¡Oh! ¡Qué ironía! En noches llenas de poesías moje de lagrimas el papel, sentí ardiente una música en mi piel.
Esta sinfonía confusa y perfecta me abrió los oídos y me guío al cambio.
Quiero aclarar que en cada poesía le escribo a mi vida y cada salida que tomé para llegar a aquella sinfonía que hoy me guía y describe quien soy divide mi hoy de mi ayer despreocupandome por el futuro, esa, esa es mi sinfonía.