El sol ya había caído, y el reflejo de la luna en el mar brillaba en todo su esplendor. Era tal vez la postal más linda que la Isla podría entregar. Aún quedaban unas cuántas parejas paseando descalzos en la arena.Sentado en la arena con la guitarra, tocaba unas notas y las anotaba en una pequeña libreta. La vista era perfecta para inspirarse y escribir. Se detenía un momento a mirar el mar, y tararear la melodía. Fue entonces cuándo unos sollozos lo sacaron de su concentración, una chica corrió por su lado deteniendose unos metros más allá. Se dejó caer de rodillas en la arena y con la cabeza gacha continuó sollozando casi sin respirar.
La pequeña multitud que se encontraba cerca, murmuraron por lo bajo y continuaron disfrutando de la noche. Avriel en un impulso de segundos se levantó y se acercó lentamente a la chica. Pudo ver cómo ella se cubría el rostro con ambas manos ahogando el llanto. Acercó una de sus manos al hombro de la chica, pudo sentir como ella soltó un suspiro .
-¡¡Liss!! - gritaba un hombre joven, que se acercaba de traje. -¡¡Ay liss!!, cariño. ¿Cómo me haces correr así por la arena?- El muchacho tenía un tono amanerado que Avi no lo dejó pasar por alto. Se acercó a la chica, con dificultad y se arrodillo frente a ella.
-Vaya, creo que ya conoces a mi hermana. Soy Mitch, mucho gusto. Mis amigos me dicen Mitchy- Se dirigió a Avriel con total naturalidad..-Generalmente ella no es así. Hoy está un poco sensible, y debido a su situación. ¿Quién no lo estaría? - diciendo esto último mas a si mismo, casi como un susurro.
Avriel retiro lentamente su mano del hombro de la chica y asintió mientras este "Mitch" parloteaba sin césar. - Soy Avriel, el gusto también es mío.- dudó un poco antes de seguir hablando. - ¿T..u, tu hermana dices?, debió pasarle algo muy malo para llorar así-.
La chica quién aún sollozaba a pesar de la incómoda situación. Levantó la cabeza y limpió sus lágrimas con su puño. Inhalo todo el aire que pudo contener en los pulmones, para luego exhalarlo lentamente. Se sentó en la arena, las rodillas le dolian. Avriel y Mitch imitaron su accionar y se sentaron en silencio al lado de Lissandra.
- Déjenme llorar, quiero sacarlo de mi pecho. Con mi llanto apagar, este fuego que hay adentro. - Habló por primera vez la chica con voz temblorosa.
- Sácalo todo cariño, no te guardes nada. Decía su hermano quién comenzaba a acariciarle el cabello.
- Créeme que si no fuera por la situación, mi hermana estaría muy contenta al conocerte-. Lissandra dio un fuerte codazo a Mitch.La chica por primera vez apartó su vista para mirar lentamente a Avriel.
-Hola, soy Avriel. Avi para los amigos.- Dijo imitando a Mitch, asintiendo cómplices como manera de distraer a la muchacha.
- Ya lo ves Liss. Tenemos un nuevo amigo.- este comentario hizo que la chica rodara los ojos y soltara una pequeña sonrisa.
- No me gusta ver mujeres llorar, y menos si son hermosas. Como tú, y con tan destellantes ojos color fuego.- Recordó que aún tenía su guitarra en la mano y comenzó a tocar una melodía y tararear. Se acercó un poco más a Lissandra y comenzó a improvisar.
- Tus ojos hacen magia, son magos los abriste. Y ahora se reflejan las montañas en los lagos. -
Liss abrió los ojos como platos. Mientras que su hermano asombrado también se puso de pie para sentarse junto a Avriel. - Y además de guapo, canta cómo los dioses. - murmuraba Mitch quién aclaró la garganta para cantar.
- La luna sale a caminar, siguiendo tus pupilas. La noche brilla original. Después que tu la miras.
Avriel sonrió al escuchar al muchacho cantar de tan buena manera. Que siguió tocando la melodía. De pronto ambos miraron a Liss, y al unísono cantaron. - Gracias a tí, y a tu ojos.-
La pequeña Lissandra se había dormido indefensa sobre sus rodillas.-Oh querida, vamos a tu cuarto.- soltó su hermano al verla dormida. Con mucho pesar Lissandra abrió los ojos y se levantó con pereza para abrazar a su hermano y caminar hacía el hotel. - Gracias- murmuró Mitch esbozandole una sonrisa a Avriel.
- Espero que todo se solucione- habló Avriel con voz fuerte. Fue entonces cuándo Lissandra volteó a verlo y le sonrió en modo amigable, para luego girar y seguir con su paso.
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Miradas De Fuego.
FanfictionLissandra, una joven de 23 años forzada en matrimonio para poder heredar la empresa de la familia, Conoce a Avriel un muchacho que dedica su vida a la música. -" Hay ojos que miran, hay ojos que sueñan".._