El comienzo de mi fin.

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- ¿Y qué tal? – me preguntó mi madre apoyada en el marco de mi puerta.

- Bien, la casa está bien – le respondí sin adentrarme más al tema

- Mañana irás a la escuela – comentó en un tono agotado. La mudanza nos había quitado demasiada energía.

- Si – dije mirando el celular

- ¿Qué tal Henry? ¿Las hablado con él?

- Prefiero hacerle fiel a la distancia, ambos – le comenté

- No has colocado la fotografía, esa en donde salen juntos, recuerdo que nunca la quitabas del mueble en la antigua casa – agregó con una pequeña sonrisa

- Si... aún no he desempacado todo – contesté tratando de ser fuerte ante el frustrante recuerdo de Henry

- Bien, creo que mejor debería dejarte descansar, buenas noches Valentín.

- Buenas noches mamá

Trataba de disimular mis sentimientos respecto a este viaje. Lo hacía por mi madre, tenía que apoyarla en este momento, no serbia de nada molestarme con ella, nos necesitábamos más que nada en este momento. Y eso incluye dejar a mi novio y mi antigua vida.

Me desperté en la madrugada, no podía dormir, a pesar de lo agotado que estaba el sueño no invadía mi mente. Bajé las escaleras y fui directo a la cocina. Caminé silenciosa y sigilosamente por la nueva y oscura casa, no podía despertar a mi madre, estaba tan agotada que se merecía más que nadie tener un buen sueño.

Abrí la nevera y saqué la caja de jugo, sin necesitar un vaso, me la llevé a los labios y la bebí, mi garganta estaba seca.

Luego volví a mi habitación. Y a pesar de lo horrible que me parecía este cambio, había algo en la casa que me era más que impresionante: el lago que teníamos detrás. Desde mi ventana se veía el lago y las luces de los faroles reflejadas en ella, era circular, las casas lo rodeaban.

Abrí mi ventana trasera, la que daba hacia el lago y dejé que el aire entrara a mi habitación, saqué mi cabeza y observé el techo, pensé en la posibilidad de subir hasta allá arriba y sentarme para admirar mejor las vistas.

Nos mudamos cerca de Palatine, Chicago. Teníamos detrás de casa el famoso Virginia Lake. Dirección: 863 North Virginia Lake Court (aparece en Google Maps)

Desperté cuando el sol ya había salido. Escuché la vos de mi madre proviniendo de afuera y me asomé por mi ventana delantera, la que daba a la calle. Era ella hablando con el encargado de la mudanza, mientras que dos hombres más sacaban del camión muebles y cajas y las llevaban adentro de la casa.

Bajé rápidamente las escaleras en pijama (o mejor dicho calzoncillos y camiseta) y me encontré un desastre en el salón.

- ¿Valentín que haces? Tienes que prepararte ya vas tarde – me sorprendió. Ella ya estaba lista para su trabajo.

- ¿Qué es todo esto? – le pregunté

- Nuevas cosas para la casa – contestó, luego se percató de que el hombre de la mudanza con el que conversaba estaba junto a ella esperando que firmara algunas cosas – Ah, cierto – agregó, – Lo siento – le sonrió incomoda, luego el hombre se fue y con un silbido por parte de él los otros dos se subieron al camión.

- ¿Y qué tiene de malo nuestro antiguo sofá? – le pregunté

- Cariño... – acaricio mi brazo, – Quiero que todo esto sea especial, y quiero que la sala tome un ambiente nuevo, los otros muebles solo... traen recuerdos

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⏰ Last updated: May 29, 2017 ⏰

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