Capíulo 1

10 1 2
                                    

La brisa envolvía con suavidad la Plaza de Rench dándole un aspecto de tranquilidad y paz. El jóven Will, asistente de el señor Jacob Patrick, estaba recostado sobre sus brazos en el barandal cerca a la ventana del tercer piso de el edificio ovalado.
El cielo se teñía lentamente de un tono gris que impregnaba en toda la ciudad la necesidad de refugio. Se acercaba la lluvia. Y la lluvia aqui era ácida, debido a la guerra de el 62 donde los gases de el generador k37 fueron liberados por una lucha de poder que terminó condenando a el resto de las generaciones a esconderse cuando el cielo se tornaba gris.
El corazón de Will por un momento pareció ser una bola de plasma rebotando de un lugar a otro dentro de su pecho cuando sintió una mano en el hombro. Rápidamente se dio la vuelta para observar a su amigo misterioso que casi le causa un infarto.

-Jaja calmate muchacho-dijo el señor Patrick

-No lo vi venir casi me mata de un susto-contestó Will

-Tienes que estar mas atento-dijo-¿qué observabas?-agregó

-Veía que se acerca la lluvia-contestó el muchacho

-Ya lo creo-dijo Jacob

-Es una pena que no podamos sentirla de nuevo-dijo el muchacho bajando la mirada-todo por la estupidés de dos especies que buscaban el control del mundo-agregó

-A mi me hubiera gustado vivir en esa epoca-dijo el señor Jacob.

Will pareció haberse sorprendido de la expresión de su jefe. Era inteligente, pero no comprendía como alguien podría desear vivir en un tiempo de guerra de y crueldad.

-¿Estás bien?-preguntó Jacob

Will asintió con la cabeza.

-Ya solo nos quedan las historias de las guerras y las eras pasadas -dijo Jacob mientras miraba al horizonte
-quisiera vivir esas historias, o mejor aún vivir mi propia historia-agregó Jacob mientras apretaba involuntariamente con sus manos el barandal. Will pareció notar el gesto de Patrick y tuvo miedo por un momento.

El señor Patrick notó la incomodidad de Will y soltando el barandal dijo-Vuelve al trabajo muchacho, hay mucho que hacer.

Luego se dió la vuelta y caminó hacia el asensor del ala este para regresar a su oficina.

Will aun enmudecido empezaba a creer que su jefe estaba medio loco.

Ciudad Cristal Un nuevo retoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora