Capítulo 11: ¡Dos metros!

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Otro golpe sonoro, y seguramente el último que daría, retumba por todo el vecindario.

-No hay modo -digo-. Nadie esta en casa.

-Me estoy congelando, ¿lo sabes?

Sonreí.

-¿Crees que yo no? -digo ruborizandome.

Pienso un segundo.

Tengo que entrar a la casa, es mi oportunidad de hablar con Travis y no la perderé por tan solo no encontrar unas llaves.

-¡El árbol! -dice Travis.

Frunzo el ceño.

-¿Árbol? -digo haciendo memoria.

-¿Hay un árbol cerca de tu habitación? -dice-. Estoy seguro de que...

-¡Si! -digo interrumpiendolo-. Si lo hay.

Trato de ocultar una sonrisa. Pero no puedo. Él recordó algo. Y quizá pueda recordar más.

-Vamos allá -dice caminando.

Me quedo unos minutos quieta, asimilando la situación.

Esto no pudo ser lo único que haya recordado. Tiene que haber recordado algo más. Algo de nosotros. ¡Vamos! Hay un árbol que llega a mi habitación. Quizá pudo recordar sobre el árbol de la casa del árbol.

-Muy bien -dice-. ¿Quién quieres quién uba primero?

-Hazlo tú -digo-. Yo te sigo.

-¿Segura? ¿Y si te caes?

Flecciono un brazo.

-¿Crees que no tengo fuerza?

-Si, eso creo.

Hago un chasquido con la lengua.

-Te contradecería, pero la verdad es que tienes razón -dije-. Pero aún quiero que subas primero.

-Vale, vale -dijo levantando las manos-. Subiré primero.

Suspiré aliviada, y le hice un gesto con la mano hacia el árbol, como diciendo: "adelante".

Travis caminó hacia el árbol y yo lo seguí. Se dio impulzo y saltó hacia una rama. Tenía un brazo agarrado de una rama, y el resto de su cuerpo estaba colgando.

-¡Maldición! -dice tratando de elevar el otro brazo hacia la rama-. ¡Ah!

Sonrío.

-Creo que eres mejor trepador de lo que yo pensaba.

-Deja el sarcasmo para otra vez -dice.

-¿Que pasa? ¿El niñito no tiene fuerza? -digo soltando una risa.

Travis suelta una sonrisa.

-Claro que la tengo. Solo como esta lloviendo el árbol está más resbaloso.

-Ajá -digo sonriendo-. ¿El árbol? ¿Resbaloso? ¿Y lloviendo? ¿A estas mini gotitas las llamas "llover"? Si claro. Esta lloviendo a cántaros.

Travis se impulsa con el pie inútilmente. Es como si estuviera dando patadas al aire. Bueno, de hecho lo está haciendo.

-¿Eres un ninja acaso? -dije.

-¡No, mierda! -dice soltando una mano, y solo agarrándose de la otra.

-¡No puede ser! -digo soltando toda la risa que tengo.

-¡Un bicho! ¡Ah! -dice.

Mis carcajadas aumentan al ver la escena tan graciosa.

-¿Travis? -digo todavía riéndome-. ¿Le tienes mi... miedo a los bi... bichos? ¡No me jodas!

Me reía tanto en ese momento que me estaba empezando a doler la espalda y el estómago.

-¡Oye! - dice agarrándose de la misma rama que se agarró como hace diez minutos.

-¡No avanzas nunca! -digo un poco más calmada.

-¡Es difícil! -dice tratando de elevar sus piernas a la rama-. ¿Como lo haces tú?

-Es un don -digo agitando mi cabello.

-¿Te digo algo?

-Adelante -digo buscando un cole en mi cartera para hacerme un moño.

-Deberías estar subiendo el árbol ahora mismo, y no quedarte mirando esta ridícula escena.

Frunzo el ceño al tocar un objeto metálico.

Sonrío.

¡Mis llaves! Estaban aquí todo el tiempo.

-No lo creo, Travis.

-¿Por qué?

-Mira -digo sacando mis llaves de mi bolso.

-¡No puede ser!

-Si, lo sé -digo-. Ahora bájate del árbol.

Me doy la vuelta y me dirijo hacia la puerta y pongo la llave en la cerradura.

-No puedo.

-¿Por qué? -digo abriendo la puerta.

-¡¿Estás bromiando?! ¡Está muy alto! ¡No puedo saltar!

-Travis -digo calmada-. Estás a dos metros del suelo.

-¡Exacto! ¡Dos metros! ¡Ni siquiera uno y medio! ¡Dos!

- Bueno -digo sonriendo-. Creo que te quedarías ahí para siempre.

-¿Qué? ¿Bromeas, no? ¡Me puedo romper un hueso, maldita sea!

-¿Que quieres que haga entonces? -digo con una sonrisa al verlo tan angustiado-. Solo salta. Vamos. Te enseñaré. Sueltas la rama de tus manos, y al tocar el suelo...

-¡Se como se aterriza solo qué...! -dice.

-Vamos, salta. No pasará nada.

-Vale, vale -dice un poco más calmado.

-Ahora, contaré hasta tres, ¿está bien?

-Si, si.

-Uno... dos, ¡tres!

En ese momento, Travis saltó del árbol, y la verdad, todo fue como yo lo imaginé.

-¿No fue tan difícil, verdad?

-No... -dice un poco desconcertado-. Creo que no.

Sonrío y me acerco a la puerta.

-Bueno, ¿y vas a pasar?

...

-Siéntate -digo señalando mi cama-. Hay algunas cosas desordenadas, pero...

-No, no importa -dice-. No te preocupes.

Miré hacia la ventana.

-Bueno, ¿y de que querías hablarme? -digo de brazos cruzados, tratando de mirarlo fijamente a los ojos.

-Será mejor que te sientes.

Perfecto. Sentarme al lado de él. Tendré que hacer contacto visual. Gracias, universo. Gracias...

-Y bien -digo-. Empezemos.

Me senté al lado del respaldo de la cama, y Travis en la otra punta. Se lamió los labios y junto sus manos.

-Estoy metido en problemas. Y necesito tu ayuda.

...
Jelou!

Its me!

Denuevo dejando con la intriga.... Pero no se preocupen! Volveré a actualizar mañana.

Pd: en ese capítulo dejaré los días en los que actualizaré.

Atte: la creadora, bitches.







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