presentes se ponen de pie cuando cesa el sonido de la marcha nupcial.

S: "Queridos amigos, ustedes han venido a este lugar en representación de la iglesia para que el Señor selle y fortalezca su amor en presencia del del ministro de la iglesia y esta comunidad {...} Vladimir Pavlov y Elena Katina, ¿han venido aquí libremente sin reservas para darse uno al otro en matrimonio?"

V y L: "Si."

S: "¿Se amarán y se honraran uno al otro como marido y mujer por el resto de sus vidas?"

V y L:  "Si."

S: "¿Aceptarán a los hijos que Dios les manda y los educarán de acuerdo con la ley de Cristo y de su iglesia?"

V y L: "Si."

Lena y Vlad se toman de la mano y giran levemente sus rostros para mirarse, Vlad con una ancha sonrisa, Lena intentando controlar las lágrimas que aún escapaban de sus ojos para bordear sus mejillas.

S: "¿Vladimir, aceptas a Elena como tu esposa?, ¿prometes serle fiel en lo próspero y lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarla y respetarla todos los días de tu vida?"

V: "Si, acepto." Responde con una enorme sonrisa girando levemente el cuerpo hacia ella para poder mirarla.

S: "¿Elena, aceptas a Vladimir como tu esposo?, ¿prometes serle fiel en lo próspero y lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?"

L: "Si, acepto." Murmura en un suspiro casi de resignación sintiendo una fuerte opresión en el pecho y un nudo naciente en su garganta.

S: "Ustedes han declarado su consentimiento, que el Señor en su bondad fortalezca su consentimiento para llenarlos a ambos de bendiciones. Lo que Dios ha unido, el hombre no debe separarlo."

T: "Amén."

A continuación el sacerdote pide las alianzas y es Pavel en encargado de entregárselas en un estuche aterciopelado que el sacerdote no tarda en abrir para bendecir los anillos.

S: "Señor, bendice y consagra a Elena y Vladimir en su amor entre si. Que estos anillos sean un símbolo de fe verdadera entre ellos, y recuérdales siempre de su amor. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor."

T: "Amén."

Una vez que los anillos son bendecidos el sacerdote se los ofrece para que ellos hagan el intercambio, Vladimir toma el de Lena y se gira para quedar de frente a ella tomando su mano derecha cuando ella la eleva unos centímetros, el metal del mismo entra en contacto con el anular de la pelirroja mientras Vlad habla mirándola a los ojos.

V: "Elena, recibe este anillo como signo de mi amor y de mi fidelidad. En el nombre del padre, del Hijo y del Espíritu Santo." Le sonríe de forma suave una vez que termina de colocar el anillo y libera su mano para que ahora sea ella quien agarra la alianza que le corresponde a él.