Imprudent 「ABO!Fonnie」

Fifty Nine

Horas antes.

Toby se mantuvo alejado de Blake durante el resto del día, ni siquiera quería cenar, sólo quería mantenerse alejado de su hermano.
Luego de la mitad del día sintiéndose frustrado, se tiró a su cama y se puso a pensar en lo mucho que estaba necesitando a Drake y a Bonnie, pero tampoco podía molestarlos, ellos habían formado su propia familia, él no podía simplemente llegar y meterse en medio por sus problemas de adolescente. Suspiró con tristeza y pensó en dormir un rato, pero escuchó unas cuantas voces que provenían de la entrada de su casa, lo que le llamó bastante la atención puesto que nunca tenían visitas. Cualquier otro día no habría bajado, aunque esta vez bajó sólo porque sentía el aroma de Bonnie. Lástima que al llegar abajo se encontrase con su hermano desmayado en los brazos del padre de Frank; miró con preocupación el pálido rostro de su hermano y no dudó en acercarse. En el momento en que terminó de acercarse al pequeño grupo que yacía en la entrada de la casa, el hombre de cabello rubio comenzó a avanzar seguido de su mujer y la señora Anderson; estas últimas llevaban a las pequeñas, pero Frank no se veía por ningún lado.

-Mamá, ¿Qué ocurrió?- preguntó el beta, cuando su madre pasó por su lado.
-Frank... Frank murió- la mujer siguió avanzando sin decir nada más; guió al hombre hacia la habitación que le habían dejado a Bonnie en el primer piso y no se separó en ningún momento de su hijo.

Toby la siguió, sin creer lo que había oído. Cuando estuvo en la habitación de su hermano, se puso a pensar en como sería si él fuese un omega; como si fuese un omega marcado por algún alfa. Pero no por cualquier alfa, sino que su alfa sería Blake.
Gruñó molesto antes de abandonar la habitación, sin importarle que los presentes le mirasen de forma extraña. Se encerró en su habitación nuevamente, sin percatarse que su hermano mayor se encontraba ahí.

-Toby...- el teñido se estremeció al oír aquella voz, pero no dejó que el moreno lo viese vulnerable. Frunció el ceño antes de encararlo.
-¿Vienes a humillarme o a golpearme? Te dije que no quería verte, y no me importa que vivamos en la misma casa, NO. QUIERO. VERTE.- el beta se cruzó de brazos, mirando amenazante a su hermano mayor.
-Lo siento, ¿Sí? Yo... Yo perdí el control, realmente no quería hacerle eso a tu amigo- murmuró, le era imposible soltar aquellas palabras, él no solía disculparse. -No entiendo porqué siento tantos celos de él... Simplemente me molesta que ustedes sean tan unidos-

Toby seguía con el ceño fruncido, no quería creerse las palabras del alfa, pero había algo que le decía que no debía seguir enojado con él.
Finalmente optó por no perdonarlo del todo, nada le haría olvidar aquello que vio.

-Tendrás que hacer algo más que eso para que te perdone del todo- el de cabello negro hizo una mueca. -Y también deberás disculparte con Teddy-
-Pero...-
-Hazlo, Teddy no lo merecía y lo sabes, él es delicado, cualquier palabra puede lastimarlo, y tu no sólo lo insultaste, también lo golpeaste- se detuvo unos segundos recordando a su amigo, sintiendo pena por él. -Y lo más probable ahora es que Freddy y Golden vengan a romperte los huesos por golpear al adorable Teddy-

Blake murmuró unas cuantas maldiciones antes de que Toby se acercase a él.

-Me gusta que te veas como un chico malo, pero ese no eras tú, tu eres el alfa dulce que suele contarme historias de My Little Pony cada vez que tengo pesadillas- las mejillas del moreno se tiñeron de rojo y apartó su mirada rápidamente.
-Bien... Intentaré ser ese ñoño otra vez- bufó. -Pero evita estar tan cerca de ese beta-

[…]

Frank no pudo seguir aguantando el dolor que sentía por mucho tiempo, así que Bonnie se vio obligado a llamar a su madre para llevarlo al hospital. El omega había recuperado toda su energía desde que había vuelto a los brazos de su alfa.
Esperó impaciente mientras los doctores enyesaban la pierna y el brazo de Frank, luego de haber pasado tres horas esperando a que su prometido saliese de cirugía, ya que tenía una herida que cruzaba su pecho, la cual debía ser cerrada rápidamente.
Varias horas habían pasado, pero Bonnie no se separó de Frank en ningún momento desde que le habían dejado en una habitación, completamente sedado. Cuando el pelirrojo despertó, el omega; quien lucía bastante descuidado; se inclinó hacia él para dejarle un beso en los labios.