Hermano mío, hermana mía.

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Advertencia. Solo eso, advertencia.

(Abril, dimensión de ángeles)

Aprire abrió la puerta con brusquedad y entró al lugar mientras decía:

-No tan rápido, hermano mío

Ella coloca sus manos sobre su cintura y sonríe, utiliza esa sonrisa de superioridad y esa mirada orgullosa que mostraba normalmente. Abril y Michael entran detrás de ella y se colocan a ambos lados, quieren hacerle ver al impostor que tendrá que devolver la vida que robó.

Sin embargo, Aprire, tiembla, no sabe qué hacer, cómo actuar, está en blanco. Él no es como sus súbditos, que obedecerían cualquier orden solo con ella mover sus labios. No lo conoce lo suficiente como a Mohamed y su grupo, cuyas acciones fueron predecibles desde un principio. No tiene nada, su única ventaja sería la falta de experiencia de su oponente en ese mundo.

Aprire hace una seña a Abril, no quiere que ella se acerque mucho, primero debe planear algo.

-¿Cómo has estado, hermano?- dice Aprire mientras camina paso a paso hacia él –Debo decir que te vez divino, muy guapa

Aprire parpadea y ríe, como si de una conversación normal se tratara. De momento, tratará de eliminar su miedo halagándose a sí misma.

-Debo decir lo mismo de ti- responde el impostor –Te adaptaste bien a mi cuerpo, cada movimiento luce tan natural...- él solo la mira, no la detiene, no se aleja, solo observa.

-Estoy acostumbrada a cambiar de recipiente- admite Aprire, aún sin detener su andar –Aunque no puedo decir lo mismo de ti, te mueves de manera tan brusca... deja que tus movimientos sean más fluidos, me haces ver terrible

Aprire ha llegado frente al impostor, y él solo la observa, con la misma sonrisa que ella tiene. Sonrisas de orgullo y poder, miradas agresivas y posesivas. Cualquiera pensaría que uno es el reflejo del otro, que solo uno es real y el otro es una mera imitación de un espejo. Pero no es así.

-¿Qué crees que lograrás viniendo a mis dominios?- pregunta el impostor.

-¿Tus dominios?- se burla Aprire –Son mis dominios, yo creé todo esto

-¿Y crees que renunciaré a todo esto solo porque volviste?

Aprire le mira de arriba abajo.

-No lo pensé ni por un segundo- responde ella –Pero lo recuperaré por la fuerza si es necesario

Él solo ríe, no la cree capaz de vencerlo, y para ser sinceros, tampoco Aprire lo cree.

Mientras tanto, miembros del ejército de Aprire miraban la escena, confusos, decidiendo quién era la verdadera Aprire. Era obvio que alguien mentía ahí, pero si alguno daba una orden, no sabrían a quién obedecer. ¿A quien luce como Aprire y dice ser ella? ¿O a quien solo asegura ser Aprire?

-¿Y ellos cómo sabrán que no eres tú el impostor?- pregunta el hermano, señalando al ejército y poniéndolos a prueba.

Y ellos se miran entre sí, definitivamente no saben a quién creerle.

-Fácil- responde Aprire –Apuesto todo mi reinado a que no puedes decir ni veinte nombres de tus súbditos... yo los conozco a todos, sé sus nombres, sé sus vidas, sé sus anhelos, porque soy la verdadera Aprire, ahora, devuélveme mi cuerpo

-Eso jamás

Aprire mira de reojo a Abril. La humana le había dicho que conocía la manera de recuperar su cuerpo, y aunque le advirtió de que la idea no le agradaría, Aprire no quiso escuchar, ni siquiera preguntó por el plan, solo ordenó que en cuanto diera la señal, el plan se comenzara.

El génesis de Aprire [Las crónicas de Abril #5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora