Con un agónico deseó,
Pasas las luminosas
Tardes en mi cama
Con tu mano sobre
El marchito pecho
De tu rosario y tu
Mirada potente
Hacia el dulce aprecio
De mi sexo.Llevas en tu boca
La melancólica
Pureza de mi muerte,
Y en la dionisiaca
Maravilla de tu
Mirada se allá la
Tela de araña,
Mi ifacundo y bello
Cuerpo acaricia
Con avaricia tu suave
Cabello, junto a las
Rosas fruto de tus
Besos.En mis manos llevo
La bandeja la cual
Guarda mi corazón,
Mi alma muerta
Llora la indulgencia
De tus caricias,
Y sobre mi cuerpo
Se hallan el quemar
De tus besos y
Tu amargo amar
Que sueña con hacer
El amor, hinalando
El jugoso almendrio
De tu canto.Como Afrodita me
Seduce, tus dedos
Tocaron mi dormido
Cuerpo, y como Hera
Tu irá brotara.Te marchitas como
La rosa.
Nadie te besara nunca
Más.
Ni tocarán tu delicada
Piel.¡Oh mujer dime el
Porque de este deseó!
Cuya presencia me
Daña.
Eres la Venus del placer
La cual sabe conquistar
A este pobre hombre.¡Oh cisne negro!
Cuya presencia, es tan
Latente cual espuma
En el agua.Nadie te fecunda.
Con locura, olas de
Dolor sentirás y sin
Nada te quedarás.
Yo con mis alas me iré
Para nunca volver.