Comida pelirroja

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by Zoren97

Advertencia: Muerte de personaje.

Uno de los deleites del ser humano puede conllevar a muchas cosas. Puede ser el placer, o las diferentes comidas, el tacto, la visión, los ricos olores, puede ser todo y una cosa al mismo tiempo. Pero si bien, un deleite también puede ser cargado con locura, odio y terror...

-¡Hermano, ven aquí, maldita sea!- Gritaba uno de los gemelos arrastrando del brazo a un cuerpo inconsciente, el cual, difícilmente había conseguido después de un forcejeo incesante. -¡Te tengo una sorpresa!- Canturreó con una sonrisa cuando tuvo a la presa dentro del hogar. Fue a cerrar la entrada de un portazo.

El joven se miraba exhausto y jadeante, aun así, reía por momentos de satisfacción al saber que había conseguido una víctima por sí solo. Ya no se sentía más como el hermanito menor. No, ya no. Aunque se trataba de una niña, mantenía en su cabeza la idea de que para ser la primera vez estaba bien.

-¿Qué has hecho?- Preguntó su gemelo bajando las escaleras, ya que se encontraba en el segundo piso, mientras acomodaba su sombrero. -¿Qué es eso?

-¡Yo lo hice!- Dijo risueño enseñándole la cara de su víctima inconsciente. -¿No me vas a felicitar, hermano?

El otro soltó unas carcajadas cortas, sonrió y abrió los brazos. Lifty no se hizo esperar y corrió a abrazarlo con todas sus fuerzas. Las ganas de sentirse aceptado, grande, mejor, lo habían llevado a estas alturas.

Era solo una pequeña niña inocente...

-¿Y qué piensas hacer ahora?- Le preguntó mientras miraba el cuerpo en el suelo y sus ojos. Su voz era seria y profunda. Curiosa y perturbadora.

-Quiero que me mires hacerlo, ¿lo harás?- Dijo tomándolo de los hombros con entusiasmo. -Quiero que estés ahí para que veas que puedo hacerlo. No tengo miedo.

-¿Estás seguro? Yo no lo "acabare" como la última vez.

-¡No, esto es diferente! Yo traigo a la presa, ahora mi trabajo es proseguir y terminarlo.

Confiado en aquellas palabras, Shifty asintió y bajó al sótano sin decir ni una palabra. Lifty sonrió emocionado y fue corriendo por la niña, cargo a la pequeña y fue detrás de su gemelo lo más rápido que sus larguiruchas piernas podían.

-¿Lifty?

-¡Si, aquí estoy!- Bajó el último escalón y llegó con su hermano, quien le estaba dando la espalda. De fondo se miraba una bañera vieja, algo rota y con el metal oxidado.

-¿Ya sabes que hacer primero, verdad?

El joven asintió y puso el cuerpecito en el suelo para luego quitarle las prendas, todas ellas, hasta dejarla desnuda. El cuerpo tierno y sin desarrollo fue cargado en los brazos de Lifty, quien camino a la bañera sin un dudar; su gemelo sonrió disimuladamente, empezaba a sentirse orgulloso. La metió lentamente en la tina llena de agua fría, luego la esposó a una tubería que estaba cerca. La pelirroja empezaba a despertar con suspiros fuertes debido a la temperatura del agua.

-Lifty.

-¿Si, hermano?

-Asegúrate de limpiarla bien, te preparare los cuchillos.

-¡Claro, lo hare!- Soltó con una sonrisa antes de que su gemelo desapareciera del sótano.

-X-X-X-X-X-

Flaky, ahora despierta, sollozaba en voz alta y lloraba con las muñecas atadas a la pared; su cabeza también lo estaba. Sus pies colgaban, ya que esas esposas de metal no eran para infantes. Le dolía lo apretadas que estaban, y aun más, cargar con su propio peso durante media hora. En todo ese tiempo despierta, se preguntaba miles de cosas que subían el suspenso y el miedo. No sabía dónde estaba, porque estaba desnuda y mojada, y por que los gemelos la tenían en ese estado, si, ya los había visto. Tenía miedo de todo a su alrededor, de la oscuridad y los aparatos de tortura bastante antiguos, manchas de sangre en las paredes y algunos huesos humanos tirados en el suelo. ¿Qué era todo esto que sus jóvenes ojos miraban con pavor?

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