Querer Volver

Parte Única

Más complicado que resolver un problema matemático, más difícil que decidir que palabras son las adecuadas para comenzar el relato y mucho más impredecible que el clima, porque se supone que estamos en verano pero ¿el cielo está gris?

Ayer se suponía que no lo podía ni verlo en pintura y apenas duraban unos cinco minutos antes de que todo se convirtiese en palabras que se expulsaban como fuego y maldiciones que se escuchan tal cual maleficios; hoy en cambio, algo cambió. ¿Es posible que 6 años puedan ayudar? ¿Es porque solo se necesitaba tiempo?

Lo único que quería era pasar el resto de su vida junto con él, lo había dicho en los votos y eso fue realmente lo que sintió desde el fondo del corazón, porque los latidos se sentían como pajarillos revoloteando en el estómago con fuerza contra las paredes y cuando dijo "Sí, acepto". Fue la promesa de una vida unida a la otra, un juramento que creyó infinito pasara lo que pasara.

Los momentos de la luna de miel los atesorará por siempre. Las sonrisas tímidas, las provocaciones con las manos bajo la mesa de un restaurante, los besos bajo la luna; el cuerpo sudoroso y jadeante bajo suyo pidiendo más y la satisfacción de saber que vería un rostro esculpido por ángeles, durmiente, todas las mañanas de ahí en adelante. Pero entonces no entendió porque en menos de lo que pensó, el espacio entre ellos se volvió más grande, las excusas para compartir la cama, se hacían constantes y siempre por lo mismo: estoy muy cansado, ahora no. Él hundido entre pilas y pilas de papeles y las horas de trabajo extra para alcanzar un puesto más alto consumían por completo su tiempo. Por otra parte, Kibum también. Su lucha por convertirse en un profesor permanente en la Universidad de Arte se cumplió y las noches que antes eran de cenas con las velas encendidas o de dos cuerpos amándose bajo sábanas deshechas, o simplemente abrazados viendo televisión, fueron opacándose tras la sombra de comidas recalentadas y discusiones porque Kibum le reclamaba de que tenía que asistir a las reuniones de padres y maestros. Tu hija también, no es solo mía. No eres el único que está cansado pero actúa como padre, ¿quieres?; vociferaba fastidiado, cansado también.

Recuerda el momento en que vieron al pequeño ser con su mechón de cabello con su ropón rosa y como los ojos de Kibum se iluminaron al cargar a la pequeña niña con suavidad, meciéndola y hablándole de una manera dulce. Los ojos del bebé estaban enfocados en los suyos directamente y sonrío. Sus pequeños ojitos brillando y había tomado uno de sus dedos entre su mano, apretándolo mientras balbuceaba. Los ojos de Kibum se conectaron a los suyos y él no pudo resistirse. Porque él aún se mostraba dubitativo ante la idea y pensaba esperar hasta los 35 como siempre lo había pensado, pero los dos seres lo dejaron sin arma ni escudo. Justo como ahora.

Pero es un poco difícil por no decir imposible si lo piensa. Volver a seis años atrás ya no es lo mismo. Porque ambos cambiaron y cada uno hizo de su vida caminos diferentes. Aunque el sentimiento ha vuelto... o puede que nunca se fue, siempre estuvo allí solo que no fue lo suficientemente valiente y fuerte como para mantenerlo.

Ver esa sonrisa tan sincera, las risas no forzadas cuando su hija y Kibum comparten abrazos y grititos de júbilo, le hacen volver a cuando ella tenía diez y había sido ganado el concurso de deletreo. Kibum la había alzado por los aires, dejando que su cabello que caía con gracia y brillantez sobre los hombros, bailara y se meciera mientras ella sonreía, feliz. Sí, feliz.

— Pa', ¿no hay premio? He sido primer puesto, eh — muestra una mirada suplicante y manipuladora, en cierta forma. Le recuerda a Roo: ojos grandes, cara de perrito. Es adorable.

— El mejor premio es la satisfacción de haber ganado—responde con parsimonia, revolviendo su cabello planchado. Sabe que lo odia, pero le gusta hacerlo.

Ella frunce el ceño y mira a su padre, molesta. Jonghyun solo ríe.

Kibum y él han podido volver a la "normalidad" hace unos dos años. Han llegado a un acuerdo y ahora pueden tratarse como amigos. Es el acuerdo en que básicamente quedaron por el bien de la niña. Solo que algo cambia cuando Jonghyun vuelve a mirar de soslayo Kibum mientras conduce. Está igual que siempre—otro color de cabello—; puede que hasta más sexy .Los tres irán a comer. Celebrar el premio de la adolescente de 16 años en el concurso de dibujo. Eres igual a él, piensa y una sonrisa se forma al oír como su hija y Kibum hablan y discuten también, son tan empecinados.

En un momento, Kibum lo mira y le sonríe; Jonghyun no sabe cómo reaccionar. ¿Es posible volver...? Pero su hija está que lo molesta revoleteándole el cabello desde el asiento trasero y pidiéndole un nuevo celular.