Cuento raro.

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Había una vez, no, han existido muchas veces, en las que todo está destruido y parece el final de todo... Sin embargo, está vez era real, era el final definitivo de todo, ya no había marcha atrás, todos morían uno por uno, todo se destruía a su paso, y todos podían ver esa destrucción; todos sufrían, como ella, todos lloraban, al igual que ella, todos lloraban y pedían a gritos desconsolados que parara, como algunas muchas veces hizo ella, y nada paro, como con ella; no iba a dar perdón, pues no sé lo dieron a ella jamás, pues ¿Cuantas veces sufrió, lloró y suplico y nada paro? Más de las que recordaba, pero ahora le alegra poder ser ella la que causaba todo eso a todos, y no todos los que se lo causaban a ella. Por eso ahora podía estar y ser feliz, pero no, no podía ser completamente feliz sin "ella" sin la única persona que la hizo feliz y le hizo compañía, mientras que las otras manifestaban rechazo, un rechazo horrible, un rechazo que no entendía, ni nunca lo hizo, tal vez nunca trato de hacerlo, tal vez si y no pudo, quien sabe. Se lamentaba que después de esta fuerza y grandeza no pudo ayudarla y en cambio ella sí. La extrañaba, extrañaba sus sonrisas, sus actitudes, sus extraños caprichos, sus raros enojos, sus fantasías, su amistad, sus posibilidades, sus muy pequeñas posibilidades, todo, si, en conclusión extrañaba todo, pero ya todo era irreal, porque gracias a ellos todo se había acabado, le habían arrebatado la única forma de ser feliz. Shaila era todo lo que tenia, y a todo lo que quería, lo que quiso siempre y a todo lo que iba a querer. Pero ya no estaba, y se culpaba por ella, siempre que lo recordaba, aunque aveces le entraban ataques de desesperación, y los seguía culpando a ellos y haciéndolos sufrir más y más. Luego se daba cuenta de su error y pedía perdón, no, no a ellos, a Shaila luego recordaba sus momentos hermosos con ella. Es interrumpían.
- Angie.
- Te he dicho que no me lla...- volteó y no pudo continuar.
- No... No reconocía te mi voz- dijo tartamudeando, con miedo y apuntó de llorar.
Solo dos veces Angie no había reconocido su voz, y ambas terminaron con un gran desastre y con ella lastimada.
- No, no es eso Dayana- se disculpó de inmediato al percibir eso- Perdón- trato de acercarse pero Dayana se apartó tan rápido como la vio intentar hacerlo.
- Voy, voy a... Mmm...- trataba de inventarse una excusa, y Angie se dio cuenta de eso.
- No tienes que inventar excusas Dayana, si estás asustada lo entiendo, pero sabes que no te voy a hacer daño ¿Verdad?- su voz era tranquila e inspiraba seguridad, pero siempre era así con ella.
- Si Angie lo siento, pero me voy a dar una vuelta y dejarte un rato sola ¿Si?- consulto Dayana con voz más segura.
Asintió con la cabeza y vio a Dayana salir.
Dayana, después de Shaila, era la mejor persona que había conocido, si no es que la mejor, pero ella pensaba así porque por Shaila tenía un amor más profundo que un simple amor de amigas.
Ella al igual que Shaila la acepto, y apoyo en todo. Y todo era todo; desde que se conocieron, hasta cuando todo comenzó y todavía en esos momentos la apoyaba. Entonces ¿Por qué la confundió con Carla? ¿Era por qué estaba pensando en Shaila? Mientras Angie pensaba todo eso, Carla entro con intenciones de decir algo, pero al ver a Angie tan concentrada decidió no molestar, pues si lo hacía podría enojarse. Angie se dio cuenta de que Carla la miraba desde la puerta pidiendo permiso para pasar con solo la mirada, sin hablar lo concedió. Carla solo dio dos pasos y ya así se consideraba dentro.
-¿Qué quieres?- hablo primero Angie.
Ninguna de las dos se sorprendió por esta forma tan grosera de dirigirse a ella, así era siempre,pero antes de nada.
¿Quien es Carla? Carla, era la única persona en la que podía confiar aparte de Dayana, porque ni en ella misma confiaba, a Carla la conoció antes de que todo comenzara, pero después de lo de Shaila,en esos momentos Carla la apoyo, no porque Dayana no quisiera, si no porque no pido, se había ido por 3 días y fue en esos tres días viendo pasó lo de Shaila ¿Quién hubiera pensado que algo como eso pudo suceder en tan poco tiempo? Entonces cuando pasó eso Dayana no están, pues así lo acordaron; totalmente rota en un día caminando, faltaba un día para la vuelta de Dayana, cayó, se golpeó el ojo y la nariz, no el importo en lo más mínimo, ese dolor era insignificante, es más, ni siquiera había dolor, pero entonces alguien le pregunto si estaba bien y si, era Carla, no sabía si podía considerar como una amiga, pero si alguien de confianza. Ella la intento hacer ver que no era su culpa, ni la de los demás, lamentablemente Angie no lo entendió muy bien, pero aún así Carla no se apartó de su lado, igual que Dayana.
-Em... Este... Yo... Em...- tartamudeo cuando intento hablar.
-Dilo- trato de hablar tranquila.
-E-es que te quería pedir 2 cosas- dijo cerrando los ojos y apretando fuertemente las manos para aguantarse el miedo y los nervios.
-Oh claro, ya me habías asustado- dijo Angie más tranquila.
-Angie...- intento hablar pero fue interrumpida
- ¡Carla! ¡Por favor! Siempre te pido que no me digas así- dijo exaltada.
