Séptima carta

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16de Abril de 2021

Amor, amor, amor:

Pequeño, cariño, amor, corazón, bebé... son ejemplos de mis formas de nombrarte, hablarte y pensarte. No había segundo en el día, o la noche, que no pensara en ti, llegué a cansar a más de una persona por la cara que ponía cada que te veía o alguien te nombraba, pero no me importó.

Tengo muchas cosas que agradecerte, por ejemplo lo bien que me hiciste sentir el tiempo que estuvimos juntos; algunos pensarán que no fue mucho, pero yo tengo la firme convicción de que "todo dura el tiempo necesario para volverse inolvidable" así que gracias.

Gracias también por hacerme sentir amada y por hacerme amar, después de que creí que nunca más lo podría volver a hacer. Me enseñaste que un corazón roto no es un impedimento, sino una forma de aprender, que no siempre vamos a obtener lo que queremos pero que vale la pena arriesgarse para conseguirlo, pues quien no lucha no sale herido, pero tampoco gana nada.

Cuando tú llegaste yo aparentaba ser una persona feliz y fuerte, aunque no me sentía así; recogiste cada pedazo de mi corazón y lo fuiste pegando con cariño, amor y dedicación, hasta que realmente me sentía como aparentaba; me enseñaste que no importaba nada, alguien me podía amar tal cuál era y yo iba a poder volver a amar a pesar de todo el daño que me habían ocasionado antes.

Gracias también por las largas noches en las que hablábamos de todo y de nada, por quitarme esas penas e inseguridades que inundaban mi vida, por hacerme sentir bonita, por presumirme con todo el que se cruzara frente a nosotros y por defenderme de todo y todos siempre que lo necesité.

Contigo pasé momentos increíbles, inolvidables, sorprendentes y maravillosos. Despertaste en mí un lado que nunca pensé volver a ocupar; desde que llegaste mi cursilería y romanticismo se hicieron presentes; siempre buscando formas de sorprenderte y enamorarte cada día un poquito más. También sacaste mi lado travieso, me quitaste las penas y ampliaste mis horizontes.

Doy gracias al cielo por haberte puesto en mi camino, y a ti por permitirme entrar en tu vida. Los momentos compartidos fueron asombrosos, gracias una vez más por darle color y alegría a mi vida.

Me despido aunque realmente no quiero hacerlo, las despedidas no me gustan pues traen consigo sentimientos encontrados, despiertan recuerdos agradables que proyectan alegría, pero también te hacen que sea más notorio el sentimiento de pérdida que crece en tu interior; así que no será una despedida larga, únicamente será un "nos vemos"...

Tu eterna enamorada

Violeta Abbs

El último adiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora