Mis ánimos iban mejorando, tenía una promesa que cumplir y así iba a ser, él era mi motivación, estaba de más que Álvaro siempre me ayudaba a salir adelante.
Le agradecí infinitas veces por estar a mi lado y tener paciencia cuando algo se complicaba. Regresé al trabajo, regresé con ganas de vivir, porque eso quería hacer, vivir cada minuto como si fuera el último.
— Venga chicos, una sonrisa por favor.
Toda la plantilla del Real Madrid sonrió, la aventura para ganar la décima se sentía en el ambiente, estaba orgullosa por Álvaro, por lo que podía hacer, por la gran persona que era. Simplemente eramos una pareja feliz. Mi motivación.
Tuve el placer de viajar a Lisboa y de disfrutar de un gran espectáculo como lo era la Champions. Fue un partido cardíaco, pero valió la pena al ver a un pequeño Morata completamente feliz. Tomé fotos de cada cosa que veía, del equipo, de la gente, del estadio, la piel se me ponía chinita al ver algo de esa magnitud. Al termino del partido, Álvaro me obsequió su medalla, sonreí como una tonta y no pude evitar besar esos labios.
Luego de todas las celebraciones un merecido descanso llegó y no dudamos en pasar un buen rato solos.
Hicimos de todo un poco, recorrimos muchas ciudades y el amor que nos teníamos iba creciendo cada vez más. No iba a negar que tenía miedo, miedo de que todo se arruinara, pero gracias al cielo, todo salió de maravilla.
Loving can hurt, loving can hurt sometimes
But it's the only thing that I know
When it gets hard, you know it can get hard sometimes
It's the only thing that makes us feel aliveAquella hermosa canción sonó a todo volumen, Álvaro no dejaba de cantarla para mi, revelé muchas fotos, fotos de nuestras salidas y fotos haciendo el tonto. Las guardé en una pequeña caja y se las entregué. Quería que el conservara todos los buenos momentos, porque yo los iba a recordar para la eternidad.
— Necesito descansar, no hemos parado, siento que ya no tengo pies.
— Oh Morata, no seas nena, por favor, nos falta solo un poco para llegar, por favor, por mi.
— Está bien, andando
Continuamos caminando hasta llegar a mi pequeño departamento. ¿Desde cuando yo era la atleta y él un flojo?
—Aguarda, me voy a dar una ducha. No me tardo.
— Si quieres te puedo ayudar Mar, no se, debemos cuidar el medio ambiente.
Reí negando.
— Cabra loca, no va a pasar nada si me baño sola
Me metí a la regadera, necesitaba sentirme fresca. Me sentía bien conmigo misma, con Álvaro, era placentero este sentimiento.