- Si, ya lo sé...
- Bueno mejor dime que quieres, claro te lo daré.
-Quiero 1.- Perdón- Angie hizo una mueca pidiendo una explicación- 2.- Mmm... No sé cómo decirlo- se excuso al no poder decir lo que quería.
- Dilo, no creo que sea tan difícil, si me lo pides a mí es por qué sabes que lo puedo hacer.
- Mátame.
Quedó petrificada, por la sorpresa que le producía Carla al decirle algo así. Se le entrecortada las palabras y no atinaba que decir.
- ¿Qué?- dijo casi en un susurro.
- Lo siento, enserio perdoname An... Digo gie- se corrigió a si misma.
- No.
-¿Qué?.
- Que no y punto. Adiós.
- Pero...
- Pero, nada. Adiós.
- Angie fue tu idea- hablo tan rápido que no pudo detenerla antes de decir Angie.
- Nada de Angie. Y no me importa, dije no y un no es eso. Además nunca te dije que quería matarte.
- Cuando todo inicio- comenzó a llorar- cuando inició todo, tú dijiste eso...
-¿Cómo quieres que crea eso? Si tú y Dayana fueron las que me ayudaron a iniciar todo.
-No, no te ayudamos, solo te apoyamos. Y si, tú dijiste y cito " Si alguna vez lo que sienten cambia pidan irse de la forma que gusten, desde que quieren irse hasta su propia muerte, lo que quieran lo cumpliré" sé que nunca pensaste que de verdad íbamos a escoger la muerte pero ¡Sorpresa! Yo lo escogí.
- Y lo que sentías cambio... ¿En qué sentido?- pregunto Angie al recordar que si había dicho eso.
- De una forma.
- ¿Cuál?.
- En estos momentos ¿Eso importa?.
- No se para ti, pero para mí si y mucho.
- ¡Cambio de una forma en la que te puedo seguir apoyando, pero no de igual manera.
- ¿Por qué?.
- ¿No intentarás matarme cierto?.
- ¡Vete!- grito.
- Pero...
- En estos momentos solo sal un poco de aquí.
- Adiós.
Se fue sin esperar respuesta por parte de Angie.
Angie se quedó sola. Se sentó en el piso y se puso a pensar, ¿Por qué le era tan difícil tratar de matarla? No es como si fuera Dayana, pero... Se le hacía raro pensar en cómo sería sin alguna de las dos, se había acostumbrado a la presencia de ambas, a su compañía a que ambas la cámara en situaciones difíciles.
No pensó que esto pasaría, que se acostumbraria al 100% con Carla. Con Dayana así era, pero con Carla siempre procuro tener una amistad más reservada, pues sabía que esto podría pasar. Que ella en algún momento le iba a pedir irse y pensó que si tenían una amistad reservada, podría cumplirlo. ¡Cuanto se equivocó!. La necesitaba tanto como a Dayana, tal vez sin una de ellas no se tranquilizaría. Pero... ¿Por qué Carla se quería ir? Nunca le dio motivos para algo así, ni para irse; ni para irse con su matandola. Recordó lo que les había dicho "Si alguna vez lo que sienten cambia" ¿En qué cambio Carla? ¿Qué ya no sentía? Recuerda que una vez le dijo que nada iba a cambiar nunca. Necesitaba salir, justo ahora que no la veían esas dos era su oportunidad, nunca salía sola. Salió a escondidas de ellas. Podía ver la destrucción y muertes que ella había causado, se sentía tan poco culpable y quería perdón, casi ningún perdón, pero no a ellos, ni a ella misma si no a Shaila a ella nunca le hubiera gustado esto, lo sabía, por eso a ella era la única a la que lo haría si pudiera. A una tumba siquiera, pero ni eso le dejaron, ni algo a que llorarle y pedirle perdón. Tan solo sus recuerdos, sus hermosos y perfectos recuerdos. Esos que le decían dos cosas totalmente contradictorias. Y sin darse cuenta ya había destruido y matado. Esa era la razón por la que nunca la dejaban salir, y si salía nunca sola. ¿Por qué podía hacer cosas así? Quien sabe: Dayana, que creía más en cosas espirituales decía que tal ve algo atrapó a Angie y aveces la dejaba salir, Carla no daba ninguna hipótesis, y Angie decía que solamente su cerebro había hecho cosas imposibles "Lo normal" repetía.
El caso era que con solo pensarlo podía destruir países enteros, hacer caer edificios pero ¡No! No era como las películas, donde hay un incendio, mucho polvo y niebla, y hace calor, no, los edificios caían, con o sin gente, le gente moría rápidamente y sin sobrevivientes, y a los segundos solo quedaban escombros, y sangre, pero no exageradamente horrible. Todo esto había iniciado con el suceso de Shaila, cuando pasó esto, la destrucción, no lo supo controlar, ni siquiera sabía que pasaba fue justo segundos después del Shock, las personas iniciaron a morir, sin compasión, sin explicación, sin sutileza, desde una simple caída, hasta una muerte llena de horror; paso todo eso y encontró a Carla, más bien Carla a ella, pero nadie quitaba la destrucción que ella ocasionaba, creyó que era tiempo de volver y no preocuparlas más, en el camino, pensó que debía cumplir y no fallar a su palabra, la que había dicho cuando todo comenzó, pero... Antes necesitaba saber que había cambiado. Llegó y vio a ambas muy preocupadas.
- Angie- dijo Dayana feliz.
- gie- susurro Carla.
- Perdón Dayana. Carla mañana hablamos, pon una hora.
- 4:20 a.m.- dijo segura Carla.
-Ok entonces te veo en poco tiempo.
Intento dormir, pero no pudo... 4:20 a.m. y con solo pensar esa hora toda su mente era ocupada por Shaila. Faltaba un poco más de dos horas... No iba a poder dormir, de todos modos siempre se despertaba 4:10 ¿Por qué? Por Shaila...

