Capitulo 1

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Alessa Miller, baja estatura, morena, cabello exageradamente largo, risos hermosos, ojos color gris, cabello oscuro y sonrisa hermosa, normalmente no vivía una vida tipica de adolescente, se mudaba muy constante por el trabajo de su padre.

-Alessa recoge tus cosas hoy nos mudamos- su madre le entrega una caja para que vaya empacando-

Se que el trabajo de mi padre es el motivo por el cual nos mudamos otra vez, pero yo quisiera ser como cualquier otra adolescente, ir a fiestas, tener amigos, embriagarme, muchas cosas que podría hacer si no fuera por el trabajo de el, me dedico a empacar todas mis cosas, bajo el tapete de galaxia, detrás de el anotaba el numero de casas que llevábamos hasta ahora son sesenta y cinco, guardo todo en mi maleta y bajo hasta el garaje

-¿A donde iremos ahora papá?- Mi intriga por saberlo es grande

- Es un pueblo no muy lejano, me quedara mas cerca del trabajo- dice mientras que todos entran subiendo al auto

Ya llevamos más de cinco horas hasta que por fin paramos frente una casa, parecía abandonada era totalmente opaca, el ambiente era frio, todo el pueblo parecía gris como si ni una alma estuviese aquí, desde que Salí del auto me siento observada y un fuerte escalofrió recorre mi cuerpo.

-¿Quieres ir a explorar o vas a desempacar?- dice mi madre sacándome de mis pensamientos

-Hago una mueca de disgusto- ¿por que estamos aquí? Este pueblo parece abandonado, no me da buena vibra-

-Hija sabes que estamos aquí por tu padre- me da un fuerte abrazo- ve a explorar yo meteré tu maleta

Asiento y camino un poco, todo estaba nublado, no podía ver muy bien, camino a pasos pequeños con miedo y el presentimiento de que alguien me esta siguiendo, giro a ver por todos lados y todo esta desierto, cuando giro veo a dos niñas con mascaras de gas observándome detenidamente, doy un paso hacia atrás y choco con un árbol.

-¿Qué es eso?- me tapo la boca logro distinguir que era lo que colgaba era... era una soga rota, alguien había intentado suicidarse en ese árbol, corro hasta lo que era mi nueva casa, algo asustada y alterada intento calmarme y desempaco eso a veces me relaja, antes de colgar el tapete marco el numero ya era la sesenta y seis, sesenta veces e cambiado de casa desde pequeña.

Un mundo frió sin ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora