Por la eternidad.

A pesar de todo estaremos juntos.

     Me encontraba sentado fuera de la habitación donde estaba el amor de mi vida siendo revisado por los doctores, le quedaba poco tiempo...no paraba de temblar y era imposible controlar mi llanto, estaba sumido en una depresión total, dentro de esa habitación se encontraba luchando el amor de mi vida, ahhhh...Aun recuerdo, aun recuerdo el día en que me dio la noticia mas triste de toda mi vida. 

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     -¡Madara!.- Ya había salido del trabajo, llegue al rió donde Madara dijo que nos encontráramos, al parecer tenia algo que decirme...Me lo encontré de espaldas sentado a la orilla del rió.- Mi amor, al fin salí del...- Pare en seco mis palabras al escuchar sollozos que provenían de mi azabache.- ¿Amor?.- Me senté a su lado viendo las lagrimas escurrir por sus bellos ojos.-¿Que sucede?.- Estaba intrigado de verlo así, el nunca lloraba, debía ser algo grave...Se aferro a mi pecho y lloraba, trataba de calmarlo acariciando su cabello largo.

     -Hashirama...-Dijo mi nombre entre sollozos.

     -Dime Madara por favor...- Lo tomo de la barbilla para levantar su rostro y verlo a sus ojos los cuales estaban rojos de tanto llanto.

     -No se como decirte esto...

     -Puedes confiar en mi y lo sabes Maddy...

     -Es que...Fui a hacerme unos estudios...-Comenzó a decir mientras lo escuchaba atentamente.- Y...Me detectaron...Una enfermedad...

     -¿Que...enfermedad?

     -...-Se quedo en total silencio.

     -¿Madara?.- Estaba muy preocupado por el.

     -Tengo...Cáncer terminal...- Al escuchar eso estaba en un estado de shock, no lo podía creer...Sentí como mi corazón se había roto en mil pedazos y comencé a sollozar para dar paso a las lagrimas, lo abrace con todo mi amor.

     -No te dejare solo en esto, te apoyare Madara, te amo...- Se quedaron ahí un rato sin despegarse el uno del otro, sintiendo el calor del contrario.

     Ya estaba oscureciendo, por lo que decidieron ir a casa, se dirigieron a su habitación y se acostaron en la cama, Hashirama tapo con la sabana a ambos mientras Madara abrazo al mayor.

     -Hashi...- Susurro Madara viéndolo a los ojos.

     -Maddy...- Se besaron con pasión y las caricias subieron de tono, la ropa de ambos desaparecía de sus cuerpos teniendo mas libertad de explorar el cuerpo del contrario, lo único que se oía en la habitación eran gemidos y jadeos por parte de ambos, una noche mas Hashirama lo hizo suyo, al terminar el acto cayeron en un profundo sueño abrazándose amorosamente.

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     -¡Amor, ya llegue con tus chocolates favoritos!.- Hace varios meses que Madara fue hospitalizado debido a que el cáncer se expandía cada vez mas en el, haciendo que se ponga debil, Hashirama estaba todo el tiempo con el, día y noche, Madara estaba en su cama mirando por la ventana, al escuchar a su Senju volteo a verlo.

     -Gracias cariño...- Tomo la caja y degusto un chocolate, tomo otro y se lo dio en la boca a Hashirama el cual lo comió, estaban muy deliciosos.- Mira eso...- Vio tras la ventana los inmensos arboles.- Esos arboles se ven tan vivos, siendo sus hojas movidas por el viento y sintiendo el calor del sol, se ven mas vivos que yo.-Estaba deprimido de casi no salir al exterior, pero Hashirama siempre lo alegraba.