NARRADOR OMNISCIENTE
Un último martillazo, y el muro se derrumba, dejando al fin una salida por la que escapar de aquel infierno en llamas. Con las pocas fuerzas que su cuerpo podía hacer, Harry agarra a Zoe y la empuja hacia el exterior, cayendo él al suelo tras el esfuerzo. A punto de quedar inconsciente, estira su brazo, con la esperanza de que Zoe lo ayude a salir de allí. Zoe acerca su brazo al de Harry, pero antes de conseguir apenas rozar sus manos, un hombre con uniforme la agarra y la aparta del muro, justo a tiempo. Las vigas y ladrillos en llamas caen sobre el débil cuerpo de Harry.
-¡¡¡¡¡HARRY!!!!! ¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOO!!!!! -un grito agonizante sale de la garganta de Zoe.
La tensión del momento hace que Zoe pierda la consciencia. Un par de auxiliares la suben a una de las ambulancias allí presentes y la dejan en observación. Pero ahora ella no es el problema. Hay que sacar a Harry de aquel lugar. ¿Seguirá vivo? Esperemos que sí. Pero si no es el caso, su cuerpo no debe permanecer ahí dentro. Los bomberos se equipan adecuadamente y, entre todos, comienzan a retirar ladrillos y vigas mientras extinguen el fuego con mangueras.
Unos largos minutos más tarde, el cuerpo de Harry aparece entre los escombros calcinados. Inmediatamente, los bomberos lo agarran con cuidado y lo examinan, con la esperanza de que el chico aún mantenga su vida.
"¡El chico vive!", "Pasadme una máscara", "Tiene el pulso muy débil". Éstas son algunas de las frases que se oían en ese momento.
De repente, el marcador de pulsaciones comenzó a sonar rápidamente. El corazón de Harry empezaba a morir.
-¡Lo perdemos!
-¡Traed el desfibrilador!
-Cargando a 200...-el enfermero carga la máquina y posiciona cada placa en el pecho de Harry. Su cuerpo salta inmediatamente.
-Cargando a 250... -el proceso se vuelve a repetir, pero es en vano.
(...)
Zoe's POV.
Fuertes punzadas se apoderan de mi cabeza, causándome un dolor insoportable. Poco a poco abro mis párpados doloridos. Cuando consigo enfocar la vista, me veo rodeada de blanco. Paredes blancas, sábanas blancas, muebles blancos... Todo es blanco. Miro mi brazo izquierdo, el cual tiene una aguja que me proporciona suero. Estoy en el hospital, al parecer. Trato de levantarme, pero inmediatamente me dejo caer en la camilla, mareada. Mala idea, Zoe. Miro mi atuendo. Una bata blanca, para variar, con puntitos grises cubre mi cuerpo desnudo, exceptuando una parte en mi trasero. Me incomoda bastante no llevar nada debajo. ¿Cómo me habrán puesto la bata? La idea de pensar que un viejo me haya podido tocar me da escalofríos. La verdadera pregunta es...¿cómo y por qué he acabado aquí?
Empiezo a jugar con el mando de mi cama, la cual sube y baja lentamente. Abren la puerta y dejo el mando rápidamente en la mesita auxiliar que hay a la derecha de la cama, pero se cae al suelo y se desmonta. La enfermera me mira atónita. Serás lerda, Zoe. La mujer, de unos treinta y pico, se sienta en un pequeño taburete a una costado de la cama, coge una carpeta y bolígrafo y me mira, como si esperase que le hablara. Subo las cejas, dando a entender que no sé a qué ha venido.
-Usted es Zoe Marie Hamilton, ¿verdad? -la mujer tiene la voz muy aguda, bastante desagradable. Asiento como respuesta a su pregunta-. Bien, y ¿cómo te sientes?
-Pues de momento bien, aunque me duele la cabeza bastante -digo tocándome la frente-. Oiga, ¿me puede explicar qué hago aquí?
-Tuvo un accidente. En el teatro de las afueras de la ciudad, se incendió. Lleva tres días inconsciente.
Un desagradable escalofrío recorre cada milímetro de mi débil cuerpo. Empiezo a recordar todo. La cita, el teatro, el fuego...Harry.
-¿Qu...qué ha pasado con Harry? -pregunto, con la voz temblorosa.
-El chico que la acompañaba, Harry ha dicho, ¿verdad? -asiento nerviosa-. Bueno, eh...según los informes, parte del edificio se derribó encima suya.
Las lágrimas amenazan con ser derramadas. Por favor que no le haya pasado nada a Harry. Mi pequeño...Mi Harry.
-¿Él...él está bien? -pregunto, a punto de derrumbarme.
-Ahora mismo está en observación. Ha sufrido una rotura en el radio izquierdo y varias costillas magulladas. Y bueno...siento decirle, señorita, que...se encuentra en estado crítico.
-¿Cómo de crítico?
-Está en coma.