- ¡Hora y media!- gritaba.
- ¡La destrucción se acabara!- decía feliz su compañero.
- Eso si tenemos suerte.
- La tenemos, llevamos estudiando la mucho tiempo.
- Además ha estado con la guardia baja.
- Cierto, pero nada de confiarse ¿Ok?.
¿Quienes eran y que iban a hacer? Ellos eran varias personas, estás se encargaron por mucho tiempo de estudiar a "La destrucción" como ellos llamaban a Angie. Y dentro de hora y media iban a tratarse acabar con ella. Sabían todo lo que hacía, desde a qué hora despertaba hasta que siempre recordaba​ a una tal Shaila.

4:10 a.m.

Angie estaba despierta, levantándose, tenía que ver a Carla. Ellos se estaban posicionando, Angie no los esperaba a ellos, ellos no esperaban que se fuera a ver con alguien​. Angie espero pacientemente 10 minutos a que Carla apareciera, sabía que no se iba a retrasar, ni un minuto más ni uno menos y asi fue llego justo 4:20.
- ¿Podríamos hablar en la calle?.
- Podemos.
Caminaron, 4:30 llegaron al lugar deseado por Carla.
- Lo cumpliré- dijo rápidamente Angie.
-¿Qué?- se percibía un cierto tono de dolor y esperanza mezclados en su voz.
- Te matare... - se detuvo para continuar- necesito antes que nada saber ¿Que cambio?.
Ellas hablaban, ellos veían les había constado mucho mover todo lo preparado para acabarla.
- Creo que no tengo nada que perder entonces te lo diré, al final me matarás ¿Cierto?.
- Palabra, ahora ¡Habla!- exigió. No sabía la razón pero esto se le hacía conocido.
- Ok.
Estaban listos solo tenían que esperar una orden.
- Gie, tú, yo, me... Quiero decir​, es que- esto era muy familiar para Angie, recordó entonces a Shaila- Es que yo- claro, era lo mismo que con Shaila, cuando sus sentimientos fueron liberados- Me gustas Gie.
- Shaila- susurro, pero, parecía que solo se movieron sus labios y nada salió de estos.
Miro a sus lados buscando una respuesta que encontró rápidamente, si, se encontraba en el mismo lugar, destruido y todo, pero siempre iba a poder reconocer esa vieja biblioteca. Y recordó todo, hasta el sonido del disparo, que nadie sabe de dónde salió. Era como un déjà vu, y si todo era igual venía un te amo y una muerte.
–Gie, me he enamorado de ti. Te amo Gie.
– Ellos vieron que la destrucción se quedó en Shock y aprovecharon. Angie sabía lo que venía desde el momento en el que escucho el disparo, un disparo muy parecido al de Shaila.
Ellos sonreían victoriosos, Carla grito de desesperación.
– ¡Gie!– grito Carla al ver la sangre.
– Gracias- dijo Angie y sabía que en esos momentos iba a caer. Todo se había vuelto en cámara lenta, hasta su caída la pudo ver así, mientras todo se volvía negro, miro al frente y una parte de iluminó. La pudo ver, a ella, a Shaila, parada con su media sonrisa que tanto le encantaba, entonces vio sus labios moverse y escucho.
– Angie, yo también te amo.
Y finalmente, pudo caer, y murió de la única manera que jamás pensó que podría morir, pues con solo esas palabras pudo morir feliz.

Fin.

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