SoonYoung, más conocido como Hoshi, se hallaba dentro de la sala de ensayo, queriendo perfeccionar la nueva coreografía para el grupo. Claro estaba que por sus dotes naturales para el baile, él había sido elogiado para ayudar en las coreografías y, además, en los pasos que a sus compañeros les pudiese costar. Sin embargo, hay veces que el estrés se apodera tanto de uno mismo, llegando al punto de no querer ser interrumpido, de no querer hablar y estar solo por un buen rato. Pero Hoshi no podía estar solo. No cuando tenía a personas (alguien) que se preocupaban tanto por él.
—Hoshi-ah, ve a darte una ducha. En media hora nos iremos a casa, así que deja de ensayar y tómate un tiempo libre para ti mismo.
SeungCheol era el líder del grupo, y aunque a veces fuese algo, por no decir 'muy' despistado, de todos modos se preocupaba muchísimo por los demás miembros, sobre todo por su salud, tanto mental como física. Él era un buen chico.
Seúl, 23:43 p.m.
Me sentía cansadísimo. Mi cuerpo se sentía como un saco de papas y podía asegurar que debía sostenerme de vez en cuando de alguna pared para no caer. ¿Me estoy esforzando demasiado?
No... no es así. No lo creo.
Llegué a la habitación que comparto con JeongHan, y ahí, me lancé a mi cama para poder descansar un rato. Comí, muy poco, pero al menos hice el intento y nadie podía regañarme por eso.
Toc, toc.
¿Uh?
—Adelante... —murmuré con el rostro hundido contra la almohada. Parecía todo un moribundo.
—SoonYoung-ah, estoy preocupado por ti. No me gusta verte así.
Esa voz... La conozco mejor que nadie. Realmente lo hago.
Una sonrisa vislumbró mi rostro. ¿Podría existir alguien más adorable que él?
—Ya lo sé, pero... ah...
— Pero nada. Te traje esto, por cierto. No quiero que dejes de comer, así que me salté la cena para traerte un poco de mi comida.
—Mingyu... —musité en cuanto me volteé para observarlo. Tenía una expresión calma, pero el silencio que envolvía la habitación era tanto que podía hasta escuchar el errático latir de mi propio corazón. Maldición, moriría de vergüenza si me llegase a escuchar. —Muchas gracias, no debías hacerlo...
—Es lo mínimo que puedo hacer por ti, hyung.
Amo cuando me llama de esa manera.
Me relamí los labios por simple inercia. Joder, ansiaba tanto besarlo, probarlo, degustarlo. Había pasado tiempo desde que podíamos tener un momento a solas como aquél, y debía aprovecharse, ¿no? Por ello, pareció ser que mis pensamientos fueron escuchados en cuanto Mingyu dejó la bandeja sobre la mesa de noche que separaba la cama de JeongHan con la mía, y sin quitarme la mirada de encima, una ferviente mirada que llegaba a calar en lo más profundo de mí, finalmente tomó posesión de mis labios. Cuánto lo había necesitado.
Nuestras bocas se enlazaban de una manera recíproca, queriendo dar y recibir a la vez, lo que provocaba que la situación se colocase más intensa y que, por ende, la temperatura del lugar ascendiera con un peligro imposible de medir. Tenía la seguridad de que la puerta había quedado sin el pestillo en cuanto Mingyu ingresó a la habitación, y aunque debería sentirme preocupado, sólo incrementaba la adrenalina del momento, sobre todo cuando sentí las manos de él adentrarse por debajo de mi camiseta. Me agarraba la cintura con fuerzas, hundiendo los dedos en aquella natural curvatura con posesión y queriendo tenerme lo más apegado posible a su cuerpo. Por ello, separé mis piernas para que se acomodara entre éstas, sin embargo, la oferta fue rechazada, reemplazándose instantáneamente por tenerme a horcajadas sobre su regazo. Era muchísimo mejor.
—Mingyu...
La voz apenas me salía a causa del aire que me faltaba, pero es que no podía separarme; era una adicción. Mingyu era una completa delicia para mí, y sí, estaba mal mantener un secreto tan enorme como este, pero, mientras nadie se enterara, todo estaba bien, ¿no?
—Soonyoung, cuánto me encantas...
Sus manos emprendieron un camino en descenso por mi espalda, erizándome la piel al tacto.
Me estremecí. Él lo notó.
Bajó un poco más, paseándose esta vez por la curva de mis glúteos, torturándome con el deseoso brillo de sus ojos y con esa sonrisa traviesa que denotaba en el fondo las sucias intenciones que tenía conmigo.
—Mingyu, por favor...
Mi cadera se meció con suavidad un par de veces, rozando específicamente aquellas zonas tan sensibles al contacto. Él jadeó, y como si se quisiese vengar por ello, sus manos burlaron mi holgado pantalón y ropa interior, en donde tomó provecho de hincar las uñas en mis glúteos, así robándome un corto gemido por el efímero dolor que me provocó. Pero... no todo terminaba allí. Él me miró, y de seguro mis mejillas estaban ardiendo por el mismísimo placer que con aquella cercanía estaba sintiendo, y sin decir palabras (cómo me desesperaba que no dijera nada), sus dedos se extendieron y se pasearon por la división de mis glúteos.
Mierda, mierda, mierda.
Hice mi cabeza hacia atrás. Joder, él sabe qué tan sensible soy y qué tanto me encanta que me tiente de esa forma. Por eso, queriendo mayor contacto, mi cadera una vez más ejerció un suave vaivén, esta vez contra el par de dígitos que se perdían en mi trasero, sin embargo, en un drástico cambio, los retiró de allí y me miró. Me quedé perplejo, sobre todo cuando besó mi frente y emitió un bajo ''te quiero, pero no hoy''. En cualquier caso normal me hubiese enojado de forma bestial, pero él tenía razón. Debíamos seguir trabajando y ya era hora de dormir.
—Buenas noches, Mingyu.
—Buenas noches, Soonyoung.
Y así, abandonó mi compartida habitación y me dejó en medio de la oscuridad y el silencio, con un evidente problema bajo mi pantalón que debía ser resuelto enseguida, antes de que JeongHan llegase a dormir.
Dormiré tan bien y relajado, todo gracias a él.
Nota: LEAN, LEAN, LEAN. Es gratis(????). Chao <3.

YOU ARE READING
Rumor // Mingyu x Hoshi.
FanfictionLos rumores son infaltables dentro de la comunidad, enfatizando sobre todo en un grupo social (y musical, en este particular caso) como el que comparten estos trece chicos, y es que a pesar de conocerse desde hace unos años, en la época de trainee...