Por momentos parecía que la había olvidado. El día sábado llegó frio congelando toda mi alma. Me sumergí poco a poco en una profunda melancolía. Quería llorar pero mis retinas se negaban; quería que nada de lo sucedido sea real. No lograba entender el por qué de ese gran decaimiento interno, ni mucho menos por qué mi corazón estaba tan débil.
Las agujas del reloj se movían arrastrando entre ellas el domingo 21, noveno día que no se de ella; noveno día que me duele su partida... Nueve días que no está, que se marchó, que no quiso regresar, que ni siquiera dijo adiós; nueve noches de llanto que para muchos no tiene sentido, pero significan tanto como ser la causa de mi desvelo. Otro puñal clavado en la espalda que atraviesa mi alma de lado a lado, junto a otros que la vida misma había dejado anteriormente.
Mil veces más... mil veces más se quebró mi interior, convirtiendo cada pedazo que ella había logrado unir en polvo cuando noté su ausencia. Cada hora y cada minuto son peor, la extraño como a nadie. Extraño las videollamadas que solíamos hacer en nuestros ratos libres, que en las noches nos mantenían en vela hasta que el sol asomaba sus primeros rayos anunciando el comienzo del día. Extraño su voz... esa que siempre me calmaba, que hacía que la paz vuelva a mí. Me encantaría oírla una vez más... solo una... aunque sea pido tan solo uno de sus ''te amo''.
Antes de que llegase a mi vida mis ojos veían todo gris, solo ella tuvo ese ''algo'' para poder pintar todo de colores vividos y llenar de prosperidad mi vida. Ella me había dado un motivo para vivir cuando solo pensaba en morir y acabar con el sufrir que me daba tanto a mí como a las personas que me rodean... Ese motivo era el poder estar juntas. Ahora, sin necesidad de analizar me doy cuenta que lo perdí todo, perdí al amor de mi vida, perdí a lo único que me hacía feliz de verdad.
Dije que daría todo por ella, todo tan solo para estar juntas y lo hice... nunca acepté que me haya terminado. La busqué y no hubo caso... comencé entonces a razonar que tal vez se había olvidado de mí, que había olvidado lo que sentíamos, que ya olvidó ese ''para siempre juntas'' que me juró. Aún niego que todo esto haya pasado, trato de ponderar y no hay manera que yo me de sensatez de algún error mío. Suelo pensar que todo es tan solo un karma, o simplemente una mala racha que recae sobre mi vida amorosa. Di todo para no dejarla ir después de leer ese mensaje: ''Mi vida, tenemos que terminar. Mis padres se dieron cuenta de lo nuestro, lo siento mucho...''.
Los días posteriores a ese mensaje fueron como ser Sherlock y Watson. La llamé incansables veces a su teléfono de casa y su celular. Le escribí... Todavía sigo esperando su respuesta, si es que me ama como me decía. Ahora dudo de esas palabras que me dijo, tan solo porque no veo que haya luchado por lo que sentíamos, ni mucho menos para que no nos separen. La perdoné tres veces y ya es la cuarta que la pierdo...
Por las noches no duermo, paso el tiempo pensando en si volverá. Pensé en ir a Costa Rica pero no tengo como. Aún estando lejos ninguno de los kilómetros que nos separan impiden que hayamos sentido tantas cosas y con conciencia de esa distancia nunca fui capaz de alejarme de ella.
¿Será que tengo que esperarla?, ¿Va a volver a mí?... creerlo imposible a veces, pero amarla tanto... No tengo claro si debo hacerlo o tan solo tenga que dejar cicatrizar a esta herida como muchas otras. Nunca me enamoré tanto, nunca pensé que algo así me sucedería...
Solo nueve días y pase por una montaña rusa de emociones, me gusta una mujer que me duplica en edad y es probable que me rechace a la primera, quiero reservarme pero cuando la veo parece imposible. Quizá pueda ser, no lo sé, no quiero tirarme de cabeza y cagarla de un principio. No tengo casi posibilidades con ella...
Mierda, maldita sea... ¿Qué le pasa a mi cabeza?...
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Azul
RomanceA veces las cosas no salen como uno las planea. A muchos nos habrá pasado de perder a alguien que significaba mucho. Maria Antonieta, la protagonista de este escrito pasa por etapas las cuales deberá afrontar con mucho cuidado y pensarlas con cautel...