Capítulo 5: Venganza

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"AMOLAD es propiedad de The Snipster"

La cara de asco de Maia estaba a punto de causar que Leo soltara una carcajada, la chica estaba mirando a aquellos condones y lubricante con mirada entre reproche y nauseas, cuando el moreno se dio cuenta que su hermana buscaba sus guantes médicos para tomarlos y quitarlos de ahí, decidió que ya había torturado mucho a la chica.

—Eres una infantil Maia, son condones y lubricante, has visto cosas peores en tu residencia de médico— le dijo Spindler, mientras sujetaba la caja de preservativos y la botella marca Sxo llevándolos al cajón de su habitación, la chica lo siguió, sus pisadas dejaban escuchar crujidos por las migajas derramadas en el piso.

— Bromeas, esa gente es desconocida, me siento como cuando tenía quince y encontré un consolador en tu cajón de la ropa – recordó con un sonrojo la joven, a sus diecinueve que su hermano fuera homosexual le causaba aun cierto conflicto.

— Mira Maia, no estoy para tus sermones y traumas, por eso vivo solo así no le rindo cuentas a nadie — mientras abría el cajón de su cómoda, olvido el detalle de aquel costoso Rolex dentro.

— ¿Por qué tienes un reloj tan caro? — acuso su hermana cogiéndolo antes que él se percatara de la situación, cuando percibió la acción de la joven, el reloj ya estaba en manos de ella.

— No es mío, bueno más bien no era mío, lo dejare como pago por las molestias que me causo la persona.

— Bromeas ¿cierto?— al mirar con más detalle la hermosa pieza, la chica noto algo—. El reloj está grabado en la parte de atrás "Conmemoración a Des Aeva" — al leer eso la mirada de ella se nublo y observo a su hermano quien estaba nervioso, no revisó la pieza por ser de noche y se maldecía por no hacerlo.

— Maia...— intentaba calmarla, ese apellido significaba mucho para la familia Spindler.

— ¿Cómo demonios conseguiste eso?— estaba frito, oficialmente se daba por muerto.

Des tenía una cara de muerto viviente en aquella horrorosa junta, a su lado pacientemente, se encontraba su asistente quien le paso un antiácido para que se le nivelara los malestares de su "juerga" nocturna; y por culpa del maldito de Leo, tuvo que usar maquillaje sobre esa mordedura, no hacia el frio suficiente para llevar su bufanda de cachemira, y tampoco era tan irresponsable como para faltar a la reunión con su equipo creativo.

Madd tenía el nuevo diseño del comercial, era un experto en cuanto a ideas locas y creativas, frente de ambos con un latte dietético, Vania Vega observaba la presentación del director del comercial, Maurice hacía gestos con las manos para explicar cómo lucirían los modelos de la agencia Vega, Aeva intentaba seguir con la presentación, pero confiaba que Lou le diera todos los detalles una vez que terminara, su cerebro estaba carburando lento.

— ¿Tenemos su visto bueno? — pregunto Maurice, dirigiendo su mirada color chocolate, mientras ladeaba su bigote con nerviosismo, Des miro su vaso y luego a su asistente que le hizo una discreta señal de que debía meditarlo.

— Me parece que su idea es buena, pero debo revisar los costos de esa nueva propaganda — aclaro con voz firme, aunque por dentro solo deseaba tomar una siesta y mandar a todos al diablo.

— Mmm eso dijiste la última vez y no me dejaste lanzar el comercial de la bebida arcoíris que te había mencionado — reclamó Madd, cuyo alocado peinado blanco revelaba lo irreverente de su persona, Vania giro los ojos en señal de fastidio.

— ¡Querías poner a mis modelos a fornicar vestidos de ponys! — murmuro Vania con fastidio — ¿estas mal de la cabeza?

— La bebida fue un éxito sin poner a los fans de los ponys a mirarnos con morbo — paro la discusión Des, llevándose una mano a la cabeza en señal de frustración.

— Esta bien...usted es el jefe — aclaro Maurice, tapándole la boca a Madd quien iba a discutir con Vania por detener "su impulso artístico", ambos dejaron la sala de juntas.

— Lou, querida ¿Tráeme un latte nuevo? — le dijo Vega a la pequeña asistente, quien la miro con odio, ella no quería dejar a su jefe solo con semejante arpía, pero no podía negarle algo a aquella mujer.

— Regreso — murmuro Lou tomando el vaso, Des no se dio cuenta de aquel cruce de miradas, hasta que se quedó solo con Vega. La mujer se puso de pie, vestía un ceñido vestido morado, y unas botas de tacón muy alto; con lentitud se puso detrás de la silla de Aeva, quien se cubría la cara con fastidio, para después abrir los ojos alarmado al sentir unas manos femeninas en sus hombros.

— ¡Vega!— la regaño Des, deteniendo sus manos de aquel incomodo masaje, la chica le sonrió de lado, ¿Cómo dejarle en claro su desagrado?

— ¡Vamos Desi! Sabes que me gustaría ayudarte con ese estrés — le dijo con un tono de voz sugerente, Aeva solo puso los ojos en blanco ante semejante acosadora.

— Si quieres ayudarme, ponte a mover ese cuerpo a trabajar, necesito que me escojas a tus mejores modelos para anunciar la línea de frappes para el verano — el tono de voz de sarcasmo de Des era más que suficiente para hacer que se cayera la cara de falsedad de Vega.

— Eres insufrible niño bonito — escupió cada palabra con fastidio, y con aire digno salió de la sala dejando solo a Des, quien se cubrió la cara con hastió. Lourdes llegó con una taza de café cargado, había "olvidado" el latte de la arpía. Igual ella sabía que era una excusa pobre para estar a solas con su jefe.

— Ya se fue — aclaro la joven — puede abrir los ojos señor.

— La cabeza me hormiguea— ella puso la taza frente a él, quien al verla lanzo un suspiro y la tomo en un profundo trago, Lou siempre lo cuidaba.

— Señor, al menos se divirtió ¿No es así?

— No, el hombre se comportó raro al saber que era millonario — Lourdes se tapó la boca al ver que su jefe ponía una cara triste ante aquel comentario.

— Espero no sea alguien peligroso — murmuro con pesar la chica.

— Tenia tatuajes y una moto — Lourdes soltó un silbido, Des se puso rojo ante su evidente emoción por el moreno.

— Suena tentador — dijo su asistente, mientras le daba una sonrisa pícara.

Leo le explicaba sin detalles, su encuentro con aquel millonario, Maia preparaba un almuerzo para matar la resaca de su testarudo hermano.

— Y ¿Cuál es el plan? — acuso la chica, aun con una pala de cocina en la mano, mientras el sonido de los huevos fritos en la cacerola inundaba aquella destartalada cocina.

— Vender el reloj en alguna casa de empeño, y reparar algunas cosas de la moto — soltó con simpleza Spindler, el rostro de Maia era de frustración.

— Tiene en charola de plata el trasero de aquel millonario que nos destruyó la vida — regaño la chica—. Y piensas en arreglar la moto.

Leo frunció el ceño, como olvidar la trastada que tuvieron que soportar por culpa la compañía Ardent, tal vez la venganza de manera lenta era la mejor de las ideas.

N.A. Andaba con problemas técnicos y de internet, pero ya al menos los segundos quedaron semi resueltos, por lo que les traigo una actualización de mi fic del bebé cliché.

Va dedicado a zadrack  quien tuvo un excelente promedio y me está apoyando con otro proyecto. Saludos.

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