Contrato [One-shot]

Contrato [One-shot Kid x Killer]

-¡Quítate la jodida máscara de una vez!- Ordenó Kid un tanto desesperado ante la ignorancia de su fiel tripulante, y amante, Killer.

-Lo haré cuando dejes de ser liberal. Oh espera, eso es imposible.- Respondió el rubio con toda naturalidad, acto que provocó al capitán lanzar un par de espadas hacia él con ayuda de sus poderes. -Déjalo ya, que seas mi capitán no significa que deba hacer caso a esa vulgar orden. Esta máscara forma parte de mí cuerpo, me lo quitaré cuando yo quiera.- Finalizó mientras se sentaba en el sofá que había en el camarote del pelirrojo.

¿Cómo habían terminado de esa forma? Ambos se comportaban como críos desde hace unas días, pero el que más Killer. Siempre tan tranquilo, maduro y responsable pero por cierta persona ahora simplemente estaba muy cabreado, hasta el punto de decidir no quitarse la máscara.

El capitán y Killer llevaban siendo amantes desde hace ya un tiempo, pero nadie de su tripulación sabía que ellos convivían bajo la misma sábana. Era algo que se iban a llevar a la tumba, no por miedo a lo que digan. La sensación de estar cometiendo un pecado a escondidas, encendía a Kid completamente.

Aunque toda esta discusión tiene un motivo con nombre y apellidos: Trafalgar D. Water Law.

《Hace unas semanas. Narra Killer.》

No habíamos tardado mucho en adentrarnos en el Nuevo Mundo. La brisa del mar era agradable en cubierta, sino fuera por algunos compañeros que cada dos por tres se estaban peleando. Tuve que intervenir varias veces hasta que se calmaron.
A la hora de comer, decidí quedarme fuera para saborear la tranquilidad y paz que encontrabas cuando no había nadie en cubierta, ojalá pudiera estar así todo el día.

Pero esa paz terminó cuando sentí unos labios rozar mi cuello.

-Capitán, debería comer antes de pasar al postre- Dije con una débil risa, sabía bastante bien que el cuello era una de mis debilidades.

-Prefiero hacer la dieta K, este es el único momento de paz que tenemos- Tras eso, sus besos se convirtieron en mordiscos mientras metía sus manos bajo mi camisa.

Mi respiración se aceleraba con cada caricia que me brindaban sus cálidas manos. El sonido que salía de mi boca se amplificaba al llevar la máscara, eso le excitaba bastante a mi capitán y por ello me permitía llevarlo tranquilamente en el barco.

-Y yo que pensaba haber visto ya cosas sorprendentes. No me esperaba esto de ti, Eustass-ya - Dijo una voz frente a nosotros. El desconocido se encontraba sentado en la baranda del barco y lentamente bajó para acercarse con las manos en los bolsillos.

-Pudrete Trafalgar- Dijo asqueado Kid al haberle cortado el momento de intímidad que teníamos una vez al día. -¿Qué quieres esta vez? Pensaba que habías muerto en el Archipiélago de Sabaody-.

-Lamentablemente sigo vivo Eustass-ya- Respondió con una sonrisa ladeada. -Quería ver si podíamos quedarnos mi tripulación y yo un par de días con vosotros, hemos tenido una avería y mi submarino no quiere moverse por sí solo- Preguntó Trafalgar con un tono despreocupado. Eso hizo que Kid se riera y yo intentará que se dejara explicar.

-¿Y yo tengo que dejarte estar en mi barco? ¿Qué recibo a cambio?- Preguntó irónicamente.

-Mi silencio- Respondió aun con una sonrisa ladeada. Eso logró que Kid cambiara su divertida expresión a otra más seria. Estaba mosqueado. -¿Y bien?-.

-Tú ganas esta vez- Dijo asqueado. -Pero te metes en mi camino por aquí y te lanzo directamente al mar- Tras esa amenaza, comenzaron los días de reparación.

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Durante ese tiempo, obligué a que Kid fuera más educado con Trafalgar. No para romper su orgullo, sino porque si empezaban un combate nunca íbamos a llegar a la siguiente isla debido a los desperfectos que obtendría el barco.
Él y su orgullo aceptaron pero yo no sabía que iba a cumplirlo al pie de la letra.