9. Vecinas V (36)

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Nameless frunció el ceño cuando vio que la heroína reculaba ante la llegada de los otros dos, ¿era posible que hubiera abusones entre los héroes? Oh, sí; sí que los había. O al menos había chicos que no tenían ni puñetera idea de cómo pedir prestada una pistola congeladora a una compañera.

Ahora la heroína intentaba recupera el que seguramente fuera su invento, pero aquel par de moles musculosas eran mucho más altas que ella y podían apartarla sin esfuerzo. Nameless no alcanzaba a escucharlos, pero tenían toda la pinta de estar diciendo "Quita, que yo te enseño cómo la usa un héroe de verdad". A medida que observaba cómo la heroína se desesperaba y rogaba, Nameless comenzó a cabrearse, tanto que ella misma fue consciente de que proyectaba sombra en todas direcciones. De hecho, se estaba planteando intervenir de alguna forma, tal vez pudiera paralizarlos desde donde estaba, sin dejarse ver...

Entonces apareció otra heroína en escena, ésta con el pelo rojo y corto, camiseta de manga corta blanca y pantalones con estampado de camuflaje, y les pegó una voz tan fuerte que Nameless pudo escucharla desde la distancia. Sonaba a "Os voy a arrancar la cabeza, cabrones". Nameless se quedó boquiabierta, preguntándose si aquella podía ser la versión heroica de Roca, pero los tipos en ajustadas mallas no se lo tomaron nada en serio y uno de ellos hasta le hizo un gesto de "Relájate, tía", a lo que la recién llegada respondió agarrando la mano extendida hacia ella, para retorcérsela con un movimiento enérgico y bastante drástico. La espía entre los arbustos recordó cuando Roca había estampado al macarra contra la mesa del comedor. Obviamente, los heroicos abusones no se lo tomaron nada bien y el que no tenía el brazo atrapado fue a golpearla, pero se comió una patada en el pecho con lo que parecía una pesada bota militar.

Nameless observaba extasiada. Por culpa del juego, se había llevado la impresión de que todos los héroes eran unos estirados esnobs machistas; nadie le había hablado de la modalidad de heroína que acudía a salvar por las bravas el día a su amiga acosada.

La pelea continuó rápida y borrosa y la espía no pudo enterarse de mucho, más allá de que la segunda heroína peleaba como una loba furiosa contra dos tipos con pinta de ser mayores que ella. Hubo un breve descanso, con ellas a un lado y ellos al otro, y entonces lo abusones hicieron un gesto que daba entender "¿Queréis esto? Pues id a por ello", y lanzaron la pistola congeladora por encima del río, llegando a alcanzar la orilla donde la hierba era más oscura. Y ahí decidieron marcharse, desentendiéndose del tema y riéndose como si acabaran de hacer algo estupendo.

Nameless vio cómo la primera heroína tenía que sentarse del disgusto, mientras que la segunda les rugía puro odio a los abusones carcajeantes. La espía dudó un par de segundos, pero terminó calándose bien la capucha y corriendo a rapiñar la pistola. Después de tantas sesiones con Ludo, había desarrollado cierta curiosidad por aquel tipo de trastos; por lo que su intención era echarle un vistazo, de vuelta en su escondite tras los setos, averiguar si tenía algún absurdo componente de interés y, si no aparecía ningún villano por allí, encontrar la forma de devolvérsela a su desdichada dueña. No tenía ni idea de cómo se tomarían semejante gesto por parte de alguien que ellas verían como villana, pero...

Entonces, por el rabillo del ojo, vio que la segunda heroína había dejado de gritar improperios y se había vuelto hacia el río con expresión evaluadora. Nameless pausó el análisis de la pistola congeladora, un aparato bastante compacto y con una carcasa azul cielo tan bonita como bien cerrada, por si la loba cabreada hacía algo a tener en cuenta. ¡Y vaya si lo hizo! Gesticuló hacia la otra para que esperara en el sitio y se lanzó de cabeza al agua sin dudarlo, para aparecer pocos segundos después, braceando poderosamente en la fuerte corriente.

Nameless estaba tan impactada por la determinación de la heroína que tardó en darse cuenta de que iba directa a por ella. Estuvo tentada de huir hacia el Instituto, pero aquello obligaría a la valiente muchacha a perseguirla o volverse con las manos vacías, y algo le decía que la perseguiría, y a saber qué le hacían los villanos. De modo que trepó ágilmente por el árbol, cual ardilla oscura, y se quedó a la espera de ver qué hacía la nadadora, que ya alcanzaba la orilla.

Institute of Evil versus Heroes Academy (IEvsHA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora