NO HICE NADA

7 1 0
                                    

Azul y oro

4 de Julio de 2017

Fui testigo, pude cambiar las cosas y no hice nada.

Aquella mañana era tranquila, soleada y pacífica. El canto de los pájaros era relajante y te hacía sentir libre y puro. El salto de pequeños pececillos te hacía sentir vivo y el correteo de animalitos te animaba a continuar en ese entorno natural y contemplar su belleza. No sabía muy bien el porqué de estar allí, sentada junto al lago y acompañada de aquel individuo dormido e inesperado. No podía explicar lo sucedido, más bien, no debía. Todo había ocurrido demasiado rápido y ya no había marcha atrás.

Mejor empecemos por el principio, mi situación. La tarde anterior había quedado con Alex, simplemente para tomar un café en la nueva cafetería de la ciudad, y hablar sobre libros y escritores, pero todo acabó al revés. Más tarde fuimos a dar una vuelta por el lago. Se nos hizo tarde y de alguna manera acabamos tumbados en la fresca hierba junto el agua, mirando las estrellas. Nos dormimos. Por la mañana pretendíamos fingir que lo sucedido no había pasado y continuar cada uno por su camino. Por un lado él no debía estar en ---------- (así se llamaba nuestra ciudad), sino que debía estar en un campamento al otro lado del país, con el instituto, sin embargo se quedó conmigo, mintiendo a su padre y siendo encubierto por un amigo. Por otro lado, yo le había dicho a mis padres, que ese fin de semana estaba con mi abuela, en un pueblo a una hora de casa. Necesitaba desconectar y la que escogí, no fue la mejor opción. Cuando Alex despertó no pudimos continuar nuestras vidas por separado, no fue precisamente porque no quisiéramos, sino por un contratiempo nos detuvo.

Recogimos todo y nos montamos en su coche, un Citroën negro. Se disponía a arrancar cuando de repente oímos un ruido que nos dejó paralizados. Un disparo. No podía moverme, ni reaccionar. No sabíamos de dónde provenía. Alex salió del coche y me susurró que le siguiera. Recorrimos prácticamente todo el bosque, rodeamos el rio y no encontramos ningún indicio de sangre ni de un arma de fuego. Vimos a los Boys Scouts del instituto, pero no poseían ningún artilugio peligroso. También observamos a los mellizos pelirrojos, Jason y Betty, en una barca. Estos estaban cruzando el lago, eran tan perfectos, tan luminosos y llenos de vida, eran la envidia de todos, parecían no tener problemas y que su vida era perfecta, pero desde luego escondían algo, era una sospecha que tenía desde hace tiempo y que no podía salir de mi cabeza. Llegamos a la parte más oscura del bosque, donde había una antigua caseta abandonada, del guardabosque, que había fallecido hacía tres años. No me atrevía a dar un paso más, pero Alex me impulsó hacia delante. Sin querer pisé una hoja seca y crujió más de lo que me esperaba, la puerta se abrió, Alex y yo nos escondimos detrás de una montaña de troncos viejos. De la caseta salió un hombre alto y musculoso con ropa negra y una......una pistola en la mano (ha pasado un mes de aquello y aun me atemoriza pensarlo). Des de un principio pensamos que él, era quien había disparado, pero después salieron unos cuantos hombre más, también forzudos y altos, con armas, y ya no supimos distinguir quién había cometido el "supuesto" homicidio, aunque no teníamos víctima. Pudimos escuchar alguna parte de su conversación y oímos algo sobre un chico pelirrojo de ojos azules. Al instante supimos de quién hablaba, Jason Cooper. Salimos corriendo hacía la orilla, debíamos encontrarlo antes de que lo hicieran esos hombres.

Quizá debimos llamar a la policía, pero no supimos reaccionar a la situación, e ir a buscarlo nos pareció la mejor opción. Llegamos en pocos minutos y pudimos divisar la barca de los mellizos. En ese mismo instante oímos un segundo disparo, mi reacción fue la misma, me quedé petrificada por unos segundos. Cuando volví en mí, miré de nuevo la canoa, sin embargo estos estaban de pie, y miraban hacía todos lados atemorizados. Ellos también habían oído el segundo disparo.

Quería chillarles y decirles que volvieran a la orilla y se refugiaran pero Alex me lo impidió. Me dijo que si alguien descubría que estábamos allí, saldríamos escarmentados nosotros también No podía creer lo que escuchaban mis odios, debíamos salvarlos, no podíamos dejarlos allí, pero sin razón alguna no les grité, no hice nada y todavía hoy me arrepiento mucho de no haberlo hecho. Los observamos unos minutos y volvimos a escuchar esos hombres, decidimos irnos para no tener problemas, los dejamos allí, solos, sin protección.

Cuando llegamos de nuevo al coche nos subimos y marchamos tan deprisa como pudimos. Llegué a casa y sin despedirme de Alex, entré y subí a mi habitación. Estaba aterrada por todo lo que acababa de pasar, no sabía qué hacer y tampoco podía contárselo a nadie.

Al día siguiente, en las notícias anunciaron la desaparición de Jason Cooper y su hermana melliza Betty Cooper. Lo último que sabían de ellos, era que los boys scouts los habían visto en una canoa, atravesando el lago. Nadie más testificó. Me asusté. Fui a casa de Alex para hablar con él. Teníamos que contarlo, decir que fuimos testigos de lo que había sucedido aquel 4 de Junio, si estaban desaparecidos, a lo mejor aún había alguna posibilidad de encontrarlos con vida, al menos yo tenía esperanza. Pero él lo negó todo, no quería hacerlo y me confundió para que yo tampoco lo hiciera.

Pasaron unos días y cuando parecía que todo estaba más calmado, que la familia lo empezaba a asimilar, pasó. Encontraron el cuerpo de Jason junto al rio, con una herida de bala en la frente. Todo se revolucionó y toda la ciudad estaba horrorizada. Los padres del chico, lo enterraron, destrozados y confundidos al mismo tiempo. Entonces, me empecé a hacerme preguntas. ¿Por qué lo habían matado? ¿Qué hacían exactamente aquellos hombres en el lago? ¿Dónde estaba Betty? Exactamente, de la chica, nunca se supo nada.

Y todavía hoy, un mes después, me planteo preguntas sin respuesta, que me llenan la cabeza de dudas. Y cada día me repito a mí misma "fui testigo, pude cambiar las cosas y no hice nada, no hice NADA"

No hice nadaWhere stories live. Discover now