Capítulo 7

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Arena:

La verdad es que simplemente... estaba flipando.
No me lo podía creer. Acababa de verlos, ¿yo? ¿No estaría soñado? Los tipos a los que me entran ganas de matar cada vez que los oigo, había visto a esos dos en el móvil de Clara.

Ruth acababa de irse y Leyre y yo estábamos muy emocionadas porque teníamos otra pista más. En cuanto a Clara, ella estaba más emocionada porque su cámara había funcionado.

Aún así, yo seguía un poco inquieta. Aquella chica se me hacía muy familiar aunque no se le viera la cara, la verdad, no sabía porque. Lo deje pasar y me volqué en lo que habíamos conseguido. Por el aspecto físico de una persona puedes deducir muchas cosas, sobre todo si sabes que se dedica a algo ilegal en un recinto cerrado que la policía niega que sea suyo cuando en realidad si que lo es o algo parecido.
El hombre parecía ser alguien importante en aquella trama por su forma de vestir. Tenía los ojos de un negro oscuro y el pelo del mismo color. Su tez era un poco más morena que la de la chica.
La chica parecía más relajada, pero se notaba que no iba ahí a pasar el rato. No se le veía la cara porque daba la espalda a la cámara. Su pelo, lo único que se podía apreciar de ella, era rubio y caía en su espalda como una cascada.

A los dos días siguientes (lunes):

El fin de semana fue realmente aburrido. Por eso, aunque suene rarísimo y parezca que soy una chica extraña, me alegre que llegará el lunes para mantenerme ocupada.
Llegué y, con cuidado, pase por los aspersores. Tocaba inglés así que no me preocupe por retrasarme. Ya que nos lo da el director,y llega siempre un pelín tarde.

Era primera hora y ya me aburría. Esperé pacientemente a que llegará el recreo.
Me junté con Leyre y Ruth y dimos un paseo.
Nos cruzamos con Clara, que iba acompañada por unas chicas que supuse que serían sus amigas. La saludamos con la mano y ella nos devolvió el saludo con un gesto de cabeza. Luego, articuló con los labios algo que traduje como《Nos vemos después》.Supongo que se refería a después de clase.
Asentí con la cabeza antes de perder el contacto visual.

Por fin (Santa María de Atenea pensaba que nunca llegaría este momento) llegó la hora de comer, así que nos dirigimos al comedor.
Después de tragarme la basura de comida (PD: ODIO la verdura y eso es lo que había para comer. No quiero que nadie se ofenda), volví a la última clase que nos quedaba.
Cuando terminó, me dirigí con Ruth y Leyre a la rotonda donde nos esperaba Clara.
Nos la encontramos apoyada contra el muro mirando el móvil y jugueteando con una hoja. Nos recibió con una sonrisa.

- Tengo grabada la reunión que han tenido hoy y también tengo jugosas noticias - anunció.

- Uuu, suena bien - dijo Ruth pícara.

- Mi madre es una gran espía - añadió Clara.

- ¿Quién es tu madre? - pregunté.
- Pues la que me ha parido - repuso.

- ¡En serio! - dijo Leyre sarcástica - No me lo esperaba.

Nos echamos a reír y cuando al fin se pasó el ataque pude volver ha hablar.

- Me refiero - expliqué -, a que hace tu madre, a que se dedica en las cabañas.

- Ella es la responsable de seguridad, así que se las apaña muy bien para cubrirnos - contestó.

- ¿La has hablado de nosotras? - intervino Ruth.

- Sí, como no.

- Bueno, ¿podemos dejarnos ya de enrollamientos y ver la grabación? - se inpacientó Leyre.

- Claro que si, guapi - resolvió Clara.

Nos reímos y comenzó la grabación.
Está vez la chica no daba la espalda a la cámara. Se la veía perfectamente.
Tenía unos profundos ojos azules, era un poco palida y tenía los labios rojos.

La Cabaña De Al Lado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora