Javi, Alba, Ana, May, Andrés, Lucía y yo, nos dirigimos a Torrevieja, Alicante a un chalet que tengo por allí.
Por fin llegamos a la casa, dejamos las maletas y nos vamos a comer a un centro comercial cercano.
Llegamos a casa a las doce de la noche.
Andrés y yo dormíamos en la cama grande, Alba y Javi en el sofá-cama, Ana, Mei y Lucia en las pequeñas.
Eran las tres de la madrugada, Andrés fue al baño y Javi también.
-Andrés pasa, mea tu primero, yo te miro. Dijo Javi con la voz algo pícara.
-Pasa conmigo, dijo Andrés.
Javi está algo nervioso, quiere comérsela pero, no sabe si Andrés querrá.
-Javi, comemela pero no hagas mucho ruido quiero probar tu boca en mi polla.
Javi le baja su pantalón y empieza a comérsela.
Tardaron quince minutos hasta que se corrió. Entré porque escuché sonidos de placer.
-¿Qué pasa? Grité.
Se levantaron todas para ver que pasaba.
Para su sorpresa y la mía, sobretodo, nos encontramos a Javi con la polla de Andrés en su boca.
Queríamos salir de allí lo mas rápido posible, no quería seguir recordando ese momento. Pero de pronto nos sorprendió una especie de luz fantasmal por la puerta.
-No gritéis tanto. Dijo aquel espectro del sielito lindo.
Nos cegaba su luz brillante. Cada vez que recuerdo esa imágen me viene a la mente aquellas noches de verano roneando a la chavalada de Gandía. Fue mágico.
Se fue destrozando todo lo que pillaba por su paso y decidimos volver a la cama, pero esta vez Andrés durmió en el suelo.
Al día siguiente, nos fuimos todos a la playa y a comer por ahí.
Javi y Alba no dejaban de mirarse con una cara un tanto extraña y cuando nos quisimos dar cuenta se habían ido, no quisimos darle muchas mas vueltas. Definitivamente, se habían ido al baño, nos dimos cuenta al escuchar un gemido que provenía de allí. Nos dirigimos raudos al baño y vimos a Alba sentada en el lavabo y Javi comiendole todo el pussy.
-¡Qué hacéis aquí! Gritó Alba Los demás empezamos a reír como si de una broma se tratase.
Por fin llegamos a casa de nuevo cada uno hacía sus cosas mientras que Lucía, Alba, Ana, May y yo nos fuimos a la piscina de la urbanización. Éramos felices hasta que Ana desapareció.
Estuvimos buscándola todo el día. Finalmente, no pudimos hacer nada mas que buscar a la policía y dejarlo en sus manos.
Fuimos derechos a casa pero Lucía y Mei se habían adelantado.
Al llegar los demás, sorprendimos a las dos besándose apasionadamente y decidimos dejarles e irnos a dar un paseo para despejarnos.
En la lejanía vemos a una persona parecida a Ana. Estábamos sorprendidos, corrimos hacia ella pero de repente otra chica se acerca igual que ella hacia nosotros y nos saluda diciendo:
-Hola, soy Ana.
Echamos a correr pero empezaron a venir millones de Anas.
Los demás paran de correr y tenían una especie de cremallera en la frente, se la quitan y... eran ella...
No podía creerlo, quería morir... todas me perseguían.
Llego a casa y me encierro con millones de cierres pero empezaron a romper ventanas y puertas... no podía mas...
Una de ellas se acercó y me dijo:
-Queremos poseerte y que seas nuestra esclava sexual.
Vinieron todas hacia mí y me empezaron a desgarrar la ropa. Me quedé totalmente desnuda. Entonces, empezó a suceder algo extraño. Empezaron a fundirse contra el suelo, gritando:
-El team Rocket despega de nuevooooooo!
Aparecieron todos mis amigos.
Se acercaron a mí y con cuchillos me cortaron por todo el cuerpo.
Y empezaron a hacer una orgía...
Estaba llorando y quería desaparecer. Pero sin esperarselo nadie apareció Ana, brillaba y me cegaba su luz celestial, les dio una palisa gitana con mucho amor y arcoiris. Bueno arcoiris no pero se fueron a la puta.
Cuando todo terminó se acercó hacia mí y me susurró:
-Si nesesita reggaetón dale, mami no pare.
Me sedujo con esas palabras filosóficas.
Desde entonces Ana y yo vivimos felices en la casa de campo de nuestra puta madre junto a Hitler (nuesto hijo).
