CAPITULO I

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El sonido de la televisión sonaba por toda la casa junto con los pasos de Wester. Una chica linda, era alta y cabello negro, ojos color verde. Esa mañana se había levantado diez minutos tarde y estaba más apurada de lo normal. Corría buscando su cepillo de dientes cuando una noticia capto su atención.

hoy, en la calle #14. sucedió otro asesinato. la policía esta investigando desde la mañana, han encontrado cabello y sangre en la escena del crimen. Los dos pertenecientes a Yiaimi Epuryu, estudiante de la academia Beliak di Lu, con tan solo 17 años. El sospechoso Piore Vi Canti fue encontrado en la escena del crimen a las cinco en punto. Cuando un hombre salía, rumbo a su trabajo. La policía ha interrogado...

La madre de Wester quien estaba en la sala, apago el televisor en cuanto noto la presencia de su hija, mientras se dirigía a la cocina sigilosamente.

-Wester, querida. sabes que no es agradable que veas este tipo de cosas y menos a escondidas.- Su madre, Leigya Suitre. Era una persona muy frágil ante este tipo de cosas y no le gustaba que Wester viera cosas tan "grotescas" como esa. Mas a Wester nunca le importo.

-Es la realidad, madre.- Señalo Wester mientras caminaba hacia la nevera, sacando un bote de jugo y sirviéndose un poco.- no podrías ocultármela aunque me encerraras en una caja. Algún día tendría que saber. y si me lo ocultas, mi vida girara en la ignorancia.- Wester encontró su cepillo unas minutos después. Termino de arreglarse y salió.- vuelvo en ocho horas, madre.

- Que estés bien, Wester.- su madre volvió a encender el televisor una vez escucho la puerta cerrarse y continuo viendo las noticias. Wester, en cambio, tomo su mochila y se coloco sus audífonos. Llego a su instituto, a su salón, y se sentó en la penúltima banca de la fila de la izquierda. Aburrida, saco un libro y comenzó a leer, su titulo: El misterio en Terreyr. A ella le gustaba sentarse y leer por horas y horas, libros de misterio y horror.

La campana sonó a las 7:45, guardo su libro, desconecto sus audífonos y puso atención al frente.

-Buenos días, estudiantes. Tomemos asistencia y continuemos.- Wester escuchaba con atención, mientras se comenzaba a desesperar; Era temprano y no le gustaba para nada tener que estar sentada durante horas en un pupitre.- Hemilo... Wester Upriana Suitre.

-Presente.- Después de confirmar que estaría en ese banco por el resto del día, tapo sus oídos. Su actitud siempre era así por las mañanas pero después cambiaba radicalmente. Eran las ocho y cuarto, sonó la campana y camino hacia sus amigas. Lerho y Serya, sus amigas desde la infancia, pero no eran las únicas. Wester era tan simpática que incluso los maestros le tenían afecto.

Wester sonrió en dirección a sus amigas y las saludó. Pasaron todo el receso hablando de tonterías, Lerho había conseguido una confesión y estaba emocionada por contarlo.

-... Me llevo a un hermoso parque, lleno de flores, era hermoso...- Wester, saco una bolsa donde tenia pedazos de carne aun calientes y comenzó a comerlos mientras escuchaba.- Wester, ¿por qué siempre tienes algún tipo de carne para el desayuno?.- pregunto mientras esta se llevaba otro pedazo de carne a la boca. Era jugosa, estaba en su punto a Serya y Lerho se les hacia agua la boca.- dame un poco Wester.

-no, es mía. a demás ¿Qué decías de tu novio?.

-no cambies el tema, solo dame un poco...- Lerho se estiro tratando de llegar a ella pero no la alcanzaba.

-no-o - Wester soltó una risilla mientras veía a su amiga tratar de llegar a ella.- hey, chicas ¿escucharon lo de las noticias?.- dijo tratando de cambiar de tema. Lerho cambio su actitud y se sentó en su silla.

-sí, pero no se mucho. mi madre y mi padre apagaron la televisión antes de que terminara de escuchar.- dijo Serya.

-los míos igual. dicen que el verdugo a vuelto, fue una estudiante de la otra academia. dice que solo hay un sospechoso. Pero pienso que él no es el verdugo, quiero decir. Es un viejo, tiene mínimo sesenta años. tiene medio pie dentro de la tumba.- siguió Wester.

-pero es el único sospechoso que ha encontrado la policía desde el inicio del verdugo, no puedes negar que cualquiera podría ser... ¡hasta tú!- grito Lerho.

-no juegues con eso tonta.- Wester, se paró y comenzó a hacerle cosquillas a su amiga Lerho, después Serya se les unió y jugaron el resto del receso.

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Mr. Z.

El verdugo de cristoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora