V

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Se movió en la cama y notó que estaba sola.
Abrió lo ojos y si, la habitación estaba vacía y las luces apagadas.
Se desperezó en la cama y tomó su celular para ver la hora.
—La una —murmuró con asombro.
Suspiró y volvió dejarlo por algún lugar en la cama, dormiría un rato más.

-o-o-o-o-

Lo observó, el muchacho lucía muy distraído. Ya llevaba mas de cinco minutos hablándole y ni le estaba prestando atención.
Se aclaró la garganta y golpeó con su palma la mesa, tomándolo desprevenido.
—Noah.
—Lo siento Matt, mi cabeza está en otro lugar hoy.
—Creeme que me di cuenta ¿En que piensas?
—Como —suspiró pasándose una mano por su cabello—, ¿Cómo te disculparías con una mujer?
Lo miró con recelo ¿Una mujer?
—¿Con quién quieres disculparte?
—Con Nina.
—¿Con ella? —le preguntó desconcertado—, dudo mucho que debas disculparte con ella luego de todo lo que te ha hecho y como te ha tratado.
—Hice algo malo anoche.
—¿Qué cosa?
¿Algo malo él? Pero si era el tipo más bueno que había conocido en su vida.
—Bebimos mucho y... Perdimos el control, yo lo perdí.
—¿Qué quieres decir con eso?
—Tuvimos sexo.
Lo miró atónito y luego apretó los puños con rabia.
—¿Tuviste sexo con ella Noah? ¿En serio?
—Si, es por eso que quiero disculparme —expresó con pesar —, ninguno de los estaba en todos sus sentidos, y no quiero que piense que me aproveché de ella.
—Pero si esa zorra debe estar feliz de que te la hayas follado —masculló con rabia—, estoy seguro que ella lo buscó.
—No, no fue así Matt, ella solo quería tener una cena para mejorar nuestra relación.
—Que ingenuo eres.
—Quiero creer en ella.
—Y te irá muy mal si lo haces, la conozco mejor que tú, tanto ella como su amiguita, solo quieren dinero, y tú tienes mucho Noah.
Desvío la mirada... ¿Solo por dinero?

-o-o-o-o-

No habían mensajes, ni llamadas, nada.
Ya eran las siete de la tarde y Noah no había vuelto a su casa.
Sino fuera porque diez minutos atrás había estado hablando con Tiana, la castaña habría sospechado que estaba con ella, pero no, él tampoco estaba ahí.
Había estado esperándolo todo el día, incluso tuvo la intención de llamarlo, pero se contuvo, esperando que él lo hiciera.
Miró por la ventana, ya estaba muy oscuro afuera ¿Volvería?
Nina sabía que si, no abandonaría esa casa por nada del mundo.
Solo se preguntaba ¿Dónde y con quién estaría?

-o-o-o-o-

Lo había invitado a su casa, a lo cual el moreno aceptó.
Lo consideraba un amigo, desde que Stephan lo había llevado a la empresa, Matt siempre se había comportado muy amable y atento con él. Servicial en todo lo que Noah necesitara y no atendiera.
Pero lo que no imaginó al aceptar su invitación, ya que no era la primera vez que iba a su casa, era encontrarse en aquella situación más que incómoda.
—¿Matt? —Preguntó confundido al ver la cercanía del otro muchacho.
—¿Entonces no te causa nada? —le inquirió acercándose más a él.
—N-No sé a que te refieres.
Lo tomó del rostro con una de sus manos y la otra la apoyó sobre su pecho.
—Sabes perfectamente a que me refiero —le dijo en un tono bajo, descendiendo y acariciando su pecho, hacia su abdomen.
—Matt, yo-
Dejó de hablar al tener sus labios muy cerca.
—¿Tú qué? ¿Cómo sabes qué no te gustará si nunca lo has probado?
Tenía razón, pero su mente solo estaba en otro lugar.
Lo observó inseguro y el castaño sonrió divertido antes de apoderarse de sus labios.
Solo un suave roce, mientras continuó bajando su mano hasta su entrepierna y la metió dentro de su pantalón. En el momento que él produjo un quejido, lo tomó de la nuca con su otra mano y lo besó con ganas, masajeando su miembro, y Noah le correspondió con algo de torpeza, pero... no se sentía igual.
Lo tomó de los hombros y lo separó de él, negando con la cabeza y respirando agitado.
—N-No Matt.
—¿No qué? Si es obvio que te ha gustado —le dijo sonriendo de lado al ver su entrepierna.
—No, yo... A mi me gusta Nina, lo siento.
—¿Te ha gustado más como ella te lo ha hecho? Solo fue un beso, no has probado nada aún.
Puso sus manos al frente, evitando que Matt volviera acercarse a él.
—Sí, quizás entre nosotros sólo fue un beso, pero con ella solo eso bastó para saber que me gustaba, lo siento, pero... Yo solo pienso en Nina.
—Esa puta siempre hace lo mismo.
Cerró los ojos y bajó la cabeza.
—Sé que la conoces mejor que yo, pero-
—Solo te va a usar Noah —le dijo con frustración, interrumpiéndolo—, entiéndelo, a ella solo le importa el dinero, jamás le importarás tú o lo que sientes.
—No lo sabré hasta intentarlo.
—¿Y qué quieres buscar? ¿Qué ella te lastime? ¿Eso quieres?

-o-o-o-o-

Eran las nueve de la noche, ya no podía seguir más hora fuera de su casa, y luego de lo que había ocurrido con Matt, solo quería volver.
Aun no había encontrado un modo de disculparse con Nina, solo esperaba que ella no estuviera muy molesta, o peor aún, haberse ido de su casa sin siquiera poder disculparse.
Abrió la puerta, encontrando la sala vacía, quizás ya habían cenado, él no lo haría.
Se dirigió a su habitación y no hizo más que abrir la puerta, que unos delgados brazos se colgaron de su cuello, haciéndolo soltar las cosas que tenía en las manos.
—Te estaba esperando —le dijo un tono bajo, meloso, muy cerca de sus labios.
La luz estaba apagada, pero su voz la reconocería a donde fuera.
—¿Nina? —Preguntó confundido por tal acto.
—¿Quién más? ¿O existe otra persona que se mete en tu habitación por las noches? —inquirió rozando sus labios con los suyos—, mira que soy muy celosa Noah, no me gusta compartir lo mío.
—Yo quería... Disculparme contigo.
Rio bajo y lo tomó de la corbata, guiándolo hasta la cama.
—¿Por qué?
—¿Por lo que ocurrió anoche? —pronunció estando los dos uno frente al otro.
Apoyó ambas manos sobre sus hombros y lo tiró a la cama, subiéndose ella arriba de él.
—¿Te arrepientes Noah? —le preguntó sentándose sobre su entrepierna.
Bajó su rostro para estar cerca de él y le dio un corto beso en los labios.
—Porque yo no me arrepiento.
La observó confundido.
—¿No? Creí que tú-
Tomó las manos de él que estaban al costado de su cuerpo y las puso sobre sus pechos.
—Quiero que me toques —susurró contra sus labios.
Los masajeó suavemente, y ella cerró los ojos.
—Quiero que lo hagamos de nuevo, te estuve esperando todo el día —le dijo contra su oído.
Besó su cuello y luego subió una de sus manos hacia su rostro, girándolo para que lo mirara.
—¿Estás segura?
Ya estaban hablando demasiado, y si algo no era Nina, era paciente.
Lo tomó del rostro con ambas manos y lo besó.
Sí, esos eran los únicos labios que él quería probar, que él quería besar, los de Nina.

...

SlaveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora