Seduciendo al Enamorado.

Sinopsis

Agarre sus dos piernas y con toda la fuerza del mundo lo arrastre por todo el pasillo hasta poder llegar a su puerta, la noche no iba a terminar hasta cumplir mi plan. Tampoco estaba dispuesta a irme sin obtener ni siquiera algo de su parte. Irse con las manos vacías era un sabor muy amargo.

Sonreí de costado.

Alex estaba balbuceando por el efecto de las dos botellas de alcohol que se había tomado gracias a mi. No era difícil emborrachar a una persona que no ha probado ni un trago de whsky o un trago de vino en su vida, así que fue pan comido. Su hígado mañana no iba a estar del todo contento, pero yo iba a estar a su lado para cuidarlo. Como siempre. Como siempre lo hice.

Me puse de cuclillas y acaricie su rostro con mi mano. Era desesperante ver esos labios tan mojados e hinchados y no poder besarlos. Pero tenía que controlarme, mi plan no iba a funcionar si no lo hacía cómo debía. Tenía que estar firme y tratar de complacerme de otra manera.

Toque su cabello y con mis dedos lo peine hacia atrás. Sus ojos enseguida se cerraron y no tardaron en abrirse, disfrutando de mi suave que tacto. Yo sabia muy bien que el amaba mis caricias.

— Oh Venus...— susurró mirándome. Sus pestañas eran tan largan y tan envidiables, los lunares que decoraban su rostro me hacían desesperarme más por el, solo por el hecho de que era la persona más perfecta que pude ver en mi vida.

La posición en la que el se encontraba en el piso iba a matarme de todos modos.

« Auto control Venus. Auto control.

Lleve mi mano hacia debajo de su remera y el tacto de sus abdominales marcados hizo enfadarme del todo. Sus jadeos hacían latir fuertemente mi corazón . ¿A caso puede provocarme en ese estado de ebriedad? Lo odio. Lo amo. Lo amo tanto. Alex despierta y bésame.

La noche había sido larga.

— Oh Venus... — gimió pero esta vez mirando hacia mis labios. Por favor, que ni se te ocurra Alex. No hagas que me pare y me vaya de aquí, arruinando este perfecto momento.

— Lo se amor, lo sé. — sonreí. Baje mi mano hacia su mejilla y con la yema de mi dedo lo acaricie suavemente, sintiendo como la piel de sus brazos se erizaban en el momento.

Sus ojos avellanados me empezaron analizar, el estaba deseándome. El realmente quería esto tanto como yo.

— Tócame, hazlo y no te detengas.

Palabras suficientes para abalanzarme sobre el y dar de este plan una patada. A la mierda eso, a la mierda su estupida Rebecca, a la mierda yo y el poder que estaba teniendo, a la mierda esas molestas mariposas que siempre hacían su presencia cuando Dean estaba conmigo.

Lo siento Becca, las cosas estaban ya estaban dichas. Lamento no poder respetarte, pero tú novio me pertenece.