ACLARACIONES:
Los diálogos están con - y se cierran también con -
Los pensamientos están con " " y en cursiva
Los cambios de escena se verán con….*******…
Si no se ven ninguno de estos signos y aun así continua, es solo la narración de los hechos.
DECLAIMER: Como saben ninguno de los personajes del magnífico anime y manga INUYASHA me pertenecen, pero la historia es completamente mía, así que cualquier tipo de plagio está prohibido.
********AMANE2306********
LA MIKO DE LAS CUATRO ALMAS
CAPITULO 5
Cuando Kagome despertó sintió algo suave rodeando sus manos y su cuerpo, su visión borrosa trataba de acostumbrarse a la ligera penumbra del lugar y valiéndose del tacto toco aquella suavidad que la retenía celosamente y le impedía moverse con facilidad, pero cuando trato de deshacerse de ella se asusto al sentir como esta se pegaba más a su piel impidiendo cualquier movimiento, logrando desesperarla.
-Quieta. –Escucho una voz ronca. Conocía perfectamente aquel tono de voz exigente.
-¿¡Crees que soy un perro!? ¡Sesshomaru quítame esta cosa! –Pidió molesta al sentir que aquella cosa suave parecía frotarse contra ella, especialmente en zonas que en su época se considerarían acoso sexual.
-¡Aquí tu no ordenas, tu obedeces! Estas en mis dominios cachorra. –Respondió él.
Ya acostumbrándose a la penumbra de la habitación pudo divisar a Sesshomaru a tan solo dos metros de ella, sus ojos ámbar parecían ser la única luz del lugar poniéndola más nerviosa aun. –¿¡A…acaso estoy desnuda!? –Pregunto notando la ausencia de ropa en su cuerpo.
-¡Olías a ese asqueroso humano! –Contesto con repudio el peliplata.
-¿Y tú me quitaste la ropa? –Pregunto avergonzada y furiosa ante la clara intención de violar su intimidad de la peor manera.
-Soy el único que tiene derecho a tocar tu cuerpo. –Sentencio como si fuera lo más normal del mundo.
Aunque Kagome trato de soportar lo mejor que pudo aludiendo a sus años de entrenamiento en ser paciente, comprensiva, y tolerante "…poco mas y no se transforma en monja…" aquello era demasiado para su cordura y con la intención de advertir de su enfado soltó una buena cantidad de reiki que la libero de lo que ahora suponía era el mokomoko de Sesshomaru que siempre usaba como si fuera una estola.
Escucho un rugido furioso que fue como un golpe para ella, sintió el youki chocar contra su reiki de manera estruendosa poniéndola alerta ante los movimientos de Sesshomaru que se había levantado en toda su altura y la miraba retadoramente, tenía la sensación de que si se movía aunque sea un poco él la atacaría.
-Sesshomaru, no quise ser tan brusca… -Explicaba ella tratando de apaciguar la ira del peliplata.
-¡Doblégate a mí! –Exigió él ofendido por el ataque directo y el rechazo de su futura compañera.
Kagome no sabía a lo que se refería exactamente y rememorando la vida junto a sus amigos, recordó una vez cuando Shippo le había jugada una de sus peores travesuras a Inuyasha logrando enfurecerlo como nunca, a pesar de que ella intervino no parecía eliminar la ofensa por parte de Shippo, siendo testigo del momento en el que el pequeño kitsune hizo a un lado su rostro mostrando abiertamente su cuello logrando tranquilizar a Inuyasha.
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LA MIKO DE LAS CUATRO ALMAS #PGP2018
FanfictionGanadora del tercer lugar en la categoría fanfic de los Blue Awards 2017 Cuando Kagome le pide a la perla que se destruya todo resplandece, aturdida como estaba es transportada lejos, despertara sola, cambiada y como el arma más poderosa, codiciada...