- La historia que le he contado es mucho mejor que la mía- intente justificarme
- Por qué dices eso? Yo quiero conocer tu historia real, no cualquier patraña que invente esa locomotora que tienes por cabeza
-Pero mi historia no es una historia alegre ¿Es usted capaz de concebir una buena historia sin un final feliz?
- Pero es real, lo cual la dota de un cierto valor. De todos modos ya tienes una edad niña, deberias quitarte esos pajaros de la cabeza, los finales felices son bonitos, pero aburridos, y extremadamente absurdos. Hay muy buenas historias trágicas.Y no volví a querer más finales felices, era adicta a la tragedia, a amores no correspondidos, a despedidas de por vida, a lágrimas en el andén, a cartas de una hermosa juventud cargada de nostalgia...
La tristeza es un arma poderosa, capaz de embellecer los mas dolorosos textos o inundar mis áridos ojos.
Libros. Vivía más en otros mundos que en mi propia piel.
Fuera del papel todo es menos interesante. Me asomo a la ventana y veo siempre lo mismo, un dia blanco, tranquilo, no hacia sol, porque de ser así hubiera sido todo un acontecimiento, las calles estarían a rebosar de gente aprovechando los escasos rayos de sol que a veces nos visitan. El mismo tiempo de siempre con el mismo viento de siempre.
El sr. Clarck barria las hojas de la calle como era costumbre, vivia en una zona residencial, una amplia calle adornada de árboles tan altos que algunos llegaban al segundo piso. Al caer la tarde dos filas de farolas victorianas alumbraban con una luz calida la calle, y la carretera empapada como era habitual, reflejaba esta luz creando un ambiente aun mas acogedor, adoro el otoño.
Cuando no leia, dejaba mi mente volar libre para satisfacer mi necesidad de evasión a otros mundos. Sonara bastante masoquista pero soñaba con ser Julieta, Ofelia, Eloisa, Cleopatra o Ines de castro, y vivir una historia de amor tràgica. Pero nunca había sentido el amor de una manera tan intensa, hasta ese dia, el dia en que le conocí.
Bese sus labios, eran tan calidos como una tarde de verano, de esas que hace sol, y agradeces esa tregua al mal tiempo. Eso eras tu, una tregua para mi, o tal vez el comienzo de una guerra en mi cabeza, batallando sobre que será de nosotros, vivo con miedo sabiendo que te arrepientes, te arrepientes de haberte dejado llevar porque no eres lo suficientemente fuerte para parar lo que deseas o suficientemente estupido como para no aceptar que una parte de ti, también deseaba seguir conmigo. Lo recuerdo como si acabase de pasar, y cuanto mas lo hago mas me duele, aunque creo que ignorabas que eso me estaba matando. Ojala pudiese volver al pasado y advertirme de que eras la droga mas adictiva que pudiera probar, o tal vez volver solamente para que me volvieras a colocar pues soy humana y todos cometemos errores y el mismo varias veces, pensando que sera diferente, que esta vez tendrá otro resultado. Pero yo nunca te considere un error, aunque se que para ti si que lo fui ¿Por que no todo es tan sencillo como dejarse llevar? reprimirme me hace profundamente infeliz. Siempre que he leído una historia de amor, los factores que lo impedían eran externos; dos familias enfrentadas como es el caso de Romeo y Julieta, y siempre pense, dichosos aquellos que son capaces de amarse sin impedimento, valientes aquellos que luchan contra aquello que los separa, e infelices aquellos que pudiendo amarse no lo hacen. Infeliz aquel que ama sin condiciones pero sin correspondencia. infeliz yo. Nunca supe que llegaste a sentir por mi, si solo fui para un rato, si tenias miedo de amarme, si tenias miedo de que yo no lo hiciera. Ni de por que te arrepentiste y me dejaste sola. Porque incluso años después sigo asomandome a la ventana esperando verte aparecer al final de la calle, llamarme el timbre y subir a mi habitación para llenar de gemidos el ensordecedor silencio que en mi calle habita.
Para que me agarres con fuerza como si me fuera a desvanecer en algún momento y lo hicieras para no dejarme ir. Para bailar al compas de los chirridos de la cama, y ponerle letra a la hermosa canción que componíamos, me encantaba estar encima de ti, para ver tu cara de deseo cuando me agarrabas por las caderas y me movias con mas fuerza, tu en cambio preferias cogerme del pelo mientras me hacías llegar al sumum de mis emociones. Y llegaba otra vez la calma, mi habitación como una playa después de un tsunami, y ambos como náufragos yaciamos en un mar de sábanas azules mientras recuperábamos el aliento. Pero tu nunca quisiste quedarte a ver que venia después, no quisiste quedarte por las tardes mas lluviosas de invierno a ver una película, a jugar a videojuegos los tranquilos medio dias primaverales, a pasear por la ciudad las noches de verano o a viajar a otros lugares para descubrir otras estaciones, pero solo fuiste otoño, mi estación favorita, la estación que desearía que durara eternamente.