《La Cocinera》(Jin Y Tu) +18

01

POV ________

- ¡La comida esta lista! - exclame emocionada y sonrei satisfecha mirando el platillo que se hallaba enfrente de mi.

- Wa, se ve delicioso - dijo embobado Henry, mi mejor amigo.

- Sabes que hicimos un trato - le golpie y sonrei.

- Ya se, aqui tienes - rodo los ojos divertido y de su mochila saco un poster.

- ¡EXO! - exclame casi arrebatandoselo.

- Ya, no se que le ves a esos, estoy mejor yo.

- Sabes que no - lo mire y me rei.

- ¿Ya puedo comer?

- Adelante, traga baboso - me burle y mire como Henry ataco literalmente la comida y no paraba de comer.

- ¡Que rico! - hizo una cara graciosa.

- Soy la mejor cocinera de todo Corea - dije y sonrei orgullosa.

- Eso todos lo saben tonta, por cierto ¿cocinaras para esa cena especial del presidente y del tal actor Jin? - pregunto y me miro fijamente.

Realmente no quiero cocinar pero recuerdo como casi me rogo el secretario del presidente para que les cocine en esa supuesta cena especial para hablar de cosas importantes.

- No lo se, sabes que ya no cocino para nadie.

- Ah, eso si que es un desperdicio, tu comida es tan deliciosa que todo el mundo deberia de probarlo.

- Tsk, ya, sigue comiendo.

Mire a Henry y me detuve observando su perfil tan hermoso, es mi mejor amigo, pero desde hace un tiempo me siento atraida por el.
Me gusta, pero no quiero estropear nuestra buena amistad por mis estupidos sentimientos.

- ¿Quieres ver tele? - me pregunta Henry derepente.

- Si.

Ambos nos dirigimos a la sala y nos recostamos en el suave sofa mientras prendiamos la tele.

Al prenderlo el canal estaba en las noticias.

- Oh, ¿ese no es Jin? - pregunto confundido Henry.

Enfoco mi vista a la tele y alli aparecia una multitud de fans que rodeaba a Jin. El actor mas pedido de Corea, singular por su belleza y perfecto cuerpo y su gran vida llena de lujos.

Todas las chicas mueren por el, pero para mi es un gran patan, cada semana se mete en lios con la prensa por tener cantidad de mujeres.

- No es tan lindo - digo y hago una mueca.

- ¿Verdad? Eso vengo diciendo desde siempre y nadie me cree.

Suelto una risita y seguimos mirando la tele hasta la noche.