Haruka.

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-Papi... papi quiero un cuento- se sentaba justo en su regazo- Quiero uno- le pidió una vez más inflando sus cachetitos como berrinche.

-Haruka...- se levantó con fuerza el informante- Ya sabes que papi está cansado ¿No? - le hablo con un tono amoroso mientras lo acomodaba de manera más cómoda sobre su regazo.

-Lo sé, lo sé -le contesto entre pequeñas risas al ver a su papi medio dormido- pero papi, papá me ha dicho que cada vez que no pueda dormir tú me cuentes un cuento.

- ¿Eso dijo papá? -Pero si lo sabía a la perfección. Su querido padre solo quería venganza por haberle dicho a su hijo de tan solo 4 años que si se comía todo el pudin de su padre le daría lo que él quisiera.

-Haruka- le llamo su padre mientras se ponía a su altura para limpiar los restos de pudin de sus mejillas- Te he dicho que no comas mi pudin ¿Verdad? -le regaño de la manera más cariñosa que no fue considerado regaño para el pequeño.

-Perdón papá- se disculpó el pequeño de cabellos castaños como su padre cuando niño y de ojos rojizos como su madre- papi me ha dicho que si me los comía me daría lo que yo quisiera- le explico desviando la mirada con vergüenza.

- ¿Fue así? -a lo cual el pequeño asintió como respuesta- Qué puedo hacer yo al respecto- se levantó con su hijo en brazos mientras le sonreía- Papi cumplirá su promesa y yo te comprare lo que tú quieras al igual que papi, a cambio de algo- propuesta que hizo que su pequeño abriera los ojos esperando oír sus palabras- cuando papi termine uno de sus trabajos muy tarde y lo veas muy cansado le pedirás que haga algo por ti ¿De acuerdo? -le sonrió.

- ¿Y si se niega? -le pregunto el pequeño.

-Él no hará eso- el pequeño solo inclino un poco su cabeza con duda- Te ama demasiado como para llevarte la contraria.

-Está bien- asintió alegre aceptando el trato.

Y ahí se encontraba el pequeño en el regazo de un cansado informante esperando a que irse a su habitación para que leyera su cuento. No paso mucho para que Izaya encontrara fuerza suficiente y así poder proceder a la habitación de su amado y hasta ahora único hijo. Lo metió a la cama y tomo el libro de cuentos elegido por su niño.

-Haruka- le llamo su papi- ¿De dónde sacaste este libro? -le dijo señalando el libro específicamente por el título de este "Escila y Caribdis".

-Le pedí a papá que me lo comprara- le respondió con una sonrisa- Él me pregunto por qué quería ese libro, pero solo míralo, es genial y lo son más los dibujos que hay en el- le dijo con una gran sonrisa mientras le mostraba los dibujos nada lindos y lleno de monstruos- Debiste ver la cara de Tom-san cuando vio que papá me lo compro- le conto a mientras reía.

-Bien, si a ti te gusta no haré nada para impedirlo- le dijo mientras tomaba el libro de las pequeñas manos de su hijo y abrirlo.

- ¿Y si me gustara el hijo de la tía Celty y el tío Shinra? -le sonrió de manera socarrona, admirando como Izaya ponía los ojos de piedra pensando en matar al hijo de Celty y Shinra él mismo o mandar a alguien para que lo haga por él, también podría decirle a Shizuo y dejarlo en sus manos.

-Ya se lo comenté a papá y ha dicho que mientras yo sea feliz y él esté de acuerdo no hay problema y le he pedido al tío Shiki que lo proteja de cualquier persona sospechosa a hacerle daño- le comento dejando al informante sin palabras por lo perspicaz que era su pequeño.

Una pequeña charla dada por Izaya del porque su hijo debería estar solo y morir solo, pero al lado de su madre toda la vida y después de terminar con pequeñas lagrimas para convencer a su niño de permanecer a su lado fue lo que le conto. Sin perder más horas de sueño de su hijo, comenzó al fin a contarle su cuento, que, con cada palabra que leía y decía se sorprendía como era que su hijo era tan él. Al finalizar se aseguró de que su niño esté dormido y cómodo. Salió con cuidado de no hacer ruido y justo cerró la puerta escucho como la puerta del primer piso era cerrada, lo que le indicaba que Shizuo había regresado de trabajar.

- ¿Así que Caribdis y Escila? -llamo su atención con una sonrisa forzosa- Sabes a la perfección que cada vez que tenga un trabajo y lo termine hasta tarde me gusta descansar y sobre ese libr- fue interrumpido por un abrazo de su pareja.

-Izaya- pronuncio haciéndolo sonrojar por lo cariñosa que sonaba su voz- Regrese a casa.

¿Casa? Claro, ya tenían 7 años juntos, y eso lo hacía muy feliz. Seguía sin poder expresar todo el cariño que le tenía a Shizuo y eso era algo que a pesar de todos los años que ha llevado de conocerse Shizuo había descubierto como leer los sentimientos de su pulga.

-Pulga- le llamo sosteniedo con una de sus manos su rostro, admirando sus rojas mejillas- Tengo algo que pedirte.

-¿Qué cosa quieres? - le pregunto sin dejar de ver esos ojos cafés que tanto le gustan- Tal vez y este de humor para satisfacerte pero te en cuenta que Haruka me ha dicho que gusta del hijo de Shinra- dijo eso ultimo con berrinche.

-Me arriesgare- le dijo con un tono de alegría para alzarlo de su cintura juntando más sus cuerpos en un cálido abrazo poniendo a Izaya a su altura- Me hacen tan feliz que quiero una tercera pulga.

-Shizu-chan...- petición a la cual no pudo negarse y ponerse feliz a tal propuesta.



No importa cuánto pase seguiré amando esta pareja y pues me sentía con soledad

Pues creo que por un tiempo estaré escribiendo one-shots de esta pareja.





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⏰ Última actualización: Jun 13, 2017 ⏰

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