Capítulo único

238 27 26
                                    

# No al odio

Afuera el cielo estaba nublado. Eran las 4 de la tarde y el sol había desaparecido entre las grises nubes. Los árboles se movían con júbilo ante las ráfagas de viento y las pocas aves que quedaban en la ciudad se trasladaban a sus refugios ante la inevitable lluvia que se avecinaba. Gerard suspiró con nerviosismo mientras el ventanal se opacaba por su aliento. Quería salir a tomar un poco de aire, pero era tarde para eso ya que la ceremonia estaba por comenzar.

Miró sus manos sudorosas, miró su traje implacable y sus zapatos negros, tocó la piel de su rostro y sintió la suavidad causada por la rasuradora. Tocó su cabello con cuidado para comprobar que estaba en la posición correcta. Los nervios lo estaban traicionando y era peor porque estaba solo en la habitación.

Se dio la vuelta para intentar despejarse porque frente al ventanal solo podía ponerse más nervioso, se sentó en la cama de hotel y comenzó a dibujar figuras en la sábana. Recordó una nueva canción que se había agregado a su playlist y decidió cantarla en su mente.

Dejó de respirar cuando la puerta se abrió. Miró esperanzado a quien entraba, pero su alivio se esfumó cuando vio a uno de los asesores entrar. Lo conocía y le tenía confianza pero aún así sintió molestia al darse cuenta de que no se tomó la decencia de tocar la puerta.

-¿Listo?

-No- contestó al mismo tiempo que sintió la boca seca.

-Todo va a estar bien.- sonrió el hombre, tendría unos 40 años y era calvo.- El candidato va a salir de la reunión en 10 minutos. Pide que lo encuentre cuando la prensa esté en el vestíbulo, ahí dará un último mensaje.

-Quiero vomitar.-

-Tranquilo. – Se fue antes de que Gerard pudiera contestarle.

Se quedó en silencio otra vez, tomó su celular y revisó la hora; tendría que salir a las 4:30 de ahí. Desbloqueo su celular y revisó sus notificaciones. Su hermano había comentado su foto de instagram, su madre le había mandado un mensaje deseándole éxito, y su mejor amiga le escribió para decirle que estaría pendiente en la televisión para cuando lo viera aparecer.

"Ustedes pueden hacerlo, no tengan miedo" Leyó y contestó "Ya casi es hora ._."

_________

Se sentía mareado y cada vez bebía agua con más frecuencia. Escuchaba hablar a sus colegas pero no entendía lo que decían. Todos brindaban cada cinco minutos, rían y aplaudían. En el fondo Frank se sentía devastado, tenía la sensación de que a las 4:30 lo perdería todo.

Sus colegas estuvieron con él desde el principio, incluso uno de ellos desde la Universidad y ahora disfrutaban de un momento inolvidable. Estaban frente a la posibilidad de estar al frente de su Nación, juntos, en equipo con él liderando. Los nervios lo atacaron cuando pensó en ellos, en esos cuatro hombres y cinco mujeres que charlaban a su lado. Eran su fortaleza, ¿y si ellos le daban la espalda? Si ganaba, su gobierno terminaría a minutos de haber comenzado.

Sintió su celular vibrar, miró a su alrededor y nadie prestaba atención. Era un mensaje de Bee, su mejor amiga "Ustedes pueden hacerlo, no tengan miedo".

-¿Qué ocurre? – Preguntó Leslie, a quien había propuesto como titular del Ministerio de Educación.

-Estoy nervioso.

-El futuro primer ministro no se puede poner nervioso. Vamos Frank, con coraje.

-¿Qué va a pasar cuando salga y hable frente a la prensa? ¿Te imaginas?

-Sí, le hablarás a tu pueblo y los convencerás para que voten por ti, es todo. Vamos a ganar, estamos arriba en las encuestas, tu campaña ha sido limpia y tienes al pueblo en tus manos. Tranquil.

No al odio [Frerard]Where stories live. Discover now