14. ¿Tienes miedo?

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Ky queda sin habla desde que salen del instituto.

Llegan a casa de Stefano lo cual provoca en la cabeza de ella una loca idea referente a "Me meterá en su habitación, me meterá en su habitación, me meterá en su habitación, me meterá en su habitación, me la meterá en su habitación" y los impases que eso implica.

Pero él evade la entrada y se va directo al borde del alambrado que divide cualquier domicilio familiar con la fábrica abandonada.

Antes de pasar el ingreso (la parte rota del alambrado), él se detiene y observa a su chica de arriba abajo:

-Te quedaste sin palabras.

La rubia abre la boca sin poder articular nada con determinación.

-Ahora eres dócil-la sigue provocando sin atisbo de compasión-. Te noto como un cachorrito; muy diferente a la perra rabiosa que le daba una patada en el culo al viejo Stefano.

-¿Qué quieres?-pregunta ella, por fin.

-Creo haber sido claro, antes.

-¿Me forzarás a tener sexo contigo?

Las palabras salen desde el interior más irascible de la chica. Hay un nudo en su interior capaz de reventar en cualquier momento.

-No-responde él arqueando una ceja-. A menos que eso te guste.

Depende la situación, piensa Ky como si fuese tan fácil poder decirlo en voz alta, con la misma soltura que él. De pronto desea tener al menos una pizca del coraje de Tachas al expresar lo que quiere.

-Vamos.

Stefano camina hasta la parte posterior de la fábrica abandonada.

Distinto a otras ocasiones, él ahora evade la entrada principal para ir en busca de algo diferente.

La rubia anda tras él y descubre que en ese viejo patio trasero, hay algo tan extraño como la fábrica misma: piletones podridos y cubiertos en nailon.

-¿Qué era esto?-pregunta ella.

-Una fábrica –él se hace notar por la obviedad y encuentra las puertas que dan entrada a un sótano o subsuelo.

-Ya lo sé pero de qué: hay armas, disfraces, piletones con olor a químicos para el cabello. ¿Acaso tienes un guardarropa personal?

Él sonríe y la invita a bajar.

La chica siente escalofríos en cuanto divisa el pozo negro que se alza frente a ambos. El frío y lo lúgubre se hace palpable.

-¿Piensas matarme?-bromea Ky pero él no se inmuta.

-Puede que sí.

Stefano se mantiene impasible unos tensos segundos pero luego sonríe y se marcan sus dientes blancos como los colmillos de un león.

Algo se mueve en el interior de ella frente el enigmático gesto del chico cual provoca cierta decisión desde lo más profundo de la rubia: confrontarlo. Dejar de ser el cachorro dócil.

-No podrías matarme. No a mí.

Las palabras quedan resonando mientras se mete al subsuelo: a la cueva del diablo.



El crujir de las tablas genera la sensación en Ky de que en cualquier momento podría rozar un agujero y caer de modo interminable así que busca su móvil para iluminar sus pasos en cuanto Stefano entra con ella al recoveco y cierra la portezuela a sus espaldas.

-¿Llamarás a la policía?-pregunta el chico, sorprendiéndola demasiado cerca. Tanto que el calor de su aliento le acaricia en la nuca.

-Sólo de ser necesario.

-Sólo si quieres una orgía.

Ella busca darle un codazo en las costillas pero la mano de él aterriza en el codo de ella.

-No te resistas. Amas esto tanto como yo.

Stefano se mantiene provocador.

Una pizca de paz parece llegar a Kylie en el momento que uno de sus pies aterriza en suelo firme.

-¿Dónde está la luz?-pregunta arrojando manotazos.

-A tu izquierda.

Kylie sigue la orden de Stefano y el brillo del móvil ilumina un tablero de luces. Ella levanta la primera que encuentra y un rojo intenso se impone en su visión. La primera reacción de Ky es cubrirse la vista pero de a poco se va acostumbrando.

Finalmente distingue a su alrededor un entorno muy particular: hay un bar, un mueble con bebidas, una mesa de billar y sillones forrados con terciopelo.

Ky sigue observando, completamente desencajada, lo que la luz color sangre muestra. Hasta deja caer la mochila con sus cosas al suelo.

-¿Tienes un pub privado?-pregunta Ky buscando a Stefano.

-Más privado que nunca.

Y lo encuentra.

A sus espaldas.

Completamente desnudo.



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#MALOS #ELORIGEN

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