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"Joey, mi mayor enemigo".

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____'s POV.

Despierto y me levanto con una pereza inmensa, luego, me dirigo a la ducha para tomar un baño. Al rato salgo, me visto, peino y maquillo.

— ¡ME MEOO!— dice Lara, una de mis mejores amigas. No hay mucho que decir sobre ella, sólo que es muy tierna.

— ¿Dónde quedó el rubor?— pregunta Alma, también es mi mejor amiga, y es la menor de las tres.

— ¿Qué hora es?— y yo pues, soy un bicho raro.— ¡SE NOS HACE TARDE!— exclamo y salimos corriendo hacia la cafetería.

— Hola, nenas— aparece Brady, el típico chico rubio de ojos azules que trae locas a la mayoría de chicas acá.

— ¿Qué hay, rubio?— le saludo y ruedo los ojos al sentir un golpe en mi hombro.— Ten más cuidado, por favor.

— Tú ten más cuidado, estúpida— exclama Tori, a ella la considero mi mayor enemiga, y novia de mi mayor enemigo.

Le saco la lengua cual niña pequeña y camino tranquila a una mesa.

— ¿Van a ir a la fiesta de Charlie mañana?— pregunta Alma viniendo con su bandeja de comida.

— No lo sé— Lara da un mordisco a su manzana.

— Oh... ¿____?— Alma pasa su mano en frente de mi rostro al ver que estoy mirando a Joey, mi mayor enemigo.

— Uh no lo sé, creo que no— tomo de la pequeña botella de jugo de arándanos.

— Ignorenme, total ni existo— ríe, Brady.— Yo probablemente no vaya— se pone a charlar con Lara y suena la campana.

— Oye, espíritu— llamo la atención de Alma.— Dame la bandeja yo la llevo, tú ve al salón de clases— los únicos que tienen clases, de vez en cuando, son los de 16 para abajo. Los demás pues ayudan a limpiar el internado, acomodan su habitación, limpian el comedor, los cursos, etc. Lo sé, raro, pero nadie se queja.

— Sí, gracias— sale corriendo para su salón.

— ____, ven— me llama Lara, asiento y le sigo hasta nuestra habitación.

— ¿Qué...— cierra la puerta con seguro rápidamente a lo que la miro asustada.— pasó?— termino de decir, ella me mira emocionada y comienza a temblar, me agarra de las mejillas y las aprieta.

— ¡AAAAAAAAAH!— me grita abriendo los ojos desesperada.

— Okey, okey, calma— le tomo de las manos y hago que se siente en su cama.

— Tengo una cita con Brady— sonríe como el gato de Alicia en el país de las maravillas.

— Oh, está bien ¿a qué hora?

— A las siete— sonríe aún más.

Alma entra jugueteando con su pelo y tambaleándose de un lado a otro, casi se cae.

— ¿A ti también te flechó cupido?— río, asiente y se tira a su cama.

— Sartorius— la miro sorprendida.

Ella con... ¿Jacob? No puede ser, ella siempre fue muy superficial, nunca le gustaron chicos como... él.

Suspiro y salgo silenciosamente de mi cuarto, voy a dar una vuelta por el campus.

Todos los días hago lo mismo, y siempre termino castigada por no ayudar con la limpieza.

Siempre recuerdo momentos que pasaba en casa, antes de que todo se destrozara.

Recuerdo que cuando era pequeña; 8 años aproximadamente, mis padres se habían divorciado. Papá era alcohólico además de drogadicto, mi mamá se quedó conmigo y desde ese día no supe nada de mi padre.

Mamá era amable, un amor de persona, siempre estaba cuando más la necesitaba.

Hasta que un día, conoció a un hombre, uno de muchos, siempre me daba mala espina y trataba de ignorarlo, él maltrataba a mi madre mental y sexualmente. Siempre me observaba y por las noches visitaba mi cuarto, se quedaba en el marco de la puerta vigilandome. Él la obligaba a hacer cosas que ella no quería, sin embargo ella las hacía, todas las mañanas era lo mismo; escuchar golpes, levantarme, bañarme, bajar a desayunar, ver a mi madre con moretones en alguna parte del rostro o cuerpo, ordenar la mochila e ir a la escuela.

Mi infancia nunca fue felíz o normal, comparada con la de los demás niños. La pasaba mal ya que en la primaria corrían rumores de mí.
Que yo era adoptada, que mi madre era una prostituta, etc.
Para no sufrir más mi madre rompió su relación con ese tipo, aunque yo sabia que lo seguía viendo. Para cuando cumpli los 16 me mandó a este internado, no con mala intención, ella decía que era por mi bien y el suyo... nunca supe a que se refería con eso.

Me comunicaba con ella por teléfono, siempre estaba ocupada buscando trabajo, yendo de compras, cocinando, limpiando; siempre buscaba excusas.

Un día decidí no hablarle, sólo para ver cuál era su reacción... ni una llamada de ella... ese día se había olvidado de mí por completo. Comencé a hablarle menos, recuerdo que una vez me enojé demasiado.

"Nunca te acuerdas de mí, que estás ocupada, que estás trabajando, se que sólo son excusas, si no te importo sólo tienes que decírmelo... igual desprocupate que al salir de aquí no volveré a casa, no volveré contigo".

Duro ¿no?

— ¿Qué haces acá?— de repente Joey aparece a mi lado.

— Puedo venir cuando yo quiero ¿no? ¿o acaso también tengo que pedirte permiso para venir y vivir mi miserable vida?

— No pero... se me hizo raro verte aquí— asiento. Le miro asustada, agarro su mano para luego ver la hora en el reloj que tiene.

— ¡Oh, mierda!— exclamo y salgo corriendo para mi habitación.

Entro y ahí está Lara con el pelo mojado mirándome con cara de querer matarme.

— ¡¿ES EN SERIO?! ¡SON LAS SEIS, NO TENGO MUCHO TIEMPO!

— ¡DEJA DE QUEJARTE QUE AL MENOS YO TE AYUDO Y NO PORQUE QUIERA!... ¡ADEMÁS ¿POR QUÉ NO LE PEDISTE AYUDA A ALMA?!

— ¿Tú crees que va a ayudarme? ¡ni siquiera sé donde está!, me metí a la ducha y cuando salí no había nadie— me encogo de hombros, quién sabe lo que estará haciendo ahora.

— Bien, siéntate ahí— le señalo la pequeña silla que está frente al espejo.— Después de esto vas a quedar DI-VI-NA— reímos.

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-birlemsg.

Internado #1 || •Joey Birlem• [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora