La playa privada que disponía la suite tenía unos doscientos metros de largo y estaba oculta del resto de la costa por dos enormes filaderas de roca. Elsa nadó un buen rato de un lado a otro disfrutando del agua salada que recorría su piel. En el fondo, a muy profundidad, había cientos de peces tropicales de colores. El agua estaba tan limpia como el cristal, y la arena del fondo era tan fina que casi parecía polvo. Estaba bastante lejos de la orilla cuando, de repente, una sombra se acercó a ella. Se asustó por un instante hasta que reconoció a Jack.
----No deberías haber venido tan lejos tú sola---- dijo nadando a su lado ----. Podría ser muy peligroso.
----Sé nadar muy bien ---- replicó ella sin inmutarse.
---- Da igual que nades bien o mal cuando se trata de una marea o un pez agresivo, cariño ----le advirtió él.
----A ti no parece importarte estar lejos de la orilla ----dijo ella en tono desafiante.
---- Eso es porque casi nunca lo hago ----replicó él----. En ninguna situación.
Jack se acercó a ella y la besó suavemente. Sus labios se tocaron y pudieron sentir el olor de la sal mezclado con el de sus cuerpos. Elsa sintió la lengua de él explorando su interior, jugando con la suya, y se dio cuenta de que ya no le hacía falta mover los brazos para mantenerse a flote, ya que Jack la tenía sujeta entre sus brazos. Lo rodeó con los suyos y lo beso apasionadamente. Podía sentir su miembro erecto contra su vientre con tanta fuerza que casi le costaba respirar.
----¿Sabes lo cerca que estoy de quitarte el bikini y hacerlo aquí mismo? ----le preguntó él lleno de deseo a punto de estallar.
----¿Crees que sería una buena idea aquí, delante de todo el mundo? ----replicó ella con la misma urgencia, con el mismo deseo temblandole la voz.
----Ahora mismo, me da igual quien nos vea o deje de vernos----respondió él ----. Pero, por si acaso, deberíamos entrar en la casa.
Elsa estaba temblando entre sus brazos, pero no de frío, si no de placer. Era un halago para él darse cuenta de que ella lo deseaba tanto como él a ella. La deseaba con cada parte de su cuerpo, llevaba soñando con ella toda su vida, noche tras noche y fue peor después de aquella vez recordando sus largas piernas alrededor de su cuerpo y sus manos arañandole la espalda, odiandose así mismo por haber sido tan débil en todo lo relacionado con ella, sabiendo que nunca estaría completamente satisfecho hasta que fuera totalmente suya otra vez y esta para siempre. La tomó de la mano y salieron del agua. A Elsa se le marcaban los pezones en un bikini que ahora parecía minúsculo, a punto de estallar por la presión y la excitación.
Jack no podía hacer otra cosa que seguirla con la mirada. Quería poseerla, quería hacerla suya de la forma más básica y primitiva posible. Elsa estaba tan excitada que ni siquiera se dio cuenta. En cuanto el cerró la puerta, ella tembló. Había conseguido excitarla completamente. Ya no era capaz de negarle nada.
Aunque no lo iba a decir con palabras sabía como era hacerlo con él. El cuerpo de Jack decía sexo por todos sus poros. No había duda de que se había acostado con muchas mujeres, que había echo con ellas cosas que ella jamás había imaginado, pero allí estaba, con ella excitado y deseandola.
La parte superior de su bikini fue lo primero en caer al suelo. Jack se lo quito violentamente dejando sus pechos endurecidos y sus pezones erectos al descubierto. Empezó a besarlos sin poder esperar más y Elsa sintió la ansiedad masculina, la ferocidad con que su boca besaba, mordia cada uno de sus pechos. Mientras lo hacía, busco los nudos que mantenían firme la parte inferior del bikini, los desató y la dejo complentamente desnuda.----Eres tan hermosa... ----murmuró con una voz llena de pasión----. Tan hermosa....
----Yo también quiero verte ----dijo ella con voz ahogada. ¿Había sido ella quien había pronunciado aquellas palabras? ¿Había admitido abiertamente lo mucho que lo deseaba?
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ERES MÍA (JELSA)
FanfictionCasarse por venganza, o seducida por placer. Elsa Arendell estaba desesperada: su familia de iría a la ruina. Así que sin pensarlo acudió al único hombre que podría atudarla. Pero Elsa sabía que era un hombre que estaba deseando verla suplicar. El m...