Epílogo

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Veo a Guillermo correr por el patio de la pequeña mano de Alex por la casa más grande que jamás imagine tener. La mudanza después de todo ha sido bastante buena, al comprar esta nueva casa planear la fiesta del pequeño Alejandro está siendo muy llamativa al ver a tantos niños reunidos en ella. El gran patio está decorado con pequeños adornos de los personajes favoritos del pequeño Alex.

Si, mi hijo que tiene por nombre Alejandro Díaz. Tiene el nombre de la persona que perdí hace tiempo y está siendo festejado por su cuarto aniversario de haber nacido.

Llega conmigo y me abraza, Guillermo se queda a un lado mío abrazandome, Caro se acerca a nosotros y le da una pequeña a Guillermo, es la hija de Christian con Katherine.

Vaya, por fin he visto a mi hermano mantener algo bajo responsabilidad, Guillermo me mira con cara confundida sin saber que hacer.

-Es una señal, cariño -le digo.

-Que hace bastante tiempo que no cambió pañales -dice riéndose.

-Calla, por Dios. Que yo todo hacía.

-Bueno, si tenemos otra hijo ó... Hija -dice refiriéndose a la pequeña- yo la cuidaré por las noches.

-Ya quiero ver eso -digo entre sonrisas.

-¡Papi, papi! ¡ Que hay una enorme araña entre las flores! -Alex llega asustado con bastantes amigos pequeños detrás de él.

-Que yo la mato Alex -le dice otro niño.

Guillermo me mira asustado, sé que su peor terror son las arañas y para Alex también -pero él no lo sabe-.

-Vamos, yo la desaparezco de allí.

Digo sonriéndole en burla a Guillermo y él me fulmina con la mirada.

-¡Mi mamá es la mejor!

Escucho decir a Alex y sonrío. Me toma de la mano y me jala casi corriendo hacia el lugar.

*

Alex y Guillermo están en el cuarto abriendo sus obsequios. Estoy doblando su pequeña ropa y me viene a la mente Alex, ¿qué tan feliz hubiese sido ver a ese pequeño llevar su nombre? Diría que demasiado, podría decir que gracias a Alex tengo todo lo que siempre he querido, gracias a Alex soy feliz ahora. Él podrá haberse ido pero sé que me dejó todo lo que yo siempre quise, me dejó motivos por los cuales sonreír mientras lo que me resta de vida. Y no hay día en el cual no piense en él, porque siempre fue la persona que más me apoyó cuando éramos jóvenes y mi familia estaba lejos de mi.

Era como mi segundo Christian, pero más cercano.

Diría que si no me hubiese reencontrado con Guillermo podría haberme terminado enamorando de Alex por la manera que se comportaba conmigo y la relación que manteníamos ambos.

-¡Mamiiiii, mira lo que me han dado! -llega Alex atravesando la puerta con una caja y dentro de ella venía su figura de acción favorita.

-¡Que felicidad hijo! ¡Que bueno que te lo han dado, que buena persona!

-¡Lo sé!

Dice con una emoción e inocencia que es clara en un niño de cuatro años.

Guillermo que venía atrás de él lo toma por las piernas cargándolo en su hombro y le da vueltas. Lo baja y se marea un poco. Guillermo se burla de él y le golpeo el hombro.

-Vale, es hora de dormir. Vamos Alex.

Lo conduzco al cuarto y Guillermo se queda juntando los papeles de lado regalos mientras arropo al pequeño Alex.

-Ma... -habla.

-¿Qué pasa? -le nuevo las almohadas y lo abrigo con la cobija.

-¿Quién dices qué es él? -apunta hacia el marco donde salimos Guillermo, Alex y yo. Y aunque le he dicho muchas veces, sé que le llama la atención, más de la normal.

-Te ha dicho tu madre cientos de veces que tu tío Alex -responde Guillermo por mi.

-pero, ¿por qué no está aquí? Jamás lo he visto.

-Pues porque es difícil de explicar, un día te explico y entenderás -le digo.

Y es cierto, si le explicaba no iba a entender demasiado el tema.

-Vale, pero pueden ahora.

-No, que ya vas a dormir -le regaña Guillermo dándole un beso en la frente.

Si, él siempre quiso un hijo.

Le eso la frente a Alex de la misma manera que Guillermo.

-Buenas noches -nos dice.

-Buenas noches -dice Guillermo cerrando la puerta.

Después de todo lo que pasamos desde jóvenes, se nos brindó una nueva oportunidad para reencontrarnos y unirnos nuevamente. Ahora si, puedo usar el término del hijo como unión amorosa de un matrimonio. Y aunque Guillermo y yo intentemos separarnos jamás podremos porque siempre existirá una razón que no nos lo permita y esa razón será Alex.

Sé que amo a Guillermo por darme la oportunidad de ser esposa, madre y sobre todo mujer. Que ambos saldremos con ganancias durante los días de gloria que pasemos juntos.

-¿Qué has pensado sobre tener otro hijo? -dice acorralandome en la pared.

-Guillermo... -le digo con vi de réplica.

-Vale, vale -dice apartadose y entrando al cuarto.

-Qué sí, que si quiero

Digo mientras le abrazo por detrás y se gira para quedar a la par conmigo. Me toma besa el cuello y hace que mi piel se ericé, hace que sus pequeños besos ardan en mi piel. Me encamina a la cama y me susurra al oído:

-Que si la hacemos con amor, nos puede salir una niña...

-¡Pues hazla con amor!

Le planto un beso ante sus suculentas palabras que me hacen sonreír entre besos.

Fin.

Eres mi mayor recuerdo (willyrex y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora