La noche roja

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ANTES

Eran casi la una de la madrugada, me encontraba mirando con cierta impaciencia la pantalla del móvil. Desde hace tiempo, era una gran costumbre entre Aaron y yo vernos a ésta hora, la hora de nuestro secreto. Entonces mi tiempo de espera llegó a su fin, la pantalla se encendió y el nombre de él apareció de manera luminosa, éso causó que me apresurara a contestar su llamada. 

—Hey, estoy afuera —Fue lo primero que escuché de su parte al contestar la llamada, su voz había salido en un susurro. Me apresuré a mirar por la ventana, encontrándomelo ahí parado con una gran sonrisa. 

—Sí, te puedo ver. Ahora bajo, ¿Bien? —No quise tomar más tiempo así que corté la llamada y salí en silencio a su encuentro.

Ninguno dijo nada, después de un corto beso. Tomados de la mano, caminamos juntos entre la oscuridad en dirección al parque, nuestro lugar favorito para nuestras salidas nocturnas a escondidas.  

—Aaron —Hablé yo, iniciando la conversación— Debemos terminar con esto, creo que ella ya lo sabe.

—¿De qué hablas? —Preguntó él, sin siquiera mirarme. 

—Hablo sobre Emma, ha estado actuando raro hace una semana. La conoces, la conozco, ¿Y si sabe lo que tenemos? No sé de lo que sería capaz. 

—Estoy seguro que alucinas, tranquilízate. Ella está muy ocupada medicándose a diario como para darse cuenta. —Aaron rió de una forma despreocupada, lo que me hizo preocupar más a mí— deberías descansar más, no has dormido bien últimamente —Se acercó a mí sonriendo de una manera extraña, pero su beso logró calmarme apagando todas las sospechas. 

DESPUÉS

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DESPUÉS

"No te asustes!" me decía a mi misma.
"No entres en pánico!" me repetía tratando de tranquilizarme.
No podía llegar a una conclusión de lo que había sucedido. Lo único que recordaba era a mí misma volviendo a casa con él y en cuanto desperté Aaron estaba justo ahí, a un lado mío, en el suelo, desangrándose. De pronto escuche una voz, era la de una mujer  y parecía que estaba riéndose... ¿de mí? No lograba comprender.
Al ver de nuevo la sangre del chico volví a desmayarme, las preguntas y todo lo que veía bloquearon mi cabeza, al despertar estaba rodeada de policías y ambulancias.

─Señorita, ¿está bien? ¿qué sucedió? ¿quien los atacó?

Yo, mientras tanto no conseguía pronunciar nada mientras miraba todo lo que me rodeaba.

No sabía que decir, no sabía qué hacer. La situación es la peor y yo solo observaba con dolor como cubrían el cuerpo ya muerto de Aaron.

Los policías seguían preguntando, yo no decía nada, trataba de recordar pero en el intento un fuerte dolor en la parte trasera de mi cabeza apareció.
¿Qué demonios pudo haber sucedido? 


—Señorita, ¿esta usted segura de no recordar nada de lo sucedido?  —Preguntaba de nuevo el policía, a pesar de conocerlo, me sentía como una extraña en medio de una situación en la que no debería estar

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—Señorita, ¿esta usted segura de no recordar nada de lo sucedido?  —Preguntaba de nuevo el policía, a pesar de conocerlo, me sentía como una extraña en medio de una situación en la que no debería estar.

—¡No, no! —grité mientras frotaba mi rostro con frustración, me ardían los ojos, no he dormido en toda la noche y lo que más me frustra es no recordar nada— Le he dicho todo lo que recuerdo. Estábamos en el parque, volvíamos a casa y después de éso todo es negro hasta el momento que desperté con todas las personas al rededor. 

Toda la situación era confusa y un hecho demasiado repentino. No importaba cuánto lo pensara, sigue sintiéndose tan irreal lo que sucedía. Quiero despertar, tener mi rutina de siempre y en la noche poder verme con él. 

Pero cada vez que lo pienso, quiero llorar. Sé que no volverá a suceder, porque él está muerto. Aún se repite una y otra vez en mi mente la imagen de él siendo cubierto por una fina sábana, la cual podía transparentar la mancha de sangre que había en su pecho, jamás podría olvidar ésa imagen.

Su sangre brillaba ante la luz de la luna. Pude sentir como mis esperanzas y felicidad desaparecían al verlo. 

Luna De Sangre  {Completa}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora