Sipnosis

110 9 0
                                    

-Joder, creo que he bebido demasiado. -dije aguantándome las ganas de vomitar.
-Es mejor que potes tía -decía mi amiga Maya- si potas en tu casa y tus padres te pillan va a ser peor.
-Tienes razón -hice fuerza para potar- pero no puedo.

Maya y yo nos encontrábamos en un banco, en algún parque de Nueva York. Acabábamos de salir de una discoteca y eran las 5 a.m.

-Tía llama a Rick -le dije a Maya apoyando mi cabeza en su hombro.
-Que va tía, mañana curra, cojamos un taxi.
-De acuerdo. -asentí, levantándome del banco como pude.

Primero el taxi pasó por casa de Maya, dos manzanas más a bajo que la mía. Cuando llegué a casa cogí la llave que hay debajo del felpudo y entre a hurtadillas. Subí a mi habitación, me quité los zapatos tirándolos por la tarima y me acosté, sin desvestirme ni desmaquillarme me dormí.

Todo por un besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora