"Bastardo Dylan O'Brien." [Dylmas]

Capítulo 1: Campesino O'Brien.

El joven Dylan O'Brien salió de casa dejando a su enferma madre bajo el cuidado de su mejor amigo Aris. Se dirigió a los corrales a ordeñar a las vacas para tener un poco de leche para el desayuno. Alimento a los marranos y a las ovejas. Fue al granero y recogió algunos huevos frescos. Regreso a casa y preparo ommelete's y sirvió leche en vasos.

-Hey Dylan, ¿Te ayudo?

Aris, tan amable como siempre.

- ¿No deberías cuidar a mi madre?

-Ella está durmiendo, anda, deja darte una mano.

El castaño asintió y dejo que el menor lo ayudara a servir el desayuno.

- ¿Iras hoy al pueblo a buscar trabajo?

-Aris, sabes que por el momento no hay trabajo. Es mucha suerte que la señora Woods me de unos céntimos por ayudarle a limpiar.

-Deberías venir conmigo y Alby al mercado. Siempre hay gente del palacio cerca y sabes que tienen mucho dinero.

El castaño suspiro.

-No robare.

- ¡¿Entonces que harás Dylan?! Tu madre es una prostituta que está muriendo, no conoces a tu padre y necesitas el dinero urgente. ¡Tu madre tiene Sida!, necesitas dinero para su medicación.

El castaño negó con la cabeza notablemente molesto.

-Es hora de que te vayas Aris.

-Lo siento Dylan.

El menor se acercó al chico que estaba de espalda a él pero este se movió al sentirlo cerca.

-Sabes dónde estamos por si cambias de opinión.

Y salió de la pequeña casa sin decir más.

- ¿Dylan?

Su madre lo llamaba desde la habitación y el castaño no tardo en ir corriendo.

- ¿Qué pasa mamá? ¿Te duele algo? –preguntó el castaño preocupado.

-Escuche gritos es todo. ¿Haz peleado con Aris? –preguntó su madre mientras acariciaba el cabello castaño de su hijo el cual se había sentado en la cama.

-Si mamá, es una tontería no te preocupes. -su madre asintió- ¿Quieres desayunar?

Su madre asintió y Dylan salió del cuarto para ir a la cocina por la comida y regresar con su madre.

La pequeña familia comió en silencio y después el joven salió al pueblo a ayudar a la señora Woods, la amable señora le dio 7 céntimos. Después siguió buscando trabajo y tratando de ayudar a las personas del pueblo y recibir algunos céntimos a cambio, pero eso era imposible ya que la mayoría del pueblo eran pobres al igual que él.

Decidió ir al mercado donde los nobles solían ir a comprar, se topó con algunos guardias y las miradas de los compradores y comerciantes no paraban de mirarlo y como no iban a mirarlo si llevaba su camisa azul grisáceo-rasgada, sus pantalones cafés con algunos agujeros y sus zapatos sucios y algo rotos de tanto correr de los guardias cuando solía robar algo en momentos de desesperación.

Se acerco a un puesto de frutas y tomo una manzana rápidamente mientras el comerciante estaba vendiéndole su fruta a una familia de nobles.

Siguió caminando por el mercado hasta llegar a un puesto que llamo su atención, era un vendedor de joyas y había una muy bella en específico, una cadena de plata con una esmeralda en forma de rombo colgando al final de la bella cadena.

- ¿Qué precio tiene ese collar? -preguntó el chico apuntando a la cadena.

- ¿Para ti? -el señor miró al castaño de abajo hacia arriba e hizo una mueca al finalizar-Disculpa hijo, pero no está a la venta para ti.