Salvando la Navidad - PPG y RRB

¡Salvando la Navidad!

Escribo esto con el único fin de entretener.

·Aclaración: En esta historia todos tienen 18 años.

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Tic tac, tic tac, tic tac.

Burbuja miraba fijamente el reloj con forma de gato que colgaba en la pared de su habitación, sus ojos se movían al mismo tiempo que las agujas y en su cabeza calculaba cuánto quedaba para...

— ¡Burbuja! ¿Qué haces ahí sentada? Hay mucha faena por hacer, ya deberías haber decorado el árbol.

La rubia giró lentamente la cabeza hacia su hermana mayor de ojos rosados y cabello rojo. Luego volvió a echar un vistazo al reloj y se levantó sin ánimo.

— Faltan seis largas horas para que sea Navidad — dijo finalmente, estaba impaciente y la desanimaba ver que aún faltaba tanto.

— Pero el profesor llegará dentro de media hora y tiene que estar todo listo para cuando regrese. Recuerda, este año la Navidad tiene que ser perfecta porque el año pasado...

— Sí, la banda Gangrena atracó una joyería a última hora de la tarde. Y el año anterior Mojo atacó la ciudad con un robot vestido de Santa Claus, y el anterior Fuzzy secuestró a la ayudante de Santa del centro comercial, y el anterior...

— Exacto — la interrumpió la pelirroja al ver que iba a enumerar todos los contratiempos que las habían sacado de casa justo en Nochebuena durante los últimos años. — Por eso este año vamos a hacer que todo sea perfecto, la comida, los adornos, las galletitas y lo más importante, no dejaremos solo al profesor. Así que manos a la obra, vamos.

— Es que si lo hago todo ahora luego las horas que faltan se me harán eternas.

— ¡He terminado mi parte! — la tercera hermana, morena de ojos verdes, entró volando y se tiró sobre su cama para descansar. — Las luces puestas y encendidas, el camino desde la calle hasta la puerta limpio, el Santa Claus de adorno y los renos ya están en el tejado y el regalo del profesor pagado.

— ¿Ves, Burbuja? Así es como se hace. Buen trabajo Bellota, ¿has escondido bien el regalo del profesor? No queremos que lo encuentre antes de mañana. — ante la pregunta de Bombón, la morena se levantó de golpe y se agarró del pelo con ambas manos.

— ¡No puede ser! ¡Ahora lo recuerdo, lo pagué y tenía tanta prisa por volver que se me olvidó cogerlo!

— Increíble. ¿Cómo puedes ser tan despistada? — Bombón se frotó las sienes y miró el reloj, aún quedaba mucho para que cerrara el centro comercial. — Pues nada, que alguna coja el ticket y vaya a recogerlo, yo voy a ver si el pavo está listo ya.

Dicho eso Bombón dejó a sus hermanas solas, pero no por mucho tiempo, ya que el teléfono comenzó a sonar.

— ¿Diga? — Bellota contestó y Burbuja pegó la oreja para escuchar qué pasaba — Entendido señor Alcalde, en seguida vamos para allá — colgó. — Los Rowdyruff boys están haciendo de las suyas. Qué bien, justo teníamos que ir al centro comercial, así matamos a dos pájaros de un tiro.

— No entiendo cómo la señorita Keane se lo permite, hace tres años que los adoptó y aún siguen fuera de control.

— Yo lo que no entiendo es por qué los adoptó, si a estas alturas está claro que nunca van a cambiar por mucho que intenten educarlos.

— Últimamente no habían dado tanta guerra, no esperaba que lo hicieran justo hoy.

— Será mejor que salgamos ya, falta poco para que vuelva el profesor.