Ya estoy cansada de hacer tantas solicitudes de trabajo, "Te falta experiencia", "nosotros te llamamos" .... cuántas veces no he escuchado eso. No me dan una oportunidad por no tener experiencia, ¡y cómo quieren que tenga experiencia si no me dan una oportunidad!, en fin, esta será la última que haga por hoy.
Confirmo que cada casilla de la solicitud esté completa, bufo y me pongo de pie, se la entrego a la pelirroja (teñida y operada) que esta sentada detrás del escritorio, ella me observa con cierta arrogancia, se cruza de piernas sin importarle el diminuto pedazo de tela que lleva como falda y toma el papel.
Ya me sé de memoria el proceso y lo que van a decirme, así que sin mas, salgo del enorme edificio y camino sin rumbo.
Han pasado 5 años desde aquel día en que estaba celebrando mis 19 años (seguro lo recuerdan). Me gradué como publicista y tomé algunos cursos de fotografía, pero hasta ahora llevo mas de un año sin poder conseguir un empleo.
Mis pies hundiéndose en la suave arena me sacan de mis tristes pensamientos, parece que caminé bastante. La brisa marina hace un revoltijo con mi coleta, me saco los zapatos y me siento a disfrutar del paisaje, todo es tan relajante.
Mis ojos enfocan a un chico disfrutando mojar sus pies justo donde el mar rompe sus olas en la blanca arena, zapatos en mano, mochila en la espalda... no puedo evitar recordar cuando papá me traía a escondidas de mamá y no regresábamos a casa hasta que no se ocultara el sol, mamá le tenía pavor al mar, los extraño tanto.
_¿Estas bien?_ una silueta frente a mi cara me saca del trance, seco las lágrimas que rodaban sobre mis mejillas, sonrío con melancolía y él me devuelve el gesto _¿Te molesta si te acompaño?_ pregunta señalando la arena donde estaba sentada, niego con la cabeza mientras termino de secar mis lagrimas.
No tengo ánimos de hablar, y menos con un desconocido, pero en este momento no soy capaz de pensar claramente, tengo los sentimientos a flor de piel. Ambos guardamos silencio disfrutando del paisaje.
_¿Puedo hacer algo para que te sientas mejor?_ por el rabillo del ojo puedo ver que me mira fijamente.
_No acostumbro hablar con desconocidos (solo me acuesto con ellos)_ río mentalmente por mi pensamiento, y trato de mantenerme lo mas seria posible.
_Erick Ibarra_ dice mientras extiende su mano hacia mí, observo su mano y después su rostro, ruedo los ojos y no me queda más que aceptar su saludo.
_Jimena_ respondo desanimada estrechando su mano.
_Ahora ya no somos desconocidos_ sonríe de lado, no recuerdo una sonrisa tan linda como la de este chico _¿Ahora si puedo saber porqué estabas llorando?_ ¡ah! pero que chico mas preguntón... guapo, pero eso no le quita lo metiche.
_Cosa de chicas, no es de tu incumbencia_ respondo en tono serio apartando mi mirada de él, abrazo mis piernas a la altura de las rodillas y apoyo mi mentón en ellas.
_¿Andas en tus días amiga?_ lo escucho contener la risa, lo fulmino con la mirada mientras contengo mis instintos asesinos, eso me pasa por... por mensa.
Estaba justo por decirle un par de maldiciones a este igualado y el odioso sonido de llamada entrante en mi celular me lo impide.
_Hola AMOR_ respondo sin vacilar, hago énfasis en esa palabra para que el individuo a mi lado sepa que no estoy sola, espero a que la persona al otro lado de la línea hable (en realidad es Iza que me esta esperando en mi casa para ver unas películas)...
_Claro que quiero_ me muerdo los labios para darle un toque mas dramático a la situación, por el rabillo del ojo puedo observar al chico mirarme disimuladamente mientras niega con la cabeza y contiene la risa, no puede ser, ni siquiera un desconocido puede creer que soy capaz de tener un novio, que triste de veras.
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Amor Desconocido
FanfictionCuenta una leyenda oriental que las personas destinadas a conocerse tienen un hilo rojo atado en sus dedos. No importa lo que tardes en conocer a esa persona, ni importa el tiempo que pases sin verla, ni siquiera importa si vives en la otra punta de...