CAPITULO II

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Wester paso las siguientes horas distraída, no tenia intenciones de irse a casa, ni de enojar a ningún maestro pero lo había logrado.

-señorita Upriana. Salga de mi clase, por favor.

Wester obedeció y salió. recibiendo así un regaño insignificante por parte de la maestra. Rodo sus ojos y dejo de escuchar. Después del pequeño regaño que paso. Le dio paso a la clase y entró. siguió igual durante el resto del día, mas a los maestros no parecía importarles, varios de sus compañeros se habían dormido, ¿por qué ella no podría distraerse un poco?.

Sus clases habían terminado y era hora de regresar a casa.

-madre, estoy en casa.- saludó, su madre estaba en la cocina, preparando la comida. vegetales y pescado frito. Wester subió a su habitación e hiso los arreglos necesarios.

-Wester, la comida esta lista. baja.- su madre dijo desde el piso de abajo. Wester bajo con paso lento y se detuvo en el pie de las escaleras, mirando a su madre poner los platos y los cubiertos en la mesa.- siéntate.- Wester se sentó en la mesa, dieron las gracias y iniciaron a comer. la mano de Wester bajo la mano por debajo de la mesa e hiso un movimiento, marco al numero del teléfono en la cocina, su madre se levanto y contesto.- ¿bueno?... ¿Quién habla?.- por el otro lado de la línea no se escuchaba nada.

mientras tanto Wester, metía los trozos de pescado en una bolsa. Cuando termino. rápidamente la guardo en su regazo. Escucho como su madre colgaba la llamada y veía el número en la diminuta pantalla.

-Este número lleva marcando desde hace dos meses, debería hacer que la policía lo rastrease, esto no es normal.- dijo mientras volvía a sentarse y después coloco el teléfono a un lado, en la mesa. Wester había comprado un celular para los últimos tres meses y poder hacer sus estrategias. Mas pensaba que ya no serviría para otro mes. lástima.- Wester termino de comer los vegetales y levanto su plato.- y como siempre, terminas tan rápido, ¿acaso masticas lo que te metes a la boca?. solo hazme un favor y no te ahogues con ella ¿si?.

-lo recordaré.- Wester subió de nuevo a su habitación, hiso todo lo que tenia pendiente y después de unas horas bajo de nuevo.- madre, saldré con unas amigas hasta tarde, volveré en unas horas.

-esta bien, cuídate.- Wester se dirigió a un parque cercano a su instituto. Dio un par de vueltas en el parque, se sentó en una banca y saco una bolsa, más carne. Comió los pedazos de carne con lentitud, saboreando todos los pequeños pedazos. Dejo escapar un sonido de molestia, y hablo para si misma.- se esta acabando.

Cuando volvió, encontró a la policía fuera de su casa y a su madre hablando con ellos. Tenian una bolsa con ellos.

-señora... seguramente, solo fueron un par de estudiantes bromistas.

-oficial, el numero lleva marcando desde hace dos meses, algunos estudiantes no pudieron haber mantenido esto tanto tiempo, además, ¿por qué arrojarían el celular al lago?.- su madre estaba de brazos cruzados.

-déjalo, madre.- dijo Wester mientras entraba en la casa. haciendo a su madre a un lado.

después de una larga discusión de su madre con el oficial. Se retiro el policía. Su madre estaba preparándose para dormir. Se dieron las buenas noches y entraron a sus camas.

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Mr. Adam.

El verdugo de cristoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora