¿Joven, esta usted bien?
Al oír esa voz, él abrió los ojos, de nuevo estaba allí, es como si hubiera convertido aquel lugar en un segundo hogar. Tal vez se sentía cómodo apoyado en aquel árbol. ¿Será una buena idea hacer esto? - Se preguntó constantemente - Pero nunca encontró una respuesta lógica, habían miles de árboles mas pero a él solo le gustaba aquel árbol, todo se veía mejor cuando estaba apoyado en ese espacio lleno de madera y hojas verdes.Se paró y camino hasta llegar a una banca, le dolía la cabeza y algunas partes mas del cuerpo, sentado en ese lugar empezó a recordar lo que paso hace unas horas.Luego de una tarde algo rara, acepto salir con ellos, tal vez debía relajarse un rato. Las luces se apagaron, él estaba sentado en una acera con un vaso en la mano y un cigarro en la otra mano, no recordaba nada. Lo despertaron y siguió caminando, hablando de chicas, conciertos y aspiraciones diarias.Sabía que aun no era tiempo para eso, pero no le importo, decidió adelantar las cosas. El vaso pasaba de mano en mano, el cigarro se terminaba mas rápido, la noche seguía en curso, aún había tiempo para arrepentirse, inventar una excusa e irse de ahí. Pero por alguna extraña razón no quería hacerlo, quería quedarse y lo hizo. Él se quedo, y siguió ahogándose en esos vasos. Llego mas gente, él se hacia cada vez mas conocido. Todo se salia de control, ya no eran las 7 de la noche eran las 9, era momento de entrar a un antro. Pero se sentía mal, hace buen tiempo que no bebía esa cantidad. Se sentó al costado de un "carrito de comidas" apoyado contra la pared como si fuera un mendigo más.No sabía que comer, no tenía idea de que hacer, todo era nuevo. Sus amigos le dieron algunas recomendaciones, él las siguió e hizo lo mismo que ellos. Las pistas eran de gelatina, la comida estaba picante, la noche ya no era tan fría y su perfume ya no era el de la tarde. Pero la noche aun era joven, era momento de esconder la comida y entrar a ese lugar. La combinaciones de luces era increíble, las personas, el lugar, las bebidas, la fiesta, la música, todo era genial.Fueron mas adentro, a aquel lugar que pocas personas conocen, se sentó y empezó a hacer nuevos amigos.- Esperen, ¿este soy yo? - Se pregunto así mismo.Y había cierta lógica, él no era tan sociable, no era tan hablador, pero en ese momento hablo con todos, bailo con todos y canto con todos, todo era genial hasta que reconoció a aquella persona, y esa persona lo reconoció a él. Era momento de irse a otro lugar, no era el más adecuado. Se despidió de todos, dando y pidiendo números telefónicos en cantidad. Poco a poco aquellas personas conocían su nombre y también, junto a él, conocían una nueva personalidad. Fueron a un bar donde había una banda, comenzó a gritar, saltar, cantar, comenzó a hacer varias cosas que nunca pensó que llegaría a hacer. Era su momento, el nivel de alcohol bajo un poco, se sentía mejor, pero tenía hambre. Recordó que tenía comida guardada en los bolsillos, pero no le gusto, el picante le generaba mareos. En fin, decidió acabar con aquel sinsabor del alcohol, con mas alcohol, en verdad, todo se estaba saliendo de control, y eso era bueno.Comenzaron a tocar sus canciones preferidas, sin pensarlo 2 veces, el subió al escenario, hablo con uno de los músicos y logro conseguir su instrumento, todas las personas que estaba allí lo miraban de manera extraña, es algo inusual que alguien salga a hacer algo frente a miles de caras.A él no le importo, la banda empezó a tocar y él no defraudo, generaba risas en aquellas chicas que estaban delante suyo. Tal vez era por su manera distinta de tocar o por esos movimientos que pocas personas harían frente a todos ellos.Todo era genial, la bebida hasta mas no poder, la atención del público, las canciones, los instrumentos, sin pensarlo dos veces, fue donde el micrófono secundario y empezó a cantar, su voz no era buena, pero eso no importaba, todos lo disfrutaban "Porque no se van, no se van del país"..Fuera mierda !!! Él seguía tocando y de nuevo la vio, decidió saludarla a distancia, un lado suyo quería bajar, pero, su otro lado seguía en su mundo. Pensó que los demás miembros le dirían que ya es suficiente, pero ellos no decían nada y él siguió sobre el escenario. Las canciones seguían por horas y él solo se dejaba llevar. No le importó nada, se sentía vivo, se sentía bien. No le importo seguir bebiendo, hablando y caminando, no le importo acostarse en la acera, no le importo saltar encima de un carro, no le importo cantar en plena calle, no le importo ocultar algunos sentimientos, no le importo seguir perdiéndose en esas calles, tal vez la encontraría en algún lugar, sentada con las piernas cruzadas y con algo de frío.Se alejo de sus amigos, decidió seguir su camino, cogió el móvil y puso la música a tope, quería desconectarse de todo. Quería irse a otro lugar....Y la vio, ella estaba en esas gradas, con un vestido rojo, no pudo ver el color antes debido a las luces de la discoteca, ella lo vio y se acerco dónde él. Eran 2 adolescentes bajo la luz de la luna, de las estrellas, con algo de música y con un sentimiento en común. Los dos la pasaron bien, jugaron un rato, ella tenía frío, él le dio su chaqueta preferida. Ella lo vio, lo abrazo y mirándole a los ojos lo beso, ambos eran uno solo. Tomaron un taxi y se fueron a cualquier lugar. Llegaron al lugar donde todo comenzó, al lugar donde todo inicio y se sentían en casa. Bajo la poca luz que dejaba pasar aquellas hojas, ellos se dejaron llevar entre besos y abrazos. Los rayos de luz se acercaban y ella se tenía que ir, él no quería que pasara eso, pero no pudo evitarlo. Cerrando los ojos y envueltos entres sus brazos, ambos se dieron un largo beso de despedida....
- Joven, despierte, ¿esta usted bien?
Anthony.